Hay jugadores que son demasiado importantes para sus equipos, y todo lo demasiado es malo. Algunos, incluso, no pueden competir sin su superestrella: ese es el caso Nikola Jokic, pero Denver Nuggets no es el único equipo.

Los equipos que no compiten sin sus superestrellas

Joel Embiid, MVP de la temporada 2022-2023, solo jugó dos de los 12 partidos de Philadelphia Sixers, quienes tuvieron su cuarto peor arranque en la historia de la franquicia con un estrepitoso 2-8. El inicio de temporada fue muy distinto a lo que se esperaba, con Embiid, Tyrese Maxey (baja por lesión), Paul George y otros 10 jugadores nuevos de rol.

Lo mismo les sucedió a Phoenix Suns recientemente, que llevan tres derrotas consecutivas, y todas tuvieron algo en común: la ausencia de Kevin Durant, quien sufre una distensión en la pantorrilla. Antes de lesionarse, KD promedió 27.6 puntos, la marca más alta desde que llegó a la franquicia de Arizona.

Los Nuggets no son competitivos sin Jokic

Lo que les sucede a los Sixers y a los Suns es algo que sufre Denver Nuggets de manera más profunda. Da la sensación de que sin Jokic no pueden competir. En la noche del domingo cayeron ante Memphis Grizzlies por 90-105 (Santi Aldama terminó con 6 puntos, 2 rebotes y 2 asistencias en 20 minutos).

Sin Jokic, los Nuggets estuvieron perdidos. Perdieron 14 balones y dieron solo 23 asistencias. Hubo indecisión y desorganización en el ataque. En la primera mitad, el entrenador de los Nuggets, Michael Malone, ordenó una jugada, pero al parecer varios jugadores no la entendieron, por lo que el técnico se vio obligado a pedir un tiempo muerto de emergencia.

Jokic se perdió los dos últimos partidos por motivos personales y no se sabe cuándo regresará al equipo. Esta derrota y la del partido anterior contra New Orleans Pelicans exponen la preocupación de Malone al inicio de temporada avasallante del serbio, líder en 10 estadísticas avanzadas. Para el entrenador eso no era una buena señal, y parece que tuvo razón.