Leandro Bolmaro ha compartido más partidos juntos con él que con cualquier otro compañero a lo largo de sus carreras. Su relación, que nació en el Barça Basket, se ha convertido en un vínculo especial que hoy en día sigue fortaleciéndose en el Olimpia Milano y que ha hecho mejorar su imagen en Euroliga.

BOLMARO Y MIROTIC: DE COMPAÑEROS A FAMILIA

Cuando Bolmaro llegó al primer equipo del Barça con apenas 17 años, se encontró con una de las figuras más determinantes del baloncesto europeo: Nikola Mirotic. Para muchos jóvenes, compartir vestuario con una estrella de esa magnitud podría resultar intimidante, pero el argentino encontró en él un mentor y una guía.

“Siempre digo que Niko es como un segundo padre para mí. Desde el primer día me protegió, me aconsejó y me ayudó a crecer dentro y fuera de la cancha”, expresó Bolmaro en una reciente entrevista con Meridian Sport.
 
La conexión entre ambos no se quedó solo en la pista. Mirotic confió en el talento del joven cordobés y le transmitió su experiencia en la élite, algo que Bolmaro siempre ha valorado. “Él creyó en mí en un momento clave de mi carrera, y eso significa mucho”, agregó el argentino.

EL REENCUENTRO EUROLIGA EN EL OLIMPIA MILANO

Después de su paso por la NBA y la Euroliga con el Bayern de Múnich, Bolmaro volvió a encontrarse con Mirotic en el Olimpia Milano. El equipo italiano apostó por reforzar su plantilla con jugadores de gran capacidad atlética y versatilidad, características que Bolmaro ha desarrollado desde su juventud.

Su llegada a Milán no solo representó un nuevo desafío profesional, sino también la oportunidad de reencontrarse con quien considera su mentor. “Es un placer jugar con él. Es una leyenda y alguien de quien sigo aprendiendo cada día“, aseguró el escolta.

LEANDRO BOLMARO: UN CAMINO MARCADO POR LA DECISIÓN ‘CORRECTA’

Antes de dedicarse por completo al baloncesto, Bolmaro tuvo que elegir entre su pasión por el deporte y una prometedora carrera en el atletismo. De niño destacó en disciplinas como el salto de altura y la velocidad, incluso compitiendo en torneos internacionales Sin embargo, el baloncesto terminó ganando la batalla. “No fue una decisión fácil. El atletismo me había dado muchas alegrías, pero el baloncesto era lo que realmente me hacía feliz“, comentó.

Su desarrollo en el Barça y su posterior aventura en la NBA con los Minnesota Timberwolves le permitieron ganar experiencia a nivel internacional. No obstante, su regreso a Europa le ha permitido reencontrarse con su mejor versión y, sobre todo, con Mirotic, quien sigue siendo una pieza clave en su evolución.

Bolmaro llegó al Olimpia Milano con la idea de consolidarse como un jugador importante en la Euroliga y continuar su crecimiento bajo la tutela de Ettore Messina. Su adaptación ha sido rápida, en gran parte gracias al respaldo de Mirotic y al ambiente competitivo actual del equipo italiano.