El annus horribilis de Bilbao Basket está a punto de acabar de la peor de las maneras. El nuevo consejo de administración que tomó el testigo de un Gorka Arrinda que dejó una deuda de algo más de seis millones de euros, presento a finales de junio un proyecto de viabilidad detallado. Los accionistas y socios de Bilbao Basket volvían a respirar optimismo después de meses temiendo por el futuro de su club. Sin embargo, las buenas intenciones no se han plasmado en hechos y el club bilbaíno ha recibido de parte de la ACB el tiro de gracia. La ACB ha tomado la resolución de no inscribir al club y excluirlo de la competición al no restituir las cantidades del Fondo de Garantía Salarial y tener deudas pendientes con la ACB y la plantilla deportiva que superan considerablemente la cifra permitida por la Asociación.
El Consejo de Administración de Bilbao Basket ha buscado durante todo este tiempo un aval para el crédito de tres millones de euros que pudiera poner en marcha en plan de pago de las deudas contraidas con distintos acreedores. Pero la misión se ha tornado imposible. Los rumores sobre hipotéticos patrocinadores que pudieran avalar la operación no se han consumado, ni tampoco las instituciones, en buena parte responsables del auge y caída del anterior máximo accionista, han aparecido para ayudar a un grupo que llegó al club con su bendición y apoyo. Una cuesta abajo sin freno e inesperada para una plaza tan importante en la Liga Endesa.
Ante esta situación, la ACB ha sido inflexible tomando la decisión de excluir de la competición a Bilbao Basket tras, entre otras circunstancias, no cumplir a 15 de julio con la obligación de reponer en el Fondo de Garantía Salarial la cantidad reclamada por los jugadores del equipo en el mes de mayo (cifra cercana a los 200.000 euros). Incluso ya se ha eliminado de la web de la competición cualquier rastro de la pertenencia a la Liga Endesa del club vasco, algo insólito. Sin plazos adicionales, la liga anuncia que decidirá mañana si amortiza la plaza de Bilbao Basket o si abre un concurso para cubrir la vacante. Un concurso en el que podría participar un club que también ha sido protagonista de infinitos problemas económicos no resueltos, el CB Valladolid. Una completa contradicción en si misma. Con Bilbao, la Liga Endesa pierde una de las plazas más atractivas, la tercera en número total de público y la primera en porcentaje de ocupación de su pabellón. Otro golpe más a una competición que sigue debilitándose ante la mala salud de sus cimientos y con clubes como Manresa, que siguen manteniendo su plaza a pesar moverse en el filo de la navaja.
Esta decisión acarreará además unas consecuencias muy series en el plano económico para Bilbao Basket: perderá el canón ACB de 2.7 millones abonado en 2004 por Ayuntamiento de Bilbao y Diputación de Bizkaia y también el depósito de responsabilidades por ascensos y descensos, que suma otros 1.5 millones.