Primer partido de las series finales de la NBA de perfil un tanto bajo. No hubo demasiado espacio para las alegrías ofensivas, sobre todo en el inicio del encuentro, en el que ambos equipos se dedicaron más a anular a las estrellas del conjunto contrario que a anotar.

Con DeShawn Stevenson convertido en la sombra de LeBron James y Joel Anthony haciendo lo propio con Dirk Nowitzki, se vivieron minutos de bajos porcentajes de tiro y guarismos realmente pírrico (16-17, min. 12). Algo mejoraron las cosas en el 2º periodo, sobre todo en los momentos finales, en los que vivimos varias acciones de gran calidad del jugador franquicia teutón de los Mavericks (43-44, min. 24).

A la vuelta de vestuarios, los Mavericks intentaron imprimir algo más de ritmo a un partido realmente anodino y de pocas revoluciones. Y los resultados fueron excelentes. Los de Texas se iban de 8 nada más comenzar el 3º periodo (43-51, min. 26). Pero fue un espejismo. Los de Spoelstra lograron atajar el intento de fuga de los Mavericks, subiendo de nuevo su tensión defensiva. Con el partido jugándose al ritmo que les interesaba a los de casa, apareció la pareja estela de los Heat, Dwyane Wade y LeBron James, que comenzó su particular show en ataque. Con LeBron y Wade al mando, Miami volvía a tener el marcador de su lado (65-61, min. 36) y el partido donde quería.

Al ritmo deseado por el Spoelstra, con la defensa de Florida bien asentada en la cancha, dominando el rebote y con Wade y LeBron desatados, todo se puso a favor de los intereses de los Heat. Los de casa ya no perderían la cabecera en el marcador. Sería Wade el que pusiera la puntilla con un par de acciones soberbias encandenadas (tapón sobre Marion y triple posterior). El golpe definitivo para que Miami Heat se llevase el partido por 92-84 y se apuntase el primer partido de las series.

En el plano individual, LeBron James y Dwyane Wade se fueron a los 24 puntos, 9 rebotes y 5 asistencias y 22 puntos, 10 rebotes y 6 asistencias respectivamente. Dirk Nowitzki acabó con 27 puntos y 8 rebotes, pero estuvo demasiado solo. Falló el banquillo de los Mavericks y solamente Shawn Marion (16 puntos, 10 rebotes y 4 asistencias) estuvo a la altura. Para colmo de males, el teutón finalizó el encuentro con un dedo de dañado.