En la
NBA hya muchos jugadores y pocos rangos o ‘clases’ que les dividen. Ni para el gran público, ni para los más cafeteros,
John Konchar, compañero de
Santi Aldama en los Memphis Grizzlies sería el primer jugador que viene a la cabeza cuando piensas en un profesional. Él mismo sabe que no es nada mediático, pero tampoco lo busca. En ocasiones, incluso, tiene la sensación de que
su oponente no está familiarizado con su juego. Ningún informe de ‘scouting’ lo describiría como un mal defensor, pero esto no impide el portador del balón lo vea como un blanco fácil. “
La gente me ataca sin saber realmente quién soy“, dijo Konchar.
Esos rivales tampoco van demasiado desdencaminados. Konchar no es una estrella, no es un jugador de franquicia, ni es un villano a quien todo el mundo quiere superar para instigar e irritar. Sin embargo, tiene unas características sobre la cancha y, especialmente personales, que le hacen destacar en ocasiones sin pretenderlo. De hecho, sus propios compañeros de equipo, como Brandon Clarke, son los primeros en decir que, de verlo por la calle o incluso entrando a un partido, “no pensarías que es un jugador de la NBA”. Esta liga es un espectáculo constante, impulsado no solo por superestrellas que hacen cosas sobrehumanas, sino también por personalidades, egos y contratos más grandes que la vida. Konchar, la típica persona que calza Crocs para cualquier ocasión y que escogió el número de camiseta más aleatorio (46), se limita a hacer su trabajo.
Como anécdota para ilustrar su día a día como esta persona pública anónima, en el febrero pasado, Konchar estaba charlando con su agente, George Langberg, y el amigo de Langberg tras una victoria en el Madison Square Garden, cuando un guardia de seguridad se acercó.”¿Con quién están ustedes?” dijo el guardia de seguridad. “No puedes estar en la cancha”. En lugar de explicar que acababa de jugar en esa pista, Konchar se apoyó en los otros dos. “Me gusta pasar desapercibido“, dijo.
JOHN KONCHAR: MUCHO TRABAJO Y POCO EGO
También pasó desapercibido en el Draft de la NBA. Tras su etapa en
Purdue Fort Wayne, se presentó al Draft y
no fue seleccionado. No obstante, Konchar acordó un
contrato bidireccional con Memphis la misma noche en que
seleccionó a Ja Morant. Mucho ha trasncurrido desde entonces. Esta temporada, su cuarta, fue titular en 23 partidos y promedió 20.8 minutos en el segundo mejor equipo del Oeste, siendo un parche fundamental con las lesiones que ha sufrido el equipo. Estuvo en
cuatro de las ocho quintetos más utilizados por Taylor Jenkins, y esos quintetos superaron a los oponentes por 14.4 puntos por cada 100 posesiones.
Foto: Isaiah J. Downing / Icon Sport
Konchar podría haber sido seleccionado en el puesto 58 por los Golden State Warriors, pero él y su agente prefirieron a los Grizzlies más jóvenes, quienes le ofrecieron un contrato bidireccional si no era seleccionado en el draft. Después de que Golden State vendió su selección y se cerró el trato con Memphis.
Pese a ser un hombre que no destaca por talento o personalidad, en su momento tampoco lo hacía por su físico. En el instituto no se preocupaba por ello, pero promedió unos números de videojuego en West Chicago High School: 28.9 puntos, 14.1 rebotes, 4.1 asistencias, 3.2 robos, 2.5 tapones, con un partido de 49 puntos y 27 rebotes, que fue ignorado por las universidades de División I de la NCAA. Algo que a Konchar tampoco pareció importarle demasiado.
Sin pretensiones de ser el protagonita, en su año sophomore en Purdue Fort Wayne, Konchar solo intentó 8.9 tiros por partido ese año, pero acertó el 63,7% de ellos y el 51,7% desde el triple. “Era, según la mayoría de las métricas ofensivas, el segundo mejor jugador de baloncesto detrás de Lonzo Ball“, dijo Brian Schroeder, excompañero suyo. Pasó de ala-pívot a base en su tercer año y rechazó escuelas importantes para pasar un quinto año en Fort Wayne. Hasta el día de hoy, Konchar es el único jugador en la historia de la División I de la NCAA en sumar 2000 puntos, 1000 rebotes, 500 asistencias y 200 robos en su carrera, un logro que se citó en la proclamación oficial del Día de John Konchar por parte del alcalde de Fort Wayne, Tom Henry, del 28 de marzo de 2019.
KONCHAR ES UN COMPAÑERO QUERIDO EN MEMPHIS GRIZZLIES
En la NBA, la frase “never too high, never too low” está más que usada, pero casi niguno de los jugadores refleja también esas palabras como Konchar. Para Memphis y su filosofía, eso es valioso: es el “mejor jugador de equipo”, dijo Jenkins. “Puede jugar 48 minutos, si lo necesitas, o jugar menos minutos”, y su mentalidad nunca cambia. “Lo amamos”, dijo su compañero Dillon Brooks, después de elogiar la inteligencia y la voluntad de Konchar para hacer el trabajo sucio: “Diría que es uno de los mejores ‘jugadores pegamento’ de la NBA. Pero no parece un gran jugador de baloncesto, por lo que resulta un poco diferente”.
Los cazatalentos de la NBA querían que aumentara su tasa de uso, por lo que
Konchar trabajó con un psicólogo deportivo para ser más agresivo e hizo exactamente eso. Durante sus primeros meses en Memphis, sus únicos minutos fueron en la G-League y en los minutos residuales, pero “siempre nos quedábamos en el gimnasio, hacíamos tiros o jugábamos”, dijo
Yuta Watanabe, entonces el otro jugador bidireccional de los Grizzlies y
quien se ha convertido ahora en uno de los mejores tiradores de la NBA. Año tras año, Konchar ganó más tiempo de juego, más confianza y asignaciones defensivas más difíciles, con Jenkins diciéndole continuamente que “piense menos, haga más” y que tire desde el perímetro si está liberado.
Foto de portada: Matthew A. Smith / Icon Sport