No vivimos solo en la era del triple, sino en la era del dato: la estadística avanzada ha transformado la forma de entender el baloncesto.

Seguro que viendo un partido de baloncesto habrás oído hablar de ‘eficiencia’, ‘rating ofensivo’ o ‘impacto defensivo’. Quizá te suenen a chino y pienses que de eso solo hablan los frikis. Quizá hace 15 años era así, pero ahora lo utilizan hasta jugadores de la talla de Facundo Campazzo: “La estadística avanzada es lo que más se acerca a tu impacto en el partido. Tu eficiencia a la hora de jugar, en ataque, en defensa o cuando defiendes al mejor jugador.”

Muy bien. Frikis y jugadores lo utilizan, pero al aficionado en general no le sirve. No lo pienses así, piénsalo como lo piensa Rafa Jiménez, el analista de datos de Valencia Basket: “¿Si tú te vas a comprar un coche vas al concesionario de tu barrio y te quedas con el primero que veas o miras en todas las webs posibles?”

Elegir a un jugador es como elegir un coche: cuantos más datos tengas mejor | Elaboración propia

Puedes pensar que es mero entretenimiento, pero no te puedes ni imaginar a la gente que dan trabajo los datos en la NBA. La respuesta la tiene Antoni Daimiel: “En el año 2008, había 200 empleados relacionados con el análisis de datos en toda la NBA. La última referencia que tengo, de hace dos años, es que Oklahoma City Thunder tenía 78 personas trabajando en datos y Cleveland más de 40.”

Pero para que esos datos lleguen a los analistas, hay que recogerlos y para ello hace falta mucha más gente. “En la Liga Endesa, tenemos a tres personas en pista, más un cuarto compañero que está en vídeo supervisando en vivo todas las jugadas que van subiendo”, afirma Luis Manuel Aranguren, director de estadística de la Liga Endesa.

Una revolución silenciosa

Las decisiones en el baloncesto van mucho más allá de la simple estadística y la reputación de un equipo. Antes, como señala Quique Villalobos, agente de Luka Doncic, “la colocación de un jugador dependía mucho más de la percepción subjetiva y de las conexiones dentro del baloncesto”. Ahora, el instinto se blinda con datos.

Las características de Alex Sarr hacían que Washington fuese mejor opción que Atlanta | Fuente: NBA

“Con la integración de la estadística avanzada, los agentes pueden tomar decisiones mucho más informadas. Por ejemplo, si un jugador destaca en situaciones de campo abierto y en equipos de alto ritmo, lo lógico es no enviarlo a un equipo que juegue con posesiones largas y un estilo pausado”, añade.

Vamos a tomar el ejemplo de Alex Sarr en el draft de 2024. Aunque prácticamente todos lo veían como el número 1 del draft de la NBA, su agente, Quique Villalobos, explica cómo un análisis profundo de la situación del equipo que tenía el número 1, Atlanta Hawks, les llevó a elegir a los Washington Wizards.

Quique Villalobos: “Él no tomó esa decisión, la tomamos nosotros. Alex no tiene un gran conocimiento de cómo funciona la NBA ni del discurso interno de las distintas franquicias. De manera conjunta analizamos la situación y llegamos a la conclusión de que Washington era una mejor opción para él.”

Pero las decisiones en base a los datos no solo cambian elecciones en el draft, sino en el día a día de un equipo. Imagínate que eres el nuevo director deportivo del Unicaja de Málaga. Llegas nuevo, ¿y qué haces? ¿Mantienes lo que hay o haces una revolución en la plantilla? Pues ese dilema fue al que se enfrentó Juanma Rodríguez cuando volvió a la dirección deportiva del Unicaja en el año 2021.

Juanma Rodríguez: “Al iniciar este proyecto nuestro espejo era Tenerife. Ellos llevaban unos años con el mismo bloque, el mismo entrenador y había una continuidad y como consecuencia de eso una competitividad del equipo. Para dar continuidad a un jugador que lo ha hecho muy bien tienes que conocerlo más en profundidad para estar absolutamente convencido que vas a dar ese paso.”

La verdad es que la estrategia no le ha funcionado nada mal. En los cuatro años que lleva al frente de la dirección deportiva del Unicaja ha ganado dos copas del rey, una supercopa, una BCL y una Copa Intercontinental. Sin embargo, no todo es tan fácil. Como decía Juanma, mantener una plantilla conlleva riesgos, y si no que se lo digan al UCAM Murcia.

Los de Sito Alonso lograron llegar a su primera final de Liga Endesa en la temporada 23/24 contra todo pronóstico. Decidieron seguir el ejemplo del Unicaja y mantener a prácticamente toda la plantilla, lo que no les ha salido especialmente bien.

Aunque jugadores como Dylan Ennis han mejorado su rendimiento, otros no lo han hecho, incluso lo han empeorado, y la dirección deportiva de Alejandro Gómez ha prescindido de ellos para dejar hueco para nuevos fichajes y tratar de revertir la situación.

Lección número 1: Cuando un dato te chirríe, compruébalo

Te apuesto lo que quieras a que te puedo demostrar que Shaquille O’Neal es mejor tirador que Curry. Podrás pensar que estoy como una regadera, pero lo voy a hacer. Durante la temporada 95-96, Shaq tuvo un 50% en tiros de tres, un dato mucho mayor que cualquier temporada de Curry. Los números no mienten, pero sí que pueden engañar. No te he dicho que es que ese 50% es porque tiró dos triples y metió uno.

Lección número uno con los datos, no solo en el baloncesto: cuando un dato te chirríe, compruébalo. Que no te la cuelen eligiendo solo la estadística que les da la razón. A esto, los estadísticos lo llaman ‘cherry-picking’.

Los datos no se deben usar para crear relatos artificiales | Fuente: NBA

Pero ten cuidado, a veces el que patina es tu ojo, no la estadística. Te flipas con un jugador y cuando lo analizas en profundidad te llevas el bajón. Es como el niño que llega a casa diciendo ‘¡Mamá he metido tres goles’ y cuando la madre le pregunta cómo han quedado responde que han perdido 1-2.

Lección número 2: Las apariencias engañan

También puede pasar que los datos te digan una cosa y tu decidas ignorarlos por… bueno, prejuicios tontos. Si no, que se lo cuenten a Daryl Morey. En 2007, él fue un pionero en el uso de la estadística avanzada en la NBA cuando era General Manager de los Houston Rockets. En su primer draft tenía el pick 26 y todos los análisis le decían que escogiese a Marc Gasol.

Finalmente eligió a Aaron Brooks. ¿El motivo? Pues entre algunos ‘expertos’ circulaba una foto de Marc sin camiseta, con un rostro aniñado. Ellos le pusieron el mote de ‘Man Boobs’ – tetas de tío – y eso, aunque suene ridículo, pesó más cualquier informe. Y bueno, el resto de la historia ya nos lo sabemos.

Marc Gasol es el claro ejemplo de que no puedes guiarte por las apariencias | Fuente: FIBA

No podemos guiarnos solo por nuestra vista, los datos nos hacen ver mucho más, aunque a veces sea inevitable, tal y como destaca Rafa Jiménez: “El caso de Marc me hace preguntarme si hubiese llegado a la cantera de Valencia Basket, Facundo Campazzo, ¿lo habríamos descartado por bajito?”

Lección número 3: No todas las reglas sirven para medir lo mismo

Ya hemos aprendido a desconfiar de un dato aislado y a no dejar que nuestros ojos nos engañen. El siguiente paso es entender que no todas las estadísticas sirven para lo mismo. Creer que una sola métrica puede explicarlo todo nos lleva a cometer muchos errores. Hay estadísticas de resumen, que son como el titular de una noticia, y estadísticas de diagnóstico, que son el reportaje completo.

Seleccionar los datos correctos es lo más importante en el análisis de datos | Fuente: ACB Photo

Ten cuidado con utilizar la estadística sin ton ni son, tal y como destaca Román Gómez, asistente de Leyma Coruña: “a veces se pone de moda decir que el tiro más eficaz es desde la esquina del campo. Eso es un dato basado en grandes muestras, pero no debería ser el único factor que determine toda tu estructura ofensiva”. Al igual que no valorarías a un panadero por los grifos que arregla, no valores a un base por los rebotes que coge. Y así con todo, pero con datos mucho más complejos.

“Los árbitros también reciben sus estadísticas”

Pero es que la estadística va más allá de los jugadores y los equipos. ¿Sabías que hasta los árbitros reciben sus propias estadísticas? Lo sé, yo también me sorprendí cuando me lo contaron. “Se analizan todas las jugadas que pitan y las que no pitan. No tienen un box score al uso.”, destaca Luis, “depende de las decisiones, ubicación en las decisiones, participación en las decisiones,…”, añade.

Sé que es algo difícil de entender, pero piensa en cuando un árbitro pita una falta. En la mesa no solo apunta quién la hace y quién la recibe. También registran el cronómetro, qué se pitó y qué árbitro/s tomaron esa decisión. Luego, toda esa información va al Departamento de Arbitraje, que cruza esos datos y sabe hasta la ubicación de cada árbitro en la jugada.

La estadística llega hasta la árbitros, pero de una manera muy diferente a los jugadores | Fuente: ACB Photo

La publicación de datos de estadística avanzada puede generar debates. Sin embargo, muchos aficionados seguramente querrían ver esos informes. Aun así, publicar esos informes podría no ser bueno para la competición. El problema no es que se reconozcan los errores – somos humanos y todos cometemos errores – sino sino que los datos, aunque útiles, también son muy manipulables.

Sin embargo, hay equipos de baloncesto que reciben informes arbitrales – no es el Barça y no son de Negreira. Mark Daigneault, entrenador de los Oklahoma City Thunder, les facilita a sus jugadores informes sobre cómo son los árbitros.