En la Penya no todo es fantasía. Tras la vuelta de Ricky y su espectacular inicio, el fichaje de dos jugadores de rol perfectos y un comienzo con grandes resultados, Dani Miret aún tiene un problema a resolver. Su llegada al Joventut de Badalona parecía el inicio de una etapa destinada a convertirse en algo más que un gran jugador en Badalona. La Penya vio en él un perfil diferencial para el alero–ala-pívot, un jugador capaz de anotar, rebotear y crear ventajas desde su potencia. Tras una gran primera temporada, el progreso parece haberse frenado en seco.

Sam Dekker: Un fichaje estelar que no encuentra su sitio

Sam Dekker aterrizó oficialmente en el Joventut en noviembre de 2024, procedente del London Lions. Llegó con la temporada iniciada, pero venía a ser uno de los fichajes estrella del nuevo proyecto verdinegro, llamado a liderar junto a Andrés Feliz y Tomic un equipo que quería mirar hacia arriba. Su primera temporada dejó detalles de calidad. En Liga Endesa terminó la temporada con un promedio de 12,6 puntos, 4,0 rebotes por partido, con un 40,9% en triples, promediando unas 2,4 triples por partido. Tras una gran temporada de rendimiento y comunión con la afición, Dekker renovó otro año más con la Penya.

Pero el arranque de esta campaña 2025-26 ha sido mucho más duro de lo previsto. En la Liga Endesa, Dekker promedia cerca de 4 puntos y 4 rebotes por partido, con porcentajes de tiro muy bajos (alrededor del 30 % en tiros de campo y el 15 % en triples). Un rendimiento que contrasta con las expectativas generadas a su llegada y que ha alimentado dudas tanto dentro como fuera del vestuario. En un contexto donde hay mucho más jugador protagonista, Dekker parece no encontrar su sitio. La falta de confianza es tan evidente que, según informó la prensa local, el jugador llegó incluso a ausentarse de un entrenamiento reciente, un síntoma de que atraviesa un momento delicado.

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Una sombra entre el gran momento en Badalona: Confianza, vestuario y un reto mental por resolver

Lejos de señalarlo, el vestuario se ha cerrado en bloque para protegerle. La Penya ha transmitido públicamente su apoyo, consciente de que Dekker es un jugador que, si recupera sensaciones, puede ser diferencial. En el Olímpic de Badalona saben que recuperarlo es clave. El equipo ha comenzado la temporada como un tiro, pero necesita que Dekker vuelva a ser ese jugador agresivo, confiado y productivo al que se fichó si quieren llegar a pelear por algo más que una buena temporada. Sus condiciones físicas siguen intactas; la cuestión está en que vuelva a sentirse cómodo en su rol y en su toma de decisiones.

Mientras Sam Dekker busca reencontrarse consigo mismo, el Joventut está sosteniéndose gracias al excelente momento de varios jugadores que han elevado su rendimiento. Miguel Malik Allen se ha convertido en una de las sorpresas más sólidas del inicio de temporada, aportando energía, intensidad y una eficiencia creciente en ambos lados de la pista. Yannick Kraag, cada vez más asentado, está dando un paso adelante en anotación y responsabilidad, mostrando una madurez competitiva que confirma su progresión. Y Henry Drell, uno de los fichajes más regulares del curso, está aportando versatilidad, defensa y lectura en los minutos más exigentes. Con estas piezas funcionando a gran nivel, Dani Miret mantiene la calma y sigue confiando en que Dekker acabará entrando en dinámica; sabe que, si el estadounidense se suma al buen momento del resto del núcleo exterior, la Penya puede dar un salto competitivo significativo.