Tras conquistar el título de Liga en 2006, el Unicaja de Scariolo se encontraba en lo más alto del baloncesto español, y así lo reconocía el seleccionador español, Pepu Hernández, convocando a tres de sus integrantes a la plantilla que disputaría y posteriormente ganaría el Mundial en Japón: Jorge Garbajosa y los canteranos Carlos Cabezas y Berni Rodríguez. Ningún otro equipo poseía tantos representantes en la selección. Los éxitos del equipo malagueño también retumbaban en la NBA, que pescó en la plantilla de Scariolo: Herrmann fichaba por los Charlotte Bobcats, y la baja más sensible: Jorge Garbajosa ponía rumbo a los Toronto Raptors. Una baja que el Unicaja nunca llegó a cubrir completamente.

Y es que la secretaría técnica cajista apostó por dos jugadores para sustituir al ala-pívot de Torrejón: Carlos Jiménez y Jiri Welsch. Dos jugadores que alternarían las posiciones de 3 y 4 abierto, pero muy alejados del poder ofensivo que aportaba Garbajosa. Esto se sumó a la lesión que alejó de las canchas durante casi toda la temporada a Marcus Brown, lo que hizo del Unicaja 2006/07 un equipo mucho menos peligroso a nivel ofensivo que en años anteriores. Pero eso no impedía a la tropa de Scariolo seguir haciendo historia. Esta vez en la Euroliga.

Lo cierto es que no fue buena la ACB 2006/07 del Unicaja. Clasificado para la Copa como anfitrión, no tuvo opciones en cuartos frente al Barcelona (62-77), mientras que una muy mala segunda vuelta (solo 7 victorias) le relegó a la octava posición de la liga regular con un balance del 50%: 17-17. Muy pobre para tratarse del vigente campeón, que se enfrentó en cuartos al TAU Cerámica, esta vez sin factor campo a favor. Los vitorianos, liderados por un brutal Igor Rakocevic (25,7 puntos y 19/25 en triples en los tres partidos de la eliminatoria), lo liquidaron por la vía rápida (3-0), quedando para el recuerdo el famoso ‘See you in TAU’ que Marcus Brown le espetó a Rakocevic tras el segundo partido, en una minitangana formada tras la celebración con cierta sorna del escolta serbio del triunfo vitoriano.

El comienzo de la Euroliga fue irregular para el Unicaja, que no obstante consiguió clasificarse para la segunda fase pese a sufrir gravísimas derrotas como la acaecida en Badalona (105-52). Fichajes invernales como los de Marcus Faison o Marko Tusek reforzaron a un equipo necesitado de anotación, recuperando parte del gran nivel de la temporada anterior, y clasificándose, esta vez sí, para los cuartos de final de la Euroliga, en los que se enfrentaría al Barcelona. Y con ventaja de campo. Una oportunidad histórica de acceder a la Final Four de Atenas.

Tras ganar el primer asalto en el Carpena, y perder el segundo en el Palau, el pase a las semifinales se jugaba en Málaga. Un apasionante choque que dio paso a un final en el que Pepe Sánchez, con el partido empatado a 64, anotó un histórico triple. Como el de Garbajosa en la final ACB de 2006, pero esta vez jugando en casa. Las más de 10.000 almas del Carpena gritaron la canasta que les metía entre los cuatro mejores de Europa. Un hito sin parangón en la historia del club malagueño. Otra vez, con Sergio Scariolo a los mandos. “Me cuesta disimular mi felicidad, es tremendo lo que ha hecho mi equipo y la afición, que ha respondido como sólo ellos saben hacerlo. Han sido protagonistas. Es el éxito deportivo que más me enorgullece de todos los que he tenido”, palabras que reflejan la importancia que el técnico italiano le dio a este éxito, que colocaba al Unicaja junto al TAU Cerámica, Panathinaikos y CSKA Moscú. Los cuatro mejores de Europa.

Ya en Atenas, los de Scariolo se medían en semifinales al vigente campeón, el CSKA. Sabedor de la falta de anotadores en la plantilla de Unicaja, el transalpino planteó un partido defensivo, a pocos puntos, consiguiendo su objetivo hasta el tercer cuarto, que se cerró con un empate a 44. Sin embargo, el desacierto hizo mella en el conjunto andaluz, que se quedó en 6 puntos en el último periodo, cediendo por 62-50. Muy pocos puntos para poder optar al cetro europeo, pero el buen sabor de boca final tras la victoria en el partido por el tercer puesto ante el TAU (74-76). El Unicaja era el tercer mejor equipo de Europa, en un nuevo hito de Sergio Scariolo dirigiendo al equipo malagueño.

La campaña 2007/08 fue finalmente la última del transalpino en Málaga. Con nuevos fichajes como Marcus Haislip, Davor Kus o Bojan Popovic, la vuelta de Germán Gabriel y los canteranos Cabezas y Berni al frente, los resultados en Liga siguieron siendo irregulares, entrando con dificultades en Copa y Playoff con un balance del 50% (17-17), y no superando la segunda fase de la Euroliga. El último gran éxito del actual seleccionador en Málaga llegaría en los playoff, cuando eliminó, contra todo pronóstico, al Real Madrid, líder de la fase regular, al que se enfrentó por su condición de octavo clasificado. Es hasta ahora la única vez en la historia de la ACB en la que el octavo clasificado ha eliminado al primero, en una nueva gesta del equipo, como la conseguida en 2005 cuando levantaron un 0-2 al Etosa Alicante. “Queda claro que el único deseo es ver crecer cada vez más a este club y a este equipo. (…)
“Berni Rodríguez y Carlos Cabezas, que tienen un peso importante en el baloncesto y es un orgullo haber trabajado con ellos al igual que con todos sus compañeros”, afirmó Scariolo en su despedida.

10 años han pasado desde entonces, acumulando el Unicaja temporadas con más pena que gloria, incluyendo algunos años sin clasificaciones para Copa ni playoff. El título de la Eurocup conquistado en 2017, a las órdenes de Joan Plaza, ha sido el mayor éxito desde entonces de un equipo que está acusando la diferencia de presupuestos con los Barcelona y, sobre todo, Real Madrid, pero que desea cuanto antes volver a pelear por los títulos ACB.

Los otros artículos del serial del Unicaja de Scariolo:

-Recordando al Unicaja de Scariolo (I)

-Recordando al Unicaja de Scariolo (II)