El primero de nuestros artículos para destacar lo mejor del decenio de 2010 a 2019 es sobre la segunda Euroliga ganada por el Barça precisamente en el primer año que acotamos. Los catalanes tenía un auténtico equipazo dirigido por Xavi Pascual y liderado por el mejor Juan Carlos Navarro, el jugador que más votos recibiría si se escogiese al más importante de las historia de los blaugrana, y con estrellas históricas como Pete Mickeal, Erazem Lorbek, Boniface Ndong, Jaka Lakovic, Gianluca Basile y los aún en activo Fran Vázquez y Ricky Rubio. No tuvieron la temporada perfecta al no ganar la ACB, hecho que también destacaremos desde el punto de vista de Baskonia en este repaso de diez años, pero no cabe duda que fue una de las mejores plantillas de la historia del Barça y de hecho sacamos el texto de un artículo que publicamos en 2017 comparando este equipo con el de la primera Euroliga en 2003.

F.C. BARCELONA 2009/2010

El Barça levanta el trofeo de la Euroliga (Foto: Lafargue)

Tras la convulsa época de Dusko Ivanovic, Xavi Pascual, técnico de la casa que lo sustituyó antes de finalizar la temporada 2007/2008, había ganado fuerza en el club al conseguir la ACB del 2009 y la directiva decidió darle a él y a Chichi Creus casi un cheque en blanco para conformar una plantilla capaz de asaltar otra vez el trono de la Euroliga. 

Se fichaba a Pete Mickeal de Tau Cerámica, a Boniface Ndong de Unicaja, a Terrence Morris y Erazem Lorbek de CSKA, y se producía el fichaje más caro de la historia del Barça, la emergente estrella española Ricky Rubio. Prácticamente un quinteto titular de no ser por el puesto de escolta, que era propiedad de Juan Carlos Navarro, ya asentado al nivel de las máximas estrellas del baloncesto europeo tras su vuelta de la NBA la temporada anterior. Con 29 años, la Bomba estaba en uno de sus mejores momentos. En la plantilla seguían los nacionales Fran Vázquez, Roger Grimau y Victor Sada y los ya adoptados para siempre Jaka Lakovic y Gianluca Basile. Desde la pretemporada los blaugrana eran considerados unánimemente favoritos a todo.

Uno más, Mickeal se une a la fiesta del mate.<br>
(Foto:dnavarro.es)

El sello de Xavi Pascual en aquella época era un juego rápido basado en la recuperación o el rebote en defensa para iniciar rápidamente el contraataque o la transición. Y en juego estático basarse en el talento de Navarro y la capacidad de Mickeal para hacer daño en todas las zonas del campo. Su jugada más utilizada era el pick, ya fuera “and roll”  para terminar con espectaculares aleyhoops a sus pívots o “and pop” para el tiro de sus cuatros abiertosY tenía la plantilla hecha a medida para desarrollar ese juego. En defensa, Ricky era el mejor recuperador de balones de Europa, Sada un perro de presa, Mickeal un gran defensor y reboteador, y la pareja de pívots era la más intimidante del continente, con el experto Ndong y el máximo taponador histórico tanto de ACB como de Euroliga, Fran Vázquez. En ataque, tanto Rubio como Navarro trasladaban el balón rápidamente a campo ofensivo y eran expertos en el bloqueo y pase gracias a su capacidad en este último fundamento. Los aleyhoops acabados en mates eran continuos gracias a la capacidad de jugar por encima del aro de Vázquez,Ndong y Morris, al igual que los triples de Lorbek o el propio Morris cuando eran ellos los que realizaban el bloqueo. Y si eso no funcionaba quedaba la enorme calidad en el uno contra uno de la Bomba, Mickeal o Lorbek.

Al igual que la anterior época analizada, la plantilla era muy superior sobre el papel al resto de los equipos la liga ACB. Pero quizás había algo más de dificultad. El Real Madrid, en el que Sergio Llull comenzaba a jugar algún partido de titular, sin estar en una buena época, era mejor que el de la 2003. Además era una temporada de entrenadores renombrados en muchos de los equipos del baloncesto patrio: a los blancos los entrenaba Ettore MessinaDusko Ivanovic volvía a su binomio perfecto con Baskonia, Neven Spahija entrenaba al Valencia de los jóvenes Nando De Colo y Victor ClaverJoan Plaza a Cajasol y Aíto a Unicaja.

Como en el 2003, el Barça se llevó la Copa del Rey con Fran Vázquez de MVP y arrollando al Real Madrid en la final. Los blaugrana daban una gran sensación de superioridad a esas alturas.

Sin embargo, el camino a la Final Four del equipo de Pascual fue totalmente diferente al de Pesic. En la fase regular, los catalanes no perdieron ni un partido y acumularon una diferencia de puntos a favor de 208. En el top16 solo perdieron un partido y la diferencia fue de 69, la mayor de todos los equipos. Y superaron los cuartos de final ganándole 3-1 al Real Madrid. Esta vez, no solo eran claramente favoritos, si no que lo demostraban en la cancha arrasando a sus rivales partido tras partido y con un gran juego ofensivo.

El mejor quinteto de liga regular de la Euroliga fue el formado por Milos Teodosic de Olympiakos, que fue el MVP, Juan Carlos Navarro, Linas Kleiza de Olympiakos, Victor Khryapa de CSKA y Aleks Maric de Partizán. En el segundo aparecía otro jugador de los griegos, Josh Childress, de los rusos, Ramunas Siskaukas, y del Barça, Erazem Lorbek, demostrando la constelación de estrellas que había en los tres equipos. Lo completaban Bo McCalebb en su etapa de Partizan y Tiago Splitter de Baskonia.

Otra vez tocaba verse las caras con el poderoso acorazado ruso en semifinales y con viejos conocidos: J.R. Holden y Khryapa seguían de la plantilla de hace 7 años y también estaba Trajan Langdon que jugaba en Benetton de aquella. Pero también había caras nuevas como los rusos Kaun y Ponkrashov, el esloveno Smodis, uno de los grandes del baloncesto europeo pero que llegaba recién recuperado de una larga lesión, Zoran PlaninicPops Mensah-Bonsu y Ramunas Siskaukas, que era la estrella en aquel momento. Como si fuera una vuelta al 2003, fue un partido duro y trabado en el que el máximo anotador del Barça fue Vázquez con 11 puntos pero en el que otros 5 jugadores aportaron entre 7 y 10 puntos. El CSKA lo intentó peleando el rebote de ataque, pero ya no estábamos en la época en que se ganaba con 54 puntos anotados. Así lo narramos en solobasket.

En la final aguardaba un Olympiakos muy diferente al que después se llevó dos Euroligas. Era una plantilla repleta de estrellas que no resistía casi ninguna comparación nombre por nombre, pero distaba mucho de ser un equipo. Empezando por una de las mejores parejas de bases de la historia europea, Papaloukas y Teodosic, siguiendo por fichajes millonarios de la NBA, Linas Kleiza y el sobrepagado Josh Childress, y continuando por los pívots griegos Bourussis, “BabyShaq” Schortsanitis y Mavrokefalides. También estaban en plantilla aunque con pocos minutos en esa final, por unos u otros motivos, el ahora NBA Patrick Beverley, la estrella de Israel Yotan Halperín, el americano Scoonie Penn y Nikola Vujcic. Una auténtica pléyade de estrellas. Pero que ya habían sufrido hasta el último segundo contra el Partizán de McCalebb, Maric y una de las estrellas del Fenerbache actual campeón, Vesely, que cometió un error importante al no cerrar a Childress que consiguió forzar la prórroga que les dejó sin final. Crónica de la semifinal.

Se preveía una final igualada, pero no tuvo historia. La intimidación de los interiores azulgranas, especialmente de Fran Vázquez que puso 4 tapones en el partido, comenzó a minar la moral de los griegos desde el principio del partido. Kleiza y Sofo lo intentaban con acciones individuales pero el pívot gallego interceptaba una y otra vez sus intentos. El único lunar era el mal inicio de Ricky, pero en su lugar entró un Sada que tuvo su partido más efectivo en ataque, 7 puntos sin fallo en el tiro, incluido un triple. En las alas, las dos estrellas, Mickeal y, en especial Navarro, asumían su papel para acabar con 14 y 21 puntos. La Bomba ocupaba el papel de su antiguo compañero Bodiroga como MVP de la final tras presentar una tarjeta de 23 créditos de valoración. A sus puntos había sumado 5 rebotes, 3 asistencias y 5 faltas recibidas. Y pasaba a la historia como el único jugador que ha ganado dos Euroligas con la camiseta del Barça, quizás el hito más importante que ha conseguido con su equipo. Crónica de la final.

Este equipo se convirtió en histórico desde ese mismo momento, pero para igualar al del 2003 le faltaba la ACB para completar un segundo triplete. Inexplicablemente, después de arrasar a Estudiantes y Unicaja, pareció perder la motivación y no fue capaz de ganar ni un solo partido al Caja Laboral en la final. O más bien la explicación está en una magnífica plantilla de los vitorianos, dirigida por un Dusko Ivanovic sediento de sangre y que conocía al equipo y a su entrenador, con un Tiago Splitter que fue MVP de la liga y de la final formando pareja con Mirza Teletovic, Pau Ribas y Marcelinho Huertas como bases, English, Barac, Oleson, Hermann, Eliyahu y el hombre que encarna como nadie el carácter Baskonia, incluso ahora que ya no juega en Vitoria, Fernando San Emeterio, el jugador que metió el 2+1 que ponía el 3 a 0 y daba la liga a Caja Laboral.

Aquí podéis ver la final de París:

youtube://v/Svy7N7aVuAQ