Sigue el baile en medio del fuego en Serbia. Tras la llegada de Joan Peñarroya y su desastroso debut, las imágenes posteriores al partido, con enfrentamientos entre grada y jugadores, se volvieron insostenibles. La salida de Tyrique Jones parece cada vez más cercana, y el club ya parece haber elegido a su sustituto.

Chris Silva, la apuesta de Partizan para reemplazar a Tyrique Jones

Partizan Belgrade está decidido a reforzar su plantilla de manera inmediata. Tras semanas de tensión en el vestuario y escenas impactantes con la grada, el club ha movido ficha: Chris Silva será el reemplazo ideal. Según Matteo Andreani, el interior procedente del AEK Atenas encarna el perfil que busca Joan Peñarroya: solidez defensiva, intensidad constante y claridad en su rol en Euroliga. El club está dispuesto a pagar un buyout al AEK para cerrar su incorporación, un gesto que evidencia la urgencia y la prioridad de esta operación.

Silva está firmando una temporada sólida con el AEK Atenas en 2025‑26, promediando entre 15 y 16 puntos y 7‑8 rebotes por partido entre la liga griega y la FIBA Champions League, jugando unos 26‑27 minutos por encuentro. Su rendimiento combina aportes ofensivos consistentes y presencia defensiva notable, con actuaciones destacadas de más de 30 puntos y dobles dígitos en rebotes.

Un contexto de tensión y reconstrucción en Partizan

La llegada de Silva se producirá en medio de un escenario delicado. Partizan estrenó la etapa Peñarroya con una derrota ante Maccabi Tel Aviv por 87‑112, un partido marcado por los abucheos de la afición y gestos de frustración de algunos jugadores, incluido Tyrique Jones. Jabari Parker, por su parte, aún no ha encontrado continuidad, y su futuro sigue en duda.

Se espera que ambos viajen esta jornada a Valencia para enfrentarse al conjunto de Pedro Martínez, por lo que su salida se demorará al menos unos días. Chris Silva aterriza con la misión de convertirse en el ancla interior del equipo. Su capacidad para defender, rebotear y aportar presencia física promete equilibrar al equipo en un momento crítico, donde la presión de resultados y la exigencia de la afición serbia dejan claro que Partizan necesita certezas más que talentos incontrolables.