El Barça Basket se prepara para un duelo clave en Belgrado durante la Euroliga 2025‑26. Los de Joan Peñarroya vuelve a enfrentarse a un rival tradicionalmente exigente, sobretodo aupados por un escenario donde cada detalle cuenta. El último partido del Barça antes de viajar a Serbia dejó sensaciones encontradas: aunque logró la victoria, fue por un margen muy ajustado y mostrando signos de falta de solidez en defensa y control del ritmo. Este enfrentamiento ante el KK Partizan Mozzart Bet no será solo una prueba táctica, sino también una evaluación de carácter para los azulgranas.
Cuando la fragilidad ya se ha vuelto rutina en el Barça Basket
Según los medios serbios, el Barça ganó ante Milan en el Palau por muy poco, escapando lentamente de una situación complicada. La victoria ajustada evidencia que el equipo aún tiene problemas para mantener la consistencia durante los 40 minutos y que la defensa a veces no logra sostener la intensidad necesaria frente a los grandes rivales de la Euroliga. En Belgrado, se espera que cada error sea capitalizado por un Partizan muy sólido en su casa y dirigido por el experimentado Željko Obradović, conocido por su capacidad de explotar las debilidades del rival.
Más allá del marcador, la crítica apunta a que el Barça necesita ser más compacto en transición y mejorar la comunicación defensiva. La presión sobre el perímetro y la pintura, junto con la coordinación de los interiores, serán factores decisivos para contrarrestar un equipo que combina experiencia, disciplina táctica y un entorno local muy favorable. Este duelo pondrá a prueba la capacidad del Barça para sobreponerse a sus recientes altibajos y mostrar la estabilidad que aún no ha logrado consolidar completamente.
¿Puede ser Belgrado un punto de partida?
El partido promete ser intenso y físico, con Partizan buscando imponer su ritmo desde el principio y el Barça necesitando un rendimiento colectivo sólido. La atención estará puesta en cómo el equipo azulgrana maneja la presión de un ambiente hostil, cómo regula sus errores y si puede mantener la eficacia ofensiva sin sacrificar defensa. Además, habrá un componente emocional extra: el Barça se reencontrará con ex‑jugadores que dejaron huella en el club, como Calthes y Jabari Parker, lo que añade motivación y tensión a un duelo ya de por sí exigente. Cualquier indicio de fragilidad podría ser decisivo, y el equipo deberá aprovechar su talento individual y colectivo para asegurar la victoria fuera de casa.
En definitiva, este enfrentamiento no solo medirá fuerzas entre Barça y Partizan, sino que también servirá como termómetro de la capacidad del equipo catalán para superar su falta de consistencia y consolidarse como un contendiente fuerte en la Euroliga. La atención de aficionados y medios se centrará tanto en la ejecución táctica como en la capacidad de los jugadores de responder ante la presión y el reto que supone jugar en Belgrado.