¿Por qué Paul George abandonó a los Clippers?: "No entendí los abucheos"

 

La NBA vivió uno de sus cambios de escenario más sorprendentes cuando Paul George, quien junto a Kawhi Leonard era la piedra angular de los Clippers, dejó Los Angeles para unirse a los Philadelphia 76ers. A pesar de los esfuerzos iniciales de los Clippers por retener a su estrella, el equipo y el jugador no lograron encontrar un acuerdo satisfactorio, lo que llevó a George a un nuevo desafío al lado de Joel Embiid y Tyrese Maxey.

 

Mientras tanto, Steve Ballmer, propietario de los Clippers, habló recientemente sobre las circunstancias de la salida del nueve veces All-Star, el primero en cinco años que cambió de equipo por la vía de la agencia libre, y el cambio de rumbo que tomó la franquicia en su ausencia.

Desde su llegada, tanto Paul George como Kawhi Leonard parecían destinados a ser una de las duplas más temibles de la liga -añandiendo más tarde a James Harden-. Sin embargo, las expectativas no se cumplieron debido a las constantes lesiones que ambos jugadores arrastraron durante su tiempo en Los Angeles. Esto se convirtió en un problema especialmente grave cuando llegaban los Playoffs, momento en el que Leonard a menudo se encontraba ausente por problemas físicos.

Aunque los Clippers inicialmente intentaron retener a George y le hicieron una oferta de tres años y 150 millones de dólares -como él mismo confesó en su propio podcast-, el equipo no estuvo dispuesto a incluir una cláusula de 'no traspaso' ni extender el contrato a un cuarto año.

 

Esto dejó abierta la puerta para que George, ya con 34 años, considerara otras opciones. Según Ballmer, la relación se fue desgastando a medida que los Clippers cambiaban su estrategia y comenzaban a visualizar una plantilla que pudiera sostenerse sin depender de sus estrellas envejecidas.

Steve Ballmer explicó que la partida de George permitió a los Clippers reforzar otras áreas de la plantilla y apostar por jugadores defensivos que podían aportar intensidad y flexibilidad. "La verdad es que, sin el regreso de Paul, pudimos mejorar nuestro equipo", dijo Ballmer. La gerencia consideraba que evitar un compromiso salarial tan elevado a largo plazo con un jugador de 34 años, cuya salud era una incógnita, era la decisión correcta.

Ballmer señaló que los Clippers pudieron fichar a jugadores como Derrick Jones Jr. y Kris Dunn, quienes aportan a la nueva identidad defensiva del equipo. "No (ficharemos) a Derrick Jones Jr. si Paul regresa", afirmó, subrayando en su momento la importancia de esos roles en su visión de equipo. Además, la marcha de George proporcionó más flexibilidad para la plantilla, lo que permitiría a los Clippers adaptarse a los cambios de la liga y mantenerse competitivos sin hipotecar el futuro de la franquicia.

 

Los Clippers también intentaron explorar un posible traspaso de George con los Golden State Warriors antes de que este se convirtiera en agente libre. Sin embargo, el acuerdo no prosperó, ya que los Warriors se negaron a incluir a Jonathan Kuminga, el único joven prospecto que interesaba a los Clippers. Así, los Clippers optaron por proteger su capacidad para seguir mejorando y evitar sanciones fiscales excesivas.

La salida de George también trajo consigo reacciones mixtas entre los seguidores de los Clippers, quienes expresaron su descontento en su regreso al Intuit Dome, la nueva casa de la franquicia. Sin embargo, George dejó claro que no guarda rencor hacia el equipo ni hacia sus directivos.

 

“No fue algo por lo que exigí un traspaso o fui en contra del equipo aquí. Era un agente libre”, aclaró el jugador, asegurando que simplemente tomó la decisión que consideraba mejor para su carrera. "Hice lo que era mejor para mí en esa situación. Así que hubo aplausos. Los aprecio. Esos fueron los que me hicieron jugar duro. Los abucheos, no los entendí"

Con su partida, los Clippers se encuentran en una nueva fase, centrados en construir un equipo competitivo, aunque esta vez sin tanta carga de salarios millonarios y con un enfoque en la mayor sostenibilidad a largo plazo, mientras que los Sixers apuestan al 'todo o nada' en uno de los posibles últimos coletazos del 'Proceso'.