"Los niños en la escuela no me puede reconocer por mi carrera en la NBA, pero sí por Space Jam o por ser alto".

Los menos aficionados al baloncesto tal vez recuerden a Shawn Bradley por jugar al baloncesto con Michael Jordan en la célebre Space Jam. Para alguien con una mínima cultura baloncestística, seguro que sus 2.29 de altura no pasaron desapercibidos. Nacido en Alemania pero criado en Utah (Castle Dale), Bradley abrazó la religión mormona y el baloncesto a partes iguales. Sus medias en high school (20.3 puntos, 11.5 rebotes y 5.4 tapones) fueron unas de las mejores en la historia del Estado.

Después de despuntar en el McDonalds All American Game, la universidad de Brigham Young (BYU) le esperaba con los brazos abiertos. En un sólo año marcó diferencias con promedios de  14.8 puntos, 7.7 rebotes y 5.2 tapones (líder de la nación). Tras finiquitar su curso freshman optó por cumplir los dos años de misionero en Australia, sirviendo a  The Church of Jesus Christ of Latter-day Saints, conocida coloquialmente como la iglesia mormona.

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Los Sixers vieron un enorme potencial en el tercer jugador más alto en jugar la NBA tras los 2.31 de Manute Bol (quien también jugó en Philadelphia) y los 2.30 de Gheorghe Muresan. Lo eligieron en la segunda posición del draft de 1993, entre Chris Webber y Anfernee Hardaway. Sus 10 puntos, 6 rebotes y 3 tapones de media en su año rookie albergaron unas esperanzas que no tuvieron continuidad, en parte, por el nivel de exigencia física de la NBA y sus continuas lesiones. Su mejor año lo tuvo en Dallas, su tercer equipo pross tras Sixers y Nets. Fue en el curso 96-97 cuando promediaría 14.6 puntos, 8.7 rebotes y 2.5 tapones.

Allí en Dallas entablaría una gran amistad con Dirk Nowitzki quien le convenció para que obtuviera la nacionalidad alemana y así poder disputar juntos el Eurobasket del 2001, celebrado en Turquía. Alemania conseguiría la cuarta posición y él promedió 4.6 puntos, 3.6 rebotes y 0.6 tapones.

Retirada y nueva vida

Se retiraría en la franquicia tejana después de 9 temporadas y entonces empezaba una nueva vida para él.

Retirado en Murray (Utah), casado con Annette y con seis hijos, Shawn Bradley, sigue participando activamente de su religión y trabaja en el rancho de su familia, pero también le encanta disfrutar del béisbol y de largos paseos en bicicleta. Este ex NBA también tuvo contacto con la política. Como Chris Dudley, republicano, se enfrentó en marzo del 2010 al demócrata Tim Cosgrove por un asiento en la Cámara de Representantes de Utah. Perdió con el 46.5% de los votos por el 51,3% de su oponente. Durante la campaña electoral falleció su padre y estuvo ausente algunas semanas. A pesar de la derrota, Bradley sigue confiando en la vía política como uno de los frentes desde donde puede ayudar a los demás. También viajó con su familia a la India para colaborar y ayudar en una comunidad de leprosos.

Su labor altruista más destacada, amén de haber participado en muchos actos sociales durante su etapa NBA, es su compromiso con la West Ridge Academy, conocida popularmente como la Utah Boys Ranch. Se trata de un centro residencial de tratamiento conductivo con sede central en West Jordan y que ofrece servicios clínicos, educación y otra serie de programas formativos para niños con conductas de riesgo. Bradley comenta su cometido a Usa Today:"Tratamos de hacerles entender su autoestima. Queremos llegar a ellos para evitar que entren en contacto con el mundo penitenciario". Él forma parte del órgano directivo de la institución junto con LeVar Christensen, candidato republicano por Utah House a la Cámara de Representantes y la profesora de religión de BYU, Sally Wyne. La organización presta atención especial al deporte como terapia y cuenta con equipos de soccer, baloncesto y béisbol a nivel de high school (varsity). El centro tampoco se ha salvado de la polémica ya que le han perseguido presuntos casos de abusos sexuales denunciados por varios ex  alumnos o negligencia médica. Algunos de estos casos se encuentran abiertos ante la justicia, pero el nombre de Shawn Bradley o el de los actuales directores no aparecen imputados.

La ex estrella de BYU sigue teniendo una agenda apretada, como en sus tiempos de baloncesto pero cambiando balón por la bicicleta, de la que es todo un incondicional.