Durante las últimas dos décadas, Baskonia ha construido su historia reciente a base de talento… y de apuestas. Mientras otros equipos fichaban nombres consagrados, el club vitoriano supo detectar perfiles infravalorados o directamente desconocidos que acabaron siendo piezas clave en Liga Endesa y Euroliga. Algunos de esos fichajes “random”, en apariencia anecdóticos, terminaron siendo esenciales. Repasamos algunos de los más sorprendentes y efectivos.

Sergi Vidal: el líder que nadie esperaba en Baskonia

Cuando Baskonia fichó a Sergi Vidal en el año 2000, pocos imaginaban que ese escolta del Joventut se convertiría en uno de los estandartes del club durante casi una década. Llegó sin grandes titulares, pero su progresión fue meteórica: pasó de ser un suplente energético a capitán y figura clave en los títulos de Liga (2002, 2008) y en cuatro Copas ACB. Jugador total, equilibrado en ataque y defensa, dejó huella por su ética de trabajo, su lealtad y por encarnar el ADN Baskonia. Su dorsal #9 fue retirado y luce en el Buesa Arena, un reconocimiento reservado a los verdaderos íconos.

Milko Bjelica: la solidez que llegó sin hacer ruido

El caso de Milko Bjelica es el clásico del jugador que llega por la puerta de atrás y acaba siendo imprescindible. Este ala-pívot montenegrino fichó por Baskonia en 2011 sin gran cartel, pero su capacidad para sumar puntos y rebotear lo consolidó rápidamente. En su segunda etapa (2013), promedió casi 10 puntos y 6 rebotes por partido en ACB, y rozó los dobles dígitos también en Euroliga. Su versatilidad ofensiva fue clave en una época de transición para el club, y su perfil “currante” encajó como anillo al dedo en Vitoria.

Marcelinho Huertas: el genio silencioso

Marcelinho Huertas llegó a Baskonia en 2009 y volvió años después para dejar su sello como uno de los mejores bases que ha pisado la ACB. Aunque no era un fichaje mediático, su visión de juego, temple en momentos calientes y creatividad marcaron un antes y un después en la dirección del equipo. En su segunda etapa (2017–2019) aportó regularidad, liderazgo y estilo. En retrospectiva, su paso por Baskonia fue un trampolín hacia convertirse en el máximo asistente histórico de la Liga Endesa y MVP con 42 años. Pocos tan “random” y tan determinantes.

Trent Forrest: de “intrascendente” a base titular del último Baskonia

En verano de 2024, Baskonia firmó a Trent Forrest, un guard estadounidense sin experiencia en Europa y un paupérrimo cartel en la NBA. Nadie lo tenía en su radar. Pero Forrest se ganó el puesto con hechos: terminó la temporada 2024‑25 promediando 12,8 puntos, 4,8 asistencias y una valoración media de 16,8 en ACB. En Euroliga, fue uno de los mejores pasadores de la competición. Su rendimiento en los momentos clave, y sobre todo en la racha de bajo rendimiento de Howard, ayudó a Baskonia a alcanzar los playoffs Liga Endesa y consolidó su lugar como uno de los bases más solventes del panorama europeo. Un fichaje tapado que se volvió imprescindible.