Tan sólo le faltaban once asistencias para superar la barrera de las 8.000, un muro prohibido para cualquier jugador que no fuera base, pero anoche, en su partido ante los Nets, LeBron James volvió a hacer historia. Repartió justo las once asistencias (además de anotar 31 puntos y coger 12 rebotes, lo que le hace promediar tripe-doble en febrero) y se convirtió en el primer jugador de la historia en llegar a las sobrehumanas cifras de 30.000 puntos, 8.000 rebotes y 8.000 asistencias. Un club en el que sólo está él y que prueba que LeBron ya está, por méritos propios en el olimpo del baloncesto.
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Nadie en la historia ha sido capaz de llegar a semejantes cifras, las cuales, irá mejorando a lo largo de su carrera, que a pesar de encontrarse en la recta final, sigue dejando momentos irrepetibles. Sin ir más lejos, LeBron James está sólo a 524 asistencias de entrar en el Top 10 de máximos asistentes de la historia, una cifra que seguro alcanzará la temporada siguiente. Lo cual, le convertirá en el único jugador de la historia en estar en el Top 10 de anotadores, actualmente es el séptimo, y en el Top 10 de asistentes. Casi nada. Cifras de escándalo para un jugador de leyenda.
¿El mejor jugador de todos los tiempos?
Sus últimos años en la liga, sobre todo a raíz del anillo conseguido en 2016 y los diferentes récords alcanzados desde ese momento, así como su todavía superioridad sobre el resto de jugadores han llevado el debate sobre su posición en un Top histórico a niveles estratosféricos. Parece claro que LeBron James ya forma parte de un Top 3 histórico, y la mayoría del planeta NBA lo considera segundo sólo por detrás de Michael Jordan unánime número uno. Pero el debate ya ha evolucionado, y se pregunta ¿si LeBron, con otro anillo más y con los diferentes récords con los que acabará su carrera, podría superar a Jordan como el mejor de todos los tiempos?