Su primera temporada en Europa es más que notable, un jugador castigado por las lesiones de rodilla a lo largo de su carrera y que ha ‘renacido’ de la mano de un Barça que aspira a finalizar en el Top-4 de la máxima competición continental. El estadounidense arrancó el año por todo lo alto y, tras un pequeño ‘bajón’ de rendimiento, vuelve ahora a exhibir su mejor puntería. El jugador ha respondido a la llamada de Grimau y se espera que sea vital en este tramo final, con los dos títulos más importantes en juego.

Jabari Parker está de vuelta. Los 15 puntos (en 23′) en tierras germanas fueron claves para que el Barça sellara la victoria en una de sus tres finales que le quedan por jugar en Euroliga y asegurar el factor cancha en play-offs. El alero alcanzó en Múnich su mejor marca individual en Europa desde el pasado 12 de enero, cuando anotó 18 puntos en la victoria en el Palau ante Zalgiris Kaunas.

Gran parte de las aspiraciones culés para levantar el cetro europeo pasan por las manos de Parker, algo que fue evidente en las derrotas del Barça ante Panathinaikos y Fenerbahce la pasada semana, donde Parker tuvo poco protagonismo y tan solo sumó 14 puntos entre los dos partidos. Junto a Vesely y Laprovittola, debe ser el tercer jugador que más tiros e importancia ofensiva asuma en el engranaje de Grimau.

SEGUNDA OPORTUNIDAD PARA JABARI PARKER

Esos problemas físicos echaron por tierra lo que apuntaba una carrera de estrella de la NBA. Nacido en Chicago, compitió por ser el mejor jugador de instituto de la ciudad con Jahlil Okafor, otro que trató de rehabilitarse en la Liga Endesa. De entre todas las Universidades que se pegaban por él, eligió a la histórica Duke. En su único año allí promedió 19,1 puntos y 8,7 rebotes. Apuntaba alto en el Draft.
 
Y así fue, seleccionado por los Bucks en segundo lugar en la edición de 2014. Por delante, sólo Andrew Wiggins. Justo por detrás, Joel Embiid, actual MVP de la NBA. Mucho más atrás, en el puesto 41, Nikola Jokic, probablemente el mejor jugador del mundo. Pero pronto comenzaron los problemas para Parker. En su primera campaña en Milwaukee jugó sólo 25 partidos antes de romperse el ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda. En el tercer curso, cuando mejor estaba, con 20,1 puntos de media, volvió a sufrir la misma lesión.
 
En verano, apareció el Barcelona, que vio en él a un recambio idóneo para nada menos que Nikola Mirotic. Parker vio en la propuesta azulgrana la opción de reflotar su carrera. Poco a poco, aunque todavía lejos del estrellato, lo está consiguiendo. Su renovación, sobre el alambre