Desde que Sito Alonso llegara a la capital del Segura a principios de 2019 las victorias de UCAM Murcia suelen tener la firma de Askia Booker. Ni siquiera la aparición de un especialista como Jarell Eddie ha puesto en entredicho el rol principal de nuestro protagonista. Durante el curso, los dos conformaron una pegada letal capaz de sumar 35.6 puntos por encuentro. Hay que remontarse al Siglo XX para encontrar cifras similares en la historia del Club. Sin embargo, los promedios de Askia brillan con luz propia: 21.2 tantos y 3.6 asistencias (16.1 de valoración).
La pasada campaña, Booker ya dibujó en Manresa la segunda mejor marca anotadora de los murcianos en su andadura ACB. Los 40 tantos del base californiano igualaron el registro de Mike Anderson en 1995. Ambos quedan justo un peldaño por debajo de otra leyenda del Palacio de los Deportes: Duane Washington (41). Palabras mayores.
Antes de que el COVID frenara en seco la temporada actual, “Ski” había tenido tiempo también para superar la treintena de puntos en Andorra (33) y Badalona (32). Dos exhibiciones que en nuestra opinión no superan el rendimiento ofrecido ante Monbus Obradoiro en el Fontes do Sar. Ya muy cerca del parón (jornada 22), Booker abanderó las buenas sensaciones universitarias para conquistar Santiago (72-83).
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Más allá de su innegable capacidad anotadora (31), el líder de los pimentoneros repartió 5 asistencias y convirtió 9 de los 10 tiros libres de los que dispuso. En total forzó 7 faltas personales. Un apartado del juego en el que venía trabajando desde hacía semanas. Además, Askia selló aquel día una serie notable desde más allá del arco (4 de 7).
A pesar de la calidad de Kostas Vasileiadis (19 tantos) y del trabajo de Maxime de Zeeuw (19 de valoración), los gallegos sucumbieron ante el formidable tercer cuarto de Booker y los suyos. El parcial de 0-7 en la reanudación lanzó a Murcia hacia la séptima victoria en Liga.

La temporada de Askia Booker ha sido algo irregular eso sí, quizá en sintonía con la dinámica del equipo. De hecho, un inoportuno y sorprendente golpe le hizo ser baja en tres de las ocho derrotas encadenadas por el plantel de Sito Alonso.
Por otro lado, la dependencia alrededor de su figura es evidente, y para muchos contraproducente en un club de la dimensión de UCAM Murcia. Es probable que haya mermado el potencial de otros compañeros. En cualquier caso, retener un talento como el suyo ha resultado imposible; supondría además una inversión capaz de desequilibrar algo más que el presupuesto. ¿Habría merecido la pena? Por lo visto en Santiago, no hay duda, “Ski” y 11 más.