El Real Madrid se medirá, ya en la jornada 2, a uno de los mejores equipos que militan la Euroliga. El Olympiacos ya espera a los blancos para ese choque agendado el día dos de octubre. El duelo, sobre el papel, es por todo lo alto. Sin embargo, la situación que viven los griegos no es para nada sencilla y Sergio Scariolo ya se frota las manos.

El mercado debilita, de momento, al rival del Real Madrid en Euroliga

Olympiacos se vio este verano en la tesitura de tener que buscar ‘pequeños’ para su roster. A pesar de haberse reforzado con uno de los mejores aleros de la pasada campaña, Tyson Ward, y con jugadores de la talla de Donta Hall en la pintura, tenían el perímetro en jaque debido a las lesiones. La lesión de Keenan Evans se sumó a los constantes problemas físicos de Thomas Walkup y decidieron incorporar un base, Frank Ntilikina.

La llegada de Frank Ntilikina será una bocanada de aire para una plantilla en cuadro, pero no lo será ahora. El francés aún se encuentra en un periodo de aclimatación y no disputará, según afirma Basket News, el partido frente al Real Madrid. Tampoco lo hará otro de sus combos más destacados, Shaquille McKissic. Eso sí, por lo menos parece que las recurrentes molestias en el tobillo de Evan Fournier, recién renovado este verano, han remitido.

El plan del Real Madrid Baloncesto de Sergio Scariolo

La extensa plantilla del Real Madrid Baloncesto permite una gran variabilidad en las alternativas defensivas. La capacidad de rotación y la existencia de múltiples perfiles permiten a los blancos plantear diferentes propuestas en su backcourt. En este caso, Sergio Scariolo tendrá que idear una propuesta que castigue la falta de efectivos en la dirección de juego de Olympiacos para este partido Euroliga.

El duelo de Euroliga frente a Olympiacos parece un partido hecho a medida para dos jugadores de este Real Madrid, Alberto Abalde y Andrés Feliz. Los dos especialistas defensivos de ‘pequeños’ en el Real Madrid podrían ponerse las botas ante un equipo griego con poca rotación al base. El español y el dominicano, muy probablemente, aumenten por encima de lo habitual, que ya no es poco, el pressing sobre el balón, incluso toda pista.