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Portland Trail Blazers: incertidumbre con Lillard

  • Mientras la estrella acumula espectaculares estadísticas, el equipo está casi sin opciones de play-in
  • El futuro no pinta nada alagüeño, con los contratos de Simons, Nurkic y la posibilidad de perder a Jerami Grant como agente libre

Portland Trail Blazers está en una situación crítica. A falta de menos de 10 partidos por jugarse, están en 13.ª posición de su conferencia, a tres partidos y medio del décimo clasificado, los Thunder. Es una posición en la que ha estado durante la mayor parte del año. Sin embargo, a estas alturas todo hace indicar que los Blazers volverán a quedarse fuera de playoffs, por segundo año consecutivo, después de ocho temporadas acudiendo a ellos.

Tras unos años en los que la pareja Lillard-McCollum lograba meterse en playoffs, pero la plantilla no daba para más para aspirar al anillo, y con la inusual fidelidad de una estrella NBA en un mercado pequeño, la gerencia se puso manos a la obra tras una temporada en el que hubo cambio de entrenador y el base solo pudo jugar 29 partidos.

McCollum ya había salido, se renovó a dos pilares del equipo (Simons y Nurkic) con contratos largos (y un poco más costosos de la cuenta) y se hizo una incorporación de campanillas, Jerami Grant. La plantilla no era para aspirar al anillo, pero tampoco para estar en la posición en la que está, máxime cuando Lillard está haciendo una temporada de más de 31 puntos por partido.

blazers tiene talento en ataque

Portland es el 9.º mejor ataque de la liga. Con un Lillard pletórico y otros dos jugadores que promedian más de 20 puntos (Simons y Grant), el talento acaba produciendo puntos. El problema es que el producto debería ser más que la suma de los factores y en ese sentido Billups es un poco limitado. El equipo abusa de la isolation (5.º de la NBA) y no hay circulación de balón (19.º en pases), con lo que no se maximizan las opciones. No se aprovecha la capacidad de generación de Nurkic (14.º pívot en touches) y se corre poco (26.º en transiciones). Portland salva los muebles en ataque, pero da la sensación de que su efectividad viene exclusivamente del talento individual.

DEFENSA, UN COLADERO

Si con el ataque podrían ser un equipo competitivo, la defensa les quita esa posibilidad. Portland es la cuarta peor defensa de la liga, solo mejor que Spurs, Rockets y Pistons. Simplemente, faltan piezas para llevar a cabo una defensa homologable, puesto que solo Jerami Grant y Thybulle, la adquisición del mercado invernal, son jugadores destacados en ese aspecto. El físico de Lillard y Nurkic ya no les da para grandes esfuerzos en esa faceta, mientras que Simons, Reddish o Sharpe aún están lejos de mostrar un buen rendimiento en esa faceta.

EL FUTURO NO PINTA MEJOR

Con el contratazo de Lillard (hasta 2027, donde cobrará 63 millones) y las extensiones millonarias de Simons y Nurkic, la gerencia tiene difícil este verano mejorar el equipo. Además, tienen una situación peliaguda, dado que Jerami Grant es agente libre sin restricciones. Los 21 millones que ha cobrado este año se quedarán escasos ante lo que va a pedir. Si Portland accede a renovarle, tendrán una plantilla atada para varios años que ha demostrado que no tiene nivel para estar siquiera en el play-in.

Por último, ya mencionamos en otro artículo que Lillard era una de las estrellas de la liga que podía salir de su equipo, dadas las nulas posibilidades de anillo que tiene en Portland. Si Lillard finalmente pide el traspaso, la situación se podría enquistar, puesto que, a pesar de su innegable talento, su edad, su historial reciente de lesiones, su contrato y su defensa echarán para atrás a muchos aspirantes. Se avecina verano movidito en Portland.

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