El clásico de Euroliga dejó muchos análisis, tanto para el Real Madrid Baloncesto como para el Barça Basket. Los blancos se llevaron el triunfo y dejaron muy tocados en lo anímico a los culés. El conjunto de Joan Peñarroya se caracteriza por un plantel con un torrente ofensivo difícil de frenar, pero muy anárquico y tendente al individualismo. Por su lado, a los de Sergio Scariolo se les presupone más ordenados.

Un cambio de papeles entre Real Madrid Baloncesto y Barça Basket en el clásico de Euroliga

Al pensar en los equipos se acaba cayendo en clichés y el baloncesto es mucho más complejo. Los blancos, aparentemente, son un equipo más riguroso en lo táctico, al menos en el papel, pero la realidad, en ocasiones, es bien diferente. El Real Madrid Baloncesto lideró en ritmo al Barça Basket, 71,7 posesiones por 40 min frente a 75,4, corrió más y mejor. También tuvo menos miramientos en lanzar en segundos iniciales, algo que se les presupone más a los blaugranas.

El Real Madrid Baloncesto no solo jugó más rápido, también mejor, superando al Barça Basket en eficiencia ofensiva. Además, si los Campazzo, Deck, Tavares se les presupone un baloncesto más coral, fue justo al contrario. Los de Joan Peñarroya anotaron más sobre pase, 67,6 canastas asistidas por 40min frente a las 52,9 de los de Sergio Scariolo.

Trey Lyles, el hombre que lo cambia todo

Los entrenadores siempre quieren tener todo muy controlado, pero el baloncesto es y será siempre de los jugadores. Trey Lyles es un jugador que se escapa a los sistemas para su técnico y al scouting para el coach rival. El nuevo ala-pívot del Real Madrid Baloncesto anota con pestañear. En el clásico de Euroliga frente al Barça Basket volvió a demostrar su infinita capacidad de sumar puntos de la nada. Ni a Sergio Scariolo le hizo falta generarle muchas ventajas, ni Joan Peñarroya pudo sostenerle mediante las trampas preparadas contra él.