No todos los clásicos son positivos. Y los líos de despachos y tribunales de la ACB ya lo son. Un verano más, un club de LEB Oro busca por la vía judicial un ascenso a la Liga Endesa y la Asociación de Clubes de Baloncesto acaba viéndose en los juzgados. Esta vez, Gipuzkoa Basket.
Sin ascensos por la COVID-19
El problema surge de la discrepancia a la hora de actuar entre la Federación Española de Baloncesto, responsable de la LEB Oro y la ACB, a cargo de la Liga Endesa. Mientras que la Liga Endesa disputó la Fase Final Excepcional, la LEB dio por concluida la competición el día 25 de mayo manteniendo la clasificación en la tabla.
Esta circunstancia dejaba en vía de ascenso a Carramimbre Valladolid y Delteco Gipuzkoa Basket, con los castellanos como campeones de liga. El problema, como siempre, eran los descensos. Y es que la Fase Final Excepcional se hizo con vistas a decidir un campeón, pero dejando congelada el resto de la tabla.
Los vallisoletanos no pusieron más problemas, dando por imposibles las condiciones económicas necesarias e inmersos en el proceso del acuerdo con el Real Valladolid de fútbol. El GBC, por su parte, sí quería su ascenso.
Reunión sin frutos
Se iniciaba así una ronda de contactos entre el Delteco Gipuzkoa Basket y la ACB, con la Federación y el Comité Superior de Deportes presentes y con este último tratando de mediar. Buenas palabras por todas las partes, pero ningún acuerdo: la Liga Endesa sólo se contemplaba con 18 equipos, la ACB se cerraba en banda mientras la FEB no se consideraba competente para decidir y el CSD proponía un modelo en vista a dos temporadas. El resultado, el esperado: carpetazo y liga de 18.
Con un escuetísimo comunicado, la ACB dejaba clara su postura: “La acb ha argumentado la decisión tomada por su Asamblea General y defenderá los derechos de sus clubes asociados.” Comenzaba así la pelea administrativa para el GBC.
Los veranos de la ACB
Como decíamos, no es la primera vez que la Liga Endesa se ve en esta situación. A pesar de haber abierto la mano en los últimos años, las condiciones para los ascensos, en los que la Asociación abría y cerraba la mano, dejaban fuera al CB Tizona, que optó por una vía agresiva en los despachos y los juzgados, y al Club Ourense Baloncesto, que en el año 2015 optó por una estrategia más conciliadora. Los gallegos llegaron a un acuerdo para un ascenso en diferido una temporada más tarde, un acuerdo no exento de polémica, para, finalmente, no poder reunir el dinero y quedarse fuera en el 2016. Los juicios siguen su curso, por cierto.
Ahora, el Gipuzkoa Basket ha recurrido, también, a la vía judicial y ha solicitado la suspensión cautelar de la competición.
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El futuro, de nuevo, en el aire
Finalmente, el GBC denunció la situación en el juzgado de Barcelona que ha contestado hoy al club vasco. En un comunicado oficial, el consejo de administración del Gipuzkoa Basket anuncia que el juez ha aprobado las medidas cautelares que habían solicitado y “se impone la obligación a la Asociación de Clubes de Baloncesto de proceder a cursar la invitación de modo inmediato al Donosti Gipuzkoa Basket 2001 SKE SAD para que ingrese en la ACB en la temporada 2020-21”.
Donostia Gipuzkoa Basket 2001 SKE SADen Administrazio Kontseiluaren jakinarazpena
— Delteco Gipuzkoa Basket (@gipuzkoabasket) July 31, 2020
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Lo que pase a partir de aquí, es imprevisible, como cada verano. El problema de la vía judicial suelen ser los plazos. Aunque finalmente la justicia diera la razón a GBC, parece improbable que llegara a tiempo. La cautelar, por su parte, abre una opción a la esperanza.
En cualquier caso, en lo deportivo, el GBC tiene un problema. No es lo mismo planificar la temporada con vistas a jugar en la LEB Oro y, a primera vista, tratar de volver a competir por la parte alta, que optar por un año de transición en lo deportivo o… preparar un equipo para competir en la máxima liga europea de baloncesto.