13 de octubre de 2013. Jornada inaugural de la Liga Endesa. La Bruixa D'or se estrena en casa con una victoria ante FIATC Joventut por 90-78 con un joven danés de 2.12 y tan solo 18 años como estrella. Rasmus Larsen debutaba en Liga Endesa a lo grande, sumando 21 puntos y 13 rebotes para una valoración de 37, la mayor lograda en la historia de la liga por un menor de 19 años, superando los 34 sumados por Ricky Rubio en noviembre de 2007. Esos números le valía para ser nombrado MVP de la jornada. Los adjetivos altisonantes y exagerados se repetían en todos los medios especializados, llegándolo incluso a comparar con Pau Gasol por sus características físicas, estilo de juego e impacto en la liga o denominándolo como el "nuevo Nowitzki".
El tremendo hype creado en torno al poste danés se fue difuminando a lo largo de la temporada. No se repetirían exhibiciones de este estilo. Ni mucho menos. Larsen solamente volvería a firmar dobles dígitos en anotación en otras cuatro ocasiones, mientras que en el aspecto reboteador no se repeterían números semejantes. De por medio, una lesión en uno de sus tobillos, problemas en la espalda y una situación deportiva en el club del Bages que no ayudaba al lucimiento personal. Rasmus Larsen acabaría la temporada con unos grises 6.1 puntos y 4 rebotes de media.
Se pinchó el globo Larsen y a partir de ahí todo se torció en el camino del danés. Tras muchos dimes y diretes, durante el verano su nombre sonó para el Zalgiris, Rasmus Larsen sale por la puerta de atrás de La Bruixa D'or para dejar el basket español y firmar por tres temporadas por el Spirou Charleroi. Una marcha sorprendente para un jugador cuya frialdad en la cancha no ha ayudado. Un final sorprendente para una historia cuyo primer capítulo fue realmente superlativo.