Es un hecho: el Barça necesita regularidad. El equipo de Joan Peñarroya ha sido capaz de lo mejor y de lo peor en este inicio de curso. Ha habido victorias de mucho mérito, la de la semana pasada en Belgrado todavía colea, pero también un balance en la Liga Endesa que genera más de una preocupación. Con el primer clásico frente al Real Madrid a la vuelta de la esquina, los culés esperan que un jugador concreto marque la diferencia el viernes… y lo que venga después.

Joel Parra, la llave del equilibrio

Si algo le falta al Barça Basket es consistencia defensiva: los roles ofensivos están claros y definidos —todos los balones pasan en buena parte por manos como las de Kevin Punter, Will Clyburn o Toko Shengelia—, pero detrás hacen falta piezas que peguen el equipo. Parra, formado en la cantera verdinegra, ya ha demostrado que puede anotar sin necesidad de acaparar el juego; interpreta las ventajas, aprovecha los huecos que generan sus compañeros y no necesita tocar el balón en cada ataque para ser efectivo. Ahora bien: igualar los números del año pasado no basta. Lo que el Barça Basket necesita de él es una mejora palpable en el lado defensivo.

En Euroliga, Parra ha subido ligeramente sus promedios respecto a la temporada anterior: de 4,9 a 5,4 puntos por partido, de 2,8 a 3,5 rebotes y con una valoración media que pasa de 5,5 a 6,1. En la Liga Endesa, con una muestra aún corta, sus números también van al alza (9,6 puntos en 20 minutos frente a los 8,6 en 20,9 del curso previo). Más allá de los dígitos, lo que se aprecia es una mayor solvencia en su lectura del juego y una actitud defensiva más comprometida: cambia con rapidez, ayuda en las líneas de pase y no rehúye el contacto.

El momento perfecto para reivindicarse, ante el Real Madrid

Tornike Shengelia se ha consolidado como una de las piezas más determinantes del juego interior del Barça. Su capacidad para generar puntos desde el poste bajo, su lectura táctica y su carácter competitivo lo convierten en un líder tanto dentro como fuera de la pista. Además de su talento ofensivo, su experiencia en competiciones de máximo nivel y su impacto físico lo hacen un jugador indispensable en los esquemas de Joan Peñarroya. Sin embargo, su lesión supone un contratiempo importante para el conjunto azulgrana, que pierde a su principal referencia en la pintura y a un hombre capaz de desequilibrar partidos con su energía y versatilidad.

Ante esta situación, el protagonismo recae inevitablemente sobre Joel Parra, quien tendrá la oportunidad de consolidarse como el “cuatro” titular durante la ausencia de Shengelia. La poca confianza del técnico catalán en Miles Norris, hacen que todas las miradas se giren hacia Parra. Su versatilidad, capacidad para abrir el campo y su intensidad en ambos lados de la cancha deberán ser suficienteas para, al menos, no echar mucho de menos a Toko. Este periodo puede ser clave para que Parra gane minutos, confianza y un rol más estable en la rotación, demostrando que está preparado para asumir responsabilidades en un Barça que necesita nuevas referencias interiores.