El Covirán Granada no tenía margen. Las lesiones de Elias Valtonen y Jovan Kljajic dejaron al equipo sin dos piezas clave justo cuando la Liga Endesa entra en su tramo más exigente. La respuesta fue inmediata: William Howard, un viejo conocido de la liga, como refuerzo exterior; y Amida Brimah, un pívot intimidador que llega desde Primera FEB. Dos movimientos diferentes, pero con un mismo objetivo: evitar que la temporada se desplome antes de tiempo. La pregunta es inevitable: ¿encajan de verdad en lo que necesita Granada o son fichajes de supervivencia?

William Howard: experiencia, físico y una incógnita por resolver

Howard aterriza en Granada tras pasar por Joventut y Girona, con un perfil claro: jugador de 2,03 m, con tiro exterior irregular pero capaz, físico versátil y experiencia suficiente para no necesitar una presentación larga en ACB. Su llegada responde a una necesidad evidente: Granada había perdido amenaza exterior y tamaño en el perímetro.

A corto plazo, Howard apunta a segunda pieza más que a titular. Puede ocupar minutos de alero o ala-pívot, ofrecer defensa en cambios y dar estabilidad en un equipo que sufre para cerrar posesiones. Pero su rendimiento previo en ACB ha sido irregular. En el mejor escenario se convierte en el jugador que redondea el perímetro. En el peor, en un complemento sin impacto que suele diluirse si no tiene “su día”.

¿Cuánto tardará en adaptarse y qué puede aportar desde el primer día?

La ventaja es que Howard conoce la liga, entiende el ritmo ACB y no llega desentrenado. Aunque necesita entrar en los sistemas, no debería tardar más de 2 o 3 semanas en ofrecer una versión reconocible. Con minutos sostenidos puede ser útil; sin ellos, su aportación se diluirá rápido, aunque lo que sí tenemos claro que lo que puede aportar, aunque sólo entrene una vez con el equipo antes del vital partido de Coviran Granada ante Casademont Zaragoza, es:

  • Físico y polivalencia.
  • Defensa exterior aceptable.
  • Algún partido de producción ofensiva puntual.
  • Un perfil que Granada había perdido con las lesiones.

Pero todo dependerá de su consistencia, el gran debe de su carrera.

Amida Brimah: un salto enorme desde Primera FEB… y un riesgo ¿calculado?

El segundo refuerzo del Covirán Granada no llega para anotar ni para transformar el ataque, sino para tapar una fuga urgente: la necesidad de reestructurar roles perimetro-interior. Amida Brimah, pívot de 2,13 m, aterriza procedente de Movistar Estudiantes, donde estaba firmando una temporada discreta en ataque pero notable en presencia física. Los números oficiales lo confirman:

  • 4,6 puntos
  • 3 rebotes por partido
  • 1,1 tapones, su gran sello
  • 56,7% en tiros de dos
  • 15:22 minutos de media
  • Valoración: 5

Brimah no es un generador, ni un finalizador de volumen, ni un interior creativo. Es un especialista defensivo. Su aportación pasa por cambiar tiros, ocupar espacio en la pintura, proteger el aro y castigar físicamente al rival en el bloqueo y continuación. En una liga tan exigente como la ACB, su margen de impacto dependerá más de su capacidad para mantener el nivel defensivo que de sus números ofensivos.

¿Qué rol tendrá en Granada?

La lógica apunta a un papel claramente delimitado:

  • Entrará como pívot de rotación, probablemente tercer interior.
  • Su misión será anclar la defensa en tramos donde el equipo sufra en la pintura.
  • No se espera que juegue más de 10–15 minutos salvo emergencias.
  • Su presencia permitirá ajustar emparejamientos y proteger a los titulares de problemas de faltas.

Brimah puede ayudar mucho… si se le pide solo lo que sabe hacer bien. Permitirá liberar de la zona a un jugador más móvil como Luka Bozic para que juegue más abierto, y si Coviran Granada es capaz de recuperar a Travis Munnings o darle más minutos a Edu Durán se paliarían las importantes bajas de Jovan y Elías que van a modificar el plan de Ramón Díaz durante demasiados meses.

¿Acierto o movimiento de urgencia?

Si la inscripción se completa a tiempo, puede debutar de inmediato, pero el impacto real puede no ser tan inmediato. Su aportación en defensa será rápida, se adapta con mayor celeridad ya que es su lenguaje baloncestístico natural, pero en ataque necesitará de 2 a 4 partidos para entender lecturas, timings y espacios. No es un fichaje para revolucionar nada, sino para corregir un problema concreto desde el primer día.

Es, claramente, un fichaje de necesidad, pero eso no lo convierte en error. Si Brimah ofrece sus 10–12 minutos de defensa sólida, Granada habrá ganado un recurso útil sin comprometer estructura ni presupuesto. Podría ser la aportación que no consigue dar un perfil como el de Ivan Aurrecoechea, que podría estar en la parrilla de salida con esta incorporación.