Los últimos minutos de Willie Cauley-Stein en la NBA fueron en 2022. Desde ese momento, nunca más se lo volvió a ver en una cancha de baloncesto, hasta estos últimos días, en los que participó de The Basketball Tournament (TBT), una competencia veraniega en la que equipos de exalumnos universitarios compiten por un millón de dólares.
Para la mayoría del mundo NBA, el TBT es un espectáculo de segundo orden que sirve para rellenar espacio televisivo mientras se espera por la acción de la liga más importante. Sin embargo, para Cauley-Stein fue una oportunidad de redención tras una carrera de ocho años en la NBA antes de mudarse a Italia para jugar en Pallacanestro. El jugador le contó a The Athletic las razones de su caída.
Willie Cauley-Stein contó su adicción al fentanilo
El pivot contó que tomaba drogas que contenían potentes analgésicos de los que abusaba para remitir sus dolores. Según explicó, las píldoras que compraba contenían fentanilo. “Tomé cientos de ellas durante meses y años”, aseguró, y dejó un testimonio escalofriante: “Podría haber muerto”.
Según el propio Cauley-Stein, todo empezó en 2019 cuando empezó a lidiar con problemas de salud mental que fueron provocados tras el asesinato de un amigo en una casa que él mismo les alquilaba a él y a otra persona que también estuvo presente en el crimen que fue cometido a mano armada.
Tras eso después tuvo que afrontar la muerte de la mujer que lo había criado, su abuela. Esos episodios derivaron en su adicción, lo que lo llevó a estar desaparecido durante una semana. Cuando su círculo íntimo logró dar con su paradero fue internado en una clínica de desintoxicación por abuso de sustancias donde estuvo 65 días alojado.
La dura adicción de Willie Cauley-Stein
Al ingresar en el centro, el jugador de 31 años y padre de tres hijos avisó que en sus exámenes encontrarían rastros de Percocet, un conocido analgésico que contiene oxicodona y acetaminofén. Llevaba años tomándolo, primero para calmar el dolor de las lesiones, pero con el tiempo para evitar el sufrimiento de su mente.
Sin embargo, las pruebas médicas mostraron altas dosis de una droga muy diferente: fentanilo, un analgésico tan potente que es el causante del 70% de las sobredosis en Estados Unidos, siendo una amenaza 50 veces mayor a la heroína y 100 veces más que la morfina, según estudios. Se la conoce como la droga que arrasa en Estados Unidos.
“Las drogas me lo quitaron todo como jugador, pero tenía que superar mis problemas por mis hijos. Los equipos NBA decían que no tenía personalidad, energía, que no sentía amor por el juego. Le dije a mi agente que necesitaba ayuda”, reveló, y confesó que el programa de la NBA contra las adicciones le salvó la vida.