El Fenerbahçe sufrió una derrota difícil de digerir en su propio feudo frente al Estrella Roja de Belgrado por 57-76, un resultado que dejó a los turcos en una posición delicada moralmente y encendió las alarmas sobre el posible rendimiento del equipo en un futuro.
Esta caída abrupta, que rompió la racha de dos victorias en la Euroliga, hizo que los seguidores locales empezaran a abandonar las gradas del Ulker Arena incluso antes del final, lo que no pasó desapercibido para su entrenador, Sarunas Jasikevicius.

ESTRELLA ROJA ‘DESMANTELÓ’ AL FENERBAHÇE

El Estrella Roja, liderado por Joel Bolomboy con 18 puntos y 11 rebotes, y respaldado por Nemanja Nedovic y Mike Daum, mostró un nivel de intensidad y eficacia que puso en aprietos al equipo turco desde el inicio. Un parcial inicial de 0-7 dio pie a un dominio serbio casi total, alcanzando una ventaja de 12-26 en el primer cuarto.
 
 
A pesar del esfuerzo individual de Nigel Hayes-Davis, quien sumó 20 puntos y 8 rebotes, el equipo de Jasikevicius no encontró la manera de contrarrestar la intensa defensa de Estrella Roja, que frustró cada intento de ataque local y redujo al mínimo la eficacia de figuras clave como Wade Baldwin, quien solo anotó al final del encuentro.

JASIKEVICIUS NO ELUDE A LA AUTOCRÍTICA: “PARA SER HONESTO…”

El técnico lituano, en rueda de prensa, no ocultó su malestar con la situación: “Por supuesto que queremos el apoyo de nuestros aficionados, pero también somos responsables del rendimiento que mostramos en la cancha y del juego que les mostramos. Es una vía de doble sentido”, expresó Jasikevicius, quien añadió en tono crítico: “Para ser honesto, si yo fuera un aficionado, también me habría ido temprano del estadio hoy”.
El exentrenador del Barcelona fue directo al reconocer los fallos de su equipo y su propia labor. En la rueda de prensa señaló que “no he sido capaz de dirigir bien y no hemos sido capaces de mostrar un buen rendimiento en equipo“, asumiendo la responsabilidad por la falta de cohesión en el juego del Fenerbahçe.