Joel Embiid dinamita el play-in y cambia el paradigma en el Este

El actual MVP de la NBA, Joel Embiid, volvió a las canchas el pasado 3 de abril contra todo pronóstico. Tras sufrir una lesión en la rodilla izquierda a finales de enero, se esperaba que el pívot camerunés estuviera fuera de combate lo que restaba de temporada, peligrando incluso su presencia en los Juegos Olímpicos de París de este verano.
 
Su regreso en el tramo decisivo del campeonato cambia la Conferencia Este y aumenta las probabilidades de unos Sixers que dependen de su estrella como ningún otro equipo en la liga, como quedó acreditado con los 32 puntos, 13 rebotes y siete asistencias en su última victoria de la pasada madrugada ante Orlando Magic, tercera mejor defensa de la liga.
 
 
 
 
La relación dependiente entre los Sixers y su estrella es la más evidente de la NBA. Con el pívot, el equipo es capaz de ganar el 76,47% de los partidos (balance de 26-8), mientras que sin él, no llegan ni al 35% (14-27). La disparidad de los resultados con o sin su líder, son los mayores de la liga, por delante de Luka Doncic (Dallas gana un 31,28% menos en su ausencia), o Shai, cuyas ausencias restan en un 21,83% las victorias de Oklahoma.
 
En el caso de Philadelphia, solo Tyrese Maxey es capaz de ofrecer argumentos ofensivos más allá de Embiid, que se ha destapado como un destacado segunda espada con 25,6 puntos por partido. 
 

EL PLAY-IN DEL ESTE, EN UN PUÑO

 
Antes de la lesión, el equipo marchaba en un discreto (aunque cómodo) quinto puesto del Este con 30 victorias y 18 derrotas. Tras la victoria de ayer, la séptima consecutiva, los Sixers marchan séptimos con un balance de 46-35 que les obligaría a pasar por el play-in y verse las caras con Miami Heat, finalista el año pasado.
 
 
La vuelta del vigente MVP aumenta las opciones de que Philadelphia escale en la tabla hasta el quinto puesto que da acceso directo a las rondas finales, y en las que se encuentran los Magic con el mismo récord (46-35). En total, hay tres franquicias con mismo registro (5º Orlando, 6º Indiana, 7º Philadelphia).
 
El equipo liderado por Paolo Banchero recibe a unos Bucks sin Lillard y Giannis. Los Pacers de Tyrese Haliburton reciben en casa a unos Hawks que no se juegan nada (sí o sí serán décimos y disputarán el play-in). Y, por último, los Sixers (mejor racha de la NBA), también en casa, se enfrentan a Brooklyn Nets. En caso de triple empate, los Sixers tendrán que disputar el play-in. Y en caso de colarse, el objetivo son unas finales que la franquicia desconoce desde 2001, en los tiempos de Allen Iverson.
 
Si el final de temporada ya prometía emociones fuertes en una Conferencia Oeste apretada, con Oklahoma, Minnesota y Denver en disputa por el liderato, y con Pelicans y Suns en lucha por evitar el play-in, la vuelta de Embiid trae consigo un nuevo paradigma en el Este y los Sixers pasan de chollo a ser un hueso que todos querrán evitar.

 

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