A solo 7 días del cierre del mercado de traspasos, muchos equipos buscan determinadas piezas que les ayuden a dar un salto de calidad e incrementar las posibilidades de conseguir los objetivos que se han planteado. Sin embargo, hay algunos equipos que tienen otro objetivo: conseguir traspasar a aquellos jugadores que tienen un contrato mucho más elevado que el rendimiento que están mostrando. Estos jugadores pueden llegar a ser realmente molestos para los general managers, dado que ocupan un elevado porcentaje del salary cap que les impide optar a agentes libres de relumbrón o hacer traspasos que les permitan reforzar la plantilla. Desde Solobasket analizamos los principales casos.
Timofey Mozgov (Brooklyn Nets, 64 millones por 4 años, finaliza en 2020)
El pívot ruso parecía un contrato tóxico desde el mismo instante en el que lo firmó, en la agencia libre de 2016. Nadie supo muy bien qué buscaban los Lakers ni por qué le ofrecieron un contrato tan largo y cuantioso. Tras promediar la temporada pasada 7,4 puntos y 4,9 rebotes en el sur de California, los Nets aceptaron quedarse con su contrato, ya que venía con D’Angelo Russell, la gran esperanza del equipo neoyorquino. Esta temporada promedia 4,4 puntos y 3,4 rebotes en solo 25 partidos, dado que actualmente está fuera de la rotación de Kanny Atkinson: solo ha jugado 1 de los últimos 17 partidos. Una auténtica losa en la reconstrucción de los Nets.
Joakim Noah (New York Knicks, 72 millones por 4 años, finaliza en 2020)
Quién ha visto y quién ve a Noah. El jugador defensivo de la temporada 2013/2014 no es ni una sombra de lo que fue. Las lesiones se han llevado por delante a uno de los jugadores más batalladores de la NBA. Phil Jackson se arriesgó en 2016 al fichar a Noah con un enorme contrato y no le pudo salir peor. El francés solo había jugado 29 partidos en la temporada 2015/2016, pero el Maestro Zen se la jugó con él y el experimento ha acabado en un desastre que solo ha jugado 7 partidos esta temporada, promedia 1,7 puntos y 2 rebotes y para colmo está apartado del equipo tras una fuerte discusión con Jeff Hornacek.
Luol Deng (Los Angeles Lakers, 72 millones por 4 años, finaliza en 2020)
La familia Buss se cubrió de gloria en el verano de 2016 al fichar a Deng y Mozgov. Lo cierto es que el alero sudanés había tenido una buena carrera en la NBA antes de fichar por los Lakers, pero en el momento en el que se firmó el mastodóntico contrato muchos empezaron a criticar el fichaje. Lo cierto es que el caso de Deng es extraño, la temporada pasada promedió 7,6 puntos y 5,3 rebotes y en esta solo ha jugado 1 partido en el que metió dos puntos. Ni siquiera es convocado por Luke Walton. Su situación es difícil de sostener, no juega nada, pero ningún equipo va a querer semejante contrato. La rescisión de contrato parece la solución, aunque el sueldo de Deng seguiría contando en el salary cap del equipo angelino hasta 2020, una losa que marcará la futura reconstrucción Laker.
Chandler Parsons (Memphis Grizzlies, 94 millones en 4 años, finaliza en 2020)
Otro jugador con un contrato enorme y que apenas juega. Los Grizzies firmaron en el verano de 2016 al jugador que podía dar el salto de calidad que llevaban años buscando y los resultados de la apuesta podemos verlos en la temporada que están realizando y el estado en que ha quedado la plantilla. Parecía que Parsons se iba a convertir en un gran jugador de equipo cuando brillaba en los Rockets de Kevin McHale, pero las lesiones han truncado su carrera. El contrato que firmó ya era sospechoso, dado que sus recurrentes percances físicos habían empezado dos temporadas antes de llegar a los Grizzlies, pero el rendimiento que ha tenido ha sido incluso peor que las previsiones más pesimistas. Esta temporada promedia 8,8 puntos y 2,8 rebotes y ha protagonizado más portadas en las revistas del corazón que en la prensa deportiva.
Bismack Biyombo (Orlando Magic, 70 millones en 4 temporadas, finaliza en 2020)
Otro contrato que creó suspicacias cuando se conoció la noticia. Biyombo hizo unos buenísimos playoffs de 2016, en los que promedió 6,2 puntos y 9,4 rebotes aprovechando la ausencia de Valanciunas en algunos partidos. Pero la mayoría pensábamos que el pívot africano no daría mucho más que eso, salvo Rob Hennigan, exejecutivo de los Magic, que fue cesado la temporada pasada. Biyombo promedia esta temporada 5,5 puntos y 5,9 rebotes y nunca se ha hecho con el puesto de titular tras su llegada a los Magic.
Evan Turner (Portland Trail Blazers, 70 millones en 4 temporadas, finaliza en 2020)
Los Blazers habían hecho una gran temporada 2015/2016. Tras la salida de Aldridge, el equipo liderado por Lillard y McCollum había llegado a playoffs contra todo pronóstico. Neil Olshey, ejecutivo de la franquicia de Oregón, quería dar un golpe de mano y fichó a Evan Turner por un contrato mucho más alto del que muchos analistas creían que merecía. Turner era un escolta con gran talento para la creación de juego, lo que podía ayudar a la pareja exterior de los Blazers a la hora de generar jugadas. Pero eso no ha sucedido y Turner ni siquiera se ha hecho un hueco en el quinteto titular del equipo. Esta temporada promedia 8,7 puntos y 2,3 asistencias, números muy por debajo de los esperados que impiden a Portland el salto a la élite de la Conferencia Oeste.
Gorgui Dieng (Minnesota Timberwolves, 64 millones por 4 años, finaliza en 2021)
Otro contrato difícil de explicar en el momento en el que se firmó, en el verano de 2016. Dieng había crecido como jugador en Minnesota, cada año era más importante, pero nunca dio la sensación de poder ser algo más que un pívot titular que cubra el puesto en la NBA. Pero tras el fichaje de Taj Gibson, el senegalés ha vuelto a salir desde el banquillo en esta temporada y su importancia ha decrecido mucho en la rotación de Thibaudeau. 6,6 puntos y 4,5 rebotes son muy poco para un jugador que va a dificultar la llegada de jugadores de calidad hasta 2021.
Tristan Thompson y JR Smith (Cleveland Cavaliers, 82 millones por 5 años para Thompson y 57 millones por 4 temporadas para Smith, ambos finalizan en 2020)
Cleveland está teniendo muchos problemas en defensa esta temporada y la solución a algunos de ellos podría venir desde el mercado, como ya analizamos en Solobasket. Pero hay dos jugadores con un elevadísimo contrato que son muy difíciles de traspasar, razón por la cual los Cavs se ven atados a una plantilla que ha demostrado que no es suficiente para competir por el anillo, algo que puede ser decisivo para que LeBron abandone Ohio por segunda vez. Thompson promedia 5,5 puntos y 5,9 rebotes y JR Smith 7,8 puntos y 2 asistencias, estadísticas muy pobres para dos piezas que se supone que deben ser importantes en un candidato al anillo.