Cuando el Real Madrid anunció la contratación de Dzanan Musa todos sabíamos que era un buen refuerzo para los blancos, lo que nadie podía prever es que sería una pieza tan importante en los esquemas de los madridistas que, dependiendo de cómo esté Dzanan, así juega su equipo.

Se han consumido 27 jornadas de Liga Endesa, y 34 de Euroleague, y la Musa-Dependencia se ha hecho más evidente a cada partido. El rendimiento que está ofreciendo el alero bosnio no ha sorprendido pero sí ha maravillado a propios y extraños. Tras un primer año muy notable en Lugo, el salto a un grande, siempre complicado, no se esperaba tan contundente.

En ACB, en los 27 partidos de Liga Endesa disputados, sus promedios son espectaculares: 21 minutos en pista, 14.7 puntos (50.9% T3, 56,2% T2, 76.6% TL), 2.7 rebotes, 2.1 asistencias, 3,9 fatas recibidas para 16 puntos de valoración.

En los 34 partidos de Euroleague sus números han sido: 23 minutos en pista, 15.5 puntos (59.3% T2, 39% T3, 86,3% TL), 2.9 rebotes, 2.6 asistencias, 4.1 faltas recibidas para 16.6 puntos de valoración.

Como se puede comprobar, la exigencia de la competición continental no ha restado importancia al bosnio, sino todo lo contrario, la ha ratificado. Dzanan Musa es “el hombre al rescate” de los blancos, cuando ha brillado por encima de la media, su equipo siempre ha ganado, cuando “simplemente ha hecho sus números”, su equipo se ha resentido y normalmente ha perdido el partido. Se convierte así en el termómetro del juego blanco, si Musa está “onfire” su equipo lo acompaña.

Este hecho hace que los rivales centren sus esquemas defensivos en torno al alero bosnio, ya hemos podido ver, tanto en Liga Endesa como en Euroleague, sistemas diseñados para “parar a Musa”, una tarea bastante complicada, de los 27 partidos en Liga Endesa, tan sólo ha estado por debajo de la decena de puntos en cuatro de ellos, y en ocho partidos más ha logrado dobles dígitos pero por debajo de su media anotadora, un total de 12 partidos de 27 donde Musa “ha flojeado” en la faceta anotadora.

Si tenemos en cuenta su incidencia en el partido, hay un punto de inflexión con la lesión de Tavares. Antes de la lesión del pívot blanco, si Musa tenía un mal día en el tiro, independientemente de los puntos cosechados, su equipo ha perdido:

  • Jornada 5 contra Baskonia: 17 puntos pero 4/8 T2, 2/6 T3, 2 pérdidas
  • Jornada 7 contra Zaragoza: 16 puntos pero 1/7 T2 y 3 pérdidas
  • Jornada 14 contra el Barça: 14 puntos pero 2/6 T2 y 1/4 TL con 3 pérdidas

Pero tras la lesión de Tavares, con un Madrid mermado en la pintura, con uno de sus pilares básicos a un rendimiento algo menor tras su regreso, la incidencia de Dzanan es menos vital, ya que aunque haga un partidazo, su equipo “no le acompaña”. El último y más reciente ejemplo ha sido “El Clásico”, partido que tuvo muchos y grandes protagonistas, pero el más destacado de todos fue el bosnio. El alero del Real Madrid acabó con 33 de valoración, cifra que le ha servido para cosechar el galardón de MVP de la Jornada 27.