El Partizan ha encontrado en su fichaje de última hora mucho más que a un pívot poderoso en Euroliga. Ha hallado un jugador que entiende la cultura del club, que siente el peso de la camiseta y que se entrega al calor de una afición que lo ha adoptado desde el primer día.

Del Real Madrid al Partizan: Bruno Fernando, un nuevo ídolo en el Stark Arena

Bruno Fernando no se mordió la lengua para expresa lo que siente por los seguidores del Partizan. Des pues del último partido, el pívot sorprendió a los aficionados regalando una camiseta firmada después del encuentro, un gesto que encendió aún más las gradas del Stark Arena. Ese vínculo emocional, tan característico del baloncesto balcánico, parece haber calado rápido en el exjugador NBA.

Su compromiso, sumado a una entrega constante en defensa y rebote, lo están convirtiendo en uno de los favoritos del público. En cada choque, su intensidad contagia y refleja el tipo de jugador que Zeljko Obradovic adora tener en sus equipos: fuerte, disciplinado y emocionalmente conectado con el grupo. Con su carácter humilde, su sonrisa constante y su compromiso con la grada, Bruno Fernando empieza a escribir su propia historia en el Partizan. En un club donde el sentimiento y el esfuerzo pesan tanto como el talento, el pívot angoleño se ha ganado un lugar en el corazón de los hinchas. El mensaje es claro: Belgrado ya tiene un nuevo guerrero.

Ni Obradovic intimida: muy lejos del Real Madrid

Lejos de intimidarse ante la exigencia del entrenador más laureado de Europa, el angoleño parece estar absorbiendo cada lección. Parece que quiere dejar lejos su paso por el Real Madrid, encontrando un lugar y un entrenador por quien siente admiración, un Obradovic que busca siempre la excelencia.

El técnico, por su parte, ha encontrado en Fernando una pieza valiosa para reforzar la defensa interior y aportar presencia física en ambos tableros. En un Partizan en construcción, su energía se ha convertido en el termómetro del equipo. Aunque todavía en proceso de adaptación al ritmo y la táctica del baloncesto europeo, Bruno Fernando ha respondido con intensidad, rebote y versatilidad. Su capacidad para correr la pista, intimidar y finalizar cerca del aro encaja perfectamente con el estilo vertical que Obradović busca en sus interiores.