El pasado 28 de abril de 2012 el corazón del universo del basket se paró ante la gravísima lesión que sufría uno de los mejores jugadores del planeta, Derrick Rose. El diagnóstico era nefasto: rotura del ligamento anterior cruzado de la rodilla izquierda. El tiempo estimado para su regreso a las canchas se situaba entre los 8 y 12 meses.
Durante este tiempo, Derrick Rose ha trabajado denodadamente para regresar a las canchas de juego sin perder ni un ápice de su desbordante calidad. Ahora empieza a ver la luz.
Desde hace unas semanas, Rose ha venido completando entrenamientos con sus compañeros, primero sin contactos y posteriormente con ellos. Pero hasta hoy el MVP de 2011 no ha recibido la luz verde para poder vestirse de corto y volver a disputar un encuentro oficial. Tal y como informa la ESPN, Derrick Rose tiene el visto bueno médico para regresar a la actividad, pero los Bulls no van a presionarle. Una vez recuperado en el aspecto físico, ahora el siguiente paso es recobrar la confianza en el apartado psicológico, tal y como ocurrió en el caso de Ricky Rubio.
El jugador quiere esperar a ganar en confianza en su rodilla lesionada. El jugador ya ha probado que puede de nuevo colgarse del aro, pero quiere recobrar sensaciones y seguridad en su piez izquierdo. Ahora mismo el aspecto mental tiene un mayor peso que el físico. Solo nos resta esperar unos días para volver a ver al gran Derrick Rose en una pista de basket. Y es que ha sido demasiado tiempo sin poder disfrutar de él.
Rose demostrando que ya es capaz de machacar el aro