El botín que estaba en juego anoche en Oklahoma era demasiado suculento como para escatimar esfuerzos. Sabedores de la trascendencia de la victoria, los Thunder zarandearon a San Antonio (100-88) y ya les echan el aliento encima en la lucha por el liderato del Oeste (solo medio partido de diferencia). OKC solo permitió a los Spurs una mísera ventaja de 1 punto durante el primer cuarto. Aquella sería la única vez que encabezaron el duelo. A la habitual ciclogénesis explosiva de Kevin Durant (25 puntos, 9 rebotes y 6 asistencias) y Russell Westbrook (27 puntos, 7 rebotes y 7 asistencias) se unió un actor secundario inesperado. Derek Fisher desempolvó su otrora versión anotadora y se marcó un 'solo' exprés con 17 puntos (5 triples) en 14 minutos.

El enjambre defensivo de Oklahoma desconectó a Tony Parker, que jugó con molestias en sus espinillas y firmó una de sus actuaciones más descafeinadas con 2 puntos (1/6 TC) y 4 asistencias en 25 minutos. Kawhi Leonard se multiplicó (24 puntos, 14 rebotes y 6 asistencias) y fundó junto con Tim Duncan (24 puntos y 11 rebotes) un dúo productivo que resultó insuficiente. Serge Ibaka finalizó con 11 puntos, 11 rebotes y 3 tapones.

Los partidos NBA son tan extensos que permiten varias idas y venidas en el marcador penalizando a aquellos que no liquidan sus envites cuando el rival está destartalado. Chicago se aprovechó de la condescendencia de los Nets para ganar un encuentro que pintaba bastos en su inicio (90-92)La puesta en escena de Brook López resultó tan imponte como carente de oposición. El primer cuarto fue un juego de niños para el poste de Brooklyn, que caricaturizó al veterano y cada vez más lento Nazr Mohammed clavándole 18 puntos sin apenas pestañear. Tom Thibodeau contribuyó al homanaje manteniendo a su pivot durante casi todo el periodo. Para cuando los Bulls abrieron un ojo ya llevaban un saco de 15 puntos en la chepa. Apenas anotaron cuatro puntos en los ocho primeros minutos. 

Ni siquiera el acelerado Nate Robinson fue capaz de alterar la espesura ofensiva de Chicago. El primer triple del duelo llegó después de 21 minutos y 10 intentos fallidos de la mano de Deron William (30 puntos y 10 asistencias) El choque atravesó por una estepa competitiva de la que Carlos Boozer (29 puntos y 18 rebotes) sacó tajada para aproximar a los Bulls antes del descanso. Este tímido acercamiento no fue más que un toque de atención que anticipó el festival de Boozer. La relajación y ausencia de instinto killer de Brooklyn facilitó la remontada de Chicago, que se lo tuvo que trabajar hasta el último segundo. Deron acercaba a los Nets al triunfo colocándoles tres arriba a falta de 50 segundos. Sin embargo, la clarividencia inicial de López se evaporó y regaló una posesión a los Bulls que Robinson se encargó de aprovechar. El baloncesto es tan maravilloso que ofreció al center de Brooklyn dos tiros más para redimirse, pero el aro encogió.

La emoción se trasladó también a Denver, donde los Nuggets terminaron de socavar cualquier anhelo de playoffs de Dallas en un choque de tronío (95-94) que decidió Andre Iguodala (8 puntos, 9 rebotes y 8 asistencias) con una canasta a 2.8 segundos. Los Mavs sabían que se trataba de su última posibilidad de reengancharse a la pelea por prolongar la temporada dentro de un par de semanas y negoció el partido con veteranía el partido llevando la delantera durante muchos minutos. Pero cuando tenían que dar la estocada se les fundieron los plomos. Dallas se quedó sin anotar en los últimos dos minutos y Denver, que tampoco demostró una pericia admirable en esos instantes de zozobra, lo penalizó para alcanzar su decimonovena victoria consecutiva en casa. 

En una mala noche desde el arco por parte de ambos equipos, Andre Miller (22 puntos y 7 asistencias) y Corey Brewer, de nuevo clave desde el banquillo con 23 puntos y una buena última defensa, supieron sostener a los Nuggets en los minutos grises. Con Dirk Nowitzki desdibujado (13 puntos y 6 rebotes), Brandan Wright se encargó de anotar en la pintura mientras Darren Collison (11 puntos) y Vince Carter (11 puntos, 6 rebotes y 6 asistencias) ayudaban de forma tímida desde el perímetro.

Danilo Gallinari puso la nota desagradable de la noche. El italiano enfilaba el camino del aro cuando su rodilla izquierda se bamboleó y tuvo que abandonar el encuentro a la espera de un diagnóstico.