La Primera FEB se encuentra en una fase decisiva de la temporada 2024/2025, con equipos reforzando sus plantillas para alcanzar sus objetivos. El Real Betis Baloncesto, incorporó hace pocas horas un fichaje de campanillas y ahora le toca el turno al Grupo Alega Cantabria, ubicado en la decimoquinta posición con 8 victorias y 17 derrotas, lucha por alejarse de la zona de descenso. 

Grupo Alega Cantabria incorpora a Jaden Bediako para reforzar su juego interior

El Grupo Alega Cantabria ha sumado a su plantilla al pívot canadiense Jaden Bediako, de 2,10 metros y 24 años, con el objetivo de fortalecer su juego interior en la lucha por la permanencia. Bediako se formó en la Santa Clara University (2019-2023) y posteriormente jugó en la Seton Hall University durante la temporada 2023-2024.

Tras su paso por el baloncesto universitario estadounidense, tuvo una breve experiencia profesional con los Saskatchewan Rattlers y más recientemente en el Mornar-Barsko zlato de la Liga ABA Adriática. ​ Su incorporación al Grupo Alega Cantabria busca aportar presencia física y capacidad defensiva en la pintura, aspectos clave para mejorar el rendimiento del equipo en la recta final de la temporada, con este fichaje que puede catalogarse de muy importante.

¿Como juega el nuevo pivot de Grupo Alega Cantabria?

Jaden Bediako es un pívot de muy importante presencia física gracias a sus 2,08 metros y 111 kg, un jugador que destaca por su presencia dominante en la pintura. Su estilo de juego se centra en la defensa y el rebote, utilizando su envergadura y físico para proteger el aro y asegurar posesiones. Durante su etapa universitaria en Santa Clara University, destacó en su año de novato al ubicarse en el cuarto lugar histórico de la institución en rebotes para un freshman, con 171 capturas, y empató en el quinto puesto en bloqueos, con 25 tapones. 

Ofensivamente, Bediako se especializa en finalizar cerca del aro, aprovechando su tamaño y fuerza en situaciones de poste bajo. Aunque su rango de tiro es limitado, su eficiencia en la pintura y su capacidad para generar segundas oportunidades mediante rebotes ofensivos lo convierten en una pieza valiosa en el juego interior. Su energía y esfuerzo constante en ambos extremos de la cancha aportan intensidad y solidez defensiva al equipo.