Regularmente bromeado por sus compañeros, el pívot firmó el mejor partido (22 puntos y 15 rebotes) de su mandato en los Lakers en Sacramento.
La clave: animarlo a ser agresivo
“Es lo que necesitamos. Lo animamos cada día a ser así. En el partido contra Minnesota, recibió un ‘pocket pass’ e intentó machacar, pero lo falló. Terminamos recuperando el rebote ofensivo para un ‘and-1’, pero Luka y yo fuimos directamente a ver a DA y le dijimos: ‘Eso es lo que queremos. No importa si aciertas o fallas por ahora, hazlo, porque la mayoría de las veces, vas a anotar o conseguir la falta'”, reporta Austin Reaves.
“No sé si alguien me vio, estaba en medio de la cancha grit… eh…, perdón, gritando”, se disculpa Austin Reaves traduciendo bien su nivel de entusiasmo cuando vio a Deandre Ayton en acción. Este, a mitad del cuarto período en Sacramento, acababa de fallar un tiro a unos metros del aro. Pero tuvo la buena idea de seguir su balón y de imponerse en el rebote ante Domantas Sabonis, antes de machacar el aro. Y de celebrar, con los puños cerrados. El tipo de reacción menos común en el pívot, pero que simbolizaba sus ganas desbordantes en este partido.
DEANDRE AYTON TONIGHT: @statmuse
— BronMuse (@BronMuse) October 25, 2025
15 PTS
8 REB
1 BLK
77% FG
+9 +/-
GETTING MORE COMFORTABLE 🔥 pic.twitter.com/r83fcfmrBs
Este último, en Sacramento, estima que “DA jugó como un monstruo esta noche, y es lo que necesitamos de él cada noche”. Mientras salía de dos primeras salidas muy mediocres con su nuevo equipo, que ya le valieron críticas, el interior acumuló 22 puntos (10/17 en tiros) y 15 rebotes. Ganando ampliamente su duelo con Domantas Sabonis (10 puntos y 14 rebotes), molestado por las faltas y a veces olvidado por sus escoltas.
Una buena sintonía con Austin Reaves a todos los niveles
El ex jugador de los Suns y los Blazers se benefició ampliamente del poder de atracción de Austin Reaves. Muy caliente, el escolta fue regularmente objetivo de la defensa adversaria y así pudo entregar balón tras balón en dirección a su pívot. Este juego a dos se extendió a lo largo de la velada.
“Mejora cada día que pasa con este grupo. Lo encontré muy bueno en el ‘pick-and-roll’ esta noche. Sus decisiones en los espacios reducidos fueron excelentes. Ver 15 rebotes de su parte es genial, pero ofensivamente, fue probablemente su mejor noche”, elogia JJ Redick.
Más allá del plano técnico, su pívot, que también aprovechó las ausencias de LeBron James y Luka Doncic para ser responsabilizado, se ha integrado visiblemente bien en el vestuario de los Lakers. Una buena sintonía susceptible de jugar directamente en sus rendimientos.
El “trolling” como motivación
“Cada uno tiene sus pequeñas manías para perturbarme un poco. AR es mi chico, Luka es mi chico. ¿Pero mis aleros y aleros-pívots? Intentan hacerme explotar antes de los partidos solo para hacerme arrancar. Empiezo a verlo como un hábito, porque no tengo respiro antes de que estemos en la cancha. Después, es serio al 100%”, describe Deandre Ayton.
¿Ser “troled” para jugar mejor entonces? “A mí me encanta. Me toman el pelo todo el tiempo, me hablan así. Es solo trolling. Adoran mis reacciones. A veces me pillan desprevenido con algunas cosas. Pero me encanta, en serio. Solo me hace jugar a tope cuando cuenta“, termina Deandre Ayton sobre esta curiosa confesión.
Este artículo es una adaptación de un artículo publicado por nuestro socio Basket USA.