Quedan tan solo tres jornadas para el final de la fase regular de la Euroliga y la lucha por entrar en playoffs está al rojo vivo, con equipos que han ‘despertado’ tras un irregular comienzo de temporada como son Olimpia Milano o Anadolu Efes, mientras otros como Valencia Basket y el Partizán de Belgrado de Obradovic quieren hacerse un hueco en los play-in para ganar una de las plazas en la próxima ronda. En esto, la derrota ante el Madrid hace que los serbios tengan que esperar para esto.

La sobreventa del Stark Arena ante el Madrid denunciado

El ambiente del Stark Arena de Belgrado es imponente para todos los equipos participantes de Euroliga, el ‘infierno’ que se vive allí tiene lugar en pocos pabellones más alrededor de Europa, y eso mismo presenció el Real Madrid en la pasada jornada 31, en la que venció 76-88 con un destacado Mario Hezonja, que sumaba su semana redonda en un regreso tras enfermedad y rumores de por medio.

Sin embargo, las imágenes de un pabellón serbio abarrotado no acaban de ser una gran noticia para el baloncesto, pues la asistencia ha traído problemas al Partizán, que no ha dudado en emprender acciones legales al respecto. Al parecer, según informa el club mediante un comunicado, hubo entrada de aficionados sin entrada, que hicieron que fueran más que la cifra oficial dada de 20.200 espectadores.

Según informan y con pruebas que lo confirman, han denunciado a propios empleados del equipo, así como personal del Stark Arena, y de seguridad por permitir la entrada de espectadores sin haber comprado una entrada y abarrotar el estadio más de su capacidad, aunque también exponen que hubo parte de falsificación de billetes, reventa ilegal y de marketing que “representan una falta de respeto hacia los numerosos aficionaodos que pagan honestamente”, aseguran.

En las tres jornadas de Euroliga restantes, Partizán se la juega con dos partidos en el mencionado pabellón de Belgrado ante Olympiacos primero y ante Valencia Basket en la última semana, así como una salida fuera en el pabellón del ALBA Berlín el 4 de abril. Un calendario complicado, pero relativamente ‘asequible’ si tenemos en cuenta el ambiente infernal que se vive en esta cancha y que su rival alemán no se juega nada siendo colista.