La FIBA AmeriCup 2025 entra en su fase decisiva con los Cuartos de Final en Managua. Comienza la fase con más partidos calientes y de máxima rivalidad, entre estos emparejamientos el choque entre República Dominicana y Brasil (jueves 28, 17:10 hora dominicana / 23:10 en España), concentra la atención. Y lo hace con un foco especial: el base del Real Madrid Baloncesto, que se ha convertido en el líder inesperado del conjunto quisqueyano.

Andrés Feliz, el motor dominicano

El nombre de Andrés Feliz resuena cada vez más fuerte en el baloncesto internacional. El jugador del Real Madrid se ha consolidado como el segundo mejor asistente del torneo (8,7 por partido) y un referente ofensivo tras la baja de David Jones, que no podrá estar en este cruce. Su experiencia en Europa y su capacidad para generar juego y anotar en momentos calientes del partido lo convierten en la gran carta dominicana para intentar sorprender a Brasil.

República Dominicana llega invicta

El combinado dirigido por Néstor “Che” García es uno de los dos equipos invictos de la fase de grupos (3-0) en esta AmeriCup 2025, tres victorias ante Colombia, Argentina y Nicaragua. Su capacidad defensiva le ha permitido ser el tercer mejor equipo defensivo del torneo con 70,7 puntos encajados por partido. La defensa es la mejor baza dominicana, sin embargo, la baja de David Jones, cuarto mejor anotador de la AmeriCup con 21 puntos por partido, es una gran piedra en el camino para los caribeños en su camino hacia la gran final.

Brasil, un gigante venido a menos… pero con historia

Brasil no llega en su mejor versión, pero mantiene intacta sus opciones. Terminó tercero en el Grupo A tras caer frente a Estados Unidos, aunque su poder exterior (40,2% en triples) y jugadores como Bruno Caboclo (13 puntos y 6,3 rebotes de media) hacen de la “verdeamarela” un adversario peligroso y al que no puedes hacerle concesiones. Históricamente los cariocas han sido unos competidores sobrios y siempre han dado alguna campanada, incluso en horas bajas como ahora. La combinación de juventud y veteranía les da un plus.

República Dominicana: la confianza es total

Desde la Fedombal, el presidente Rafael Uribe destacó la unión del grupo: “El equipo está muy enfocado, y eso será clave”. Por su parte, el gerente Junior Páez subrayó la importancia de la defensa y la confianza en que “alguno de nuestros estelares tenga un partido explosivo”. Un mensaje que refleja la ilusión y hambre competitiva de los quisqueyanos, un equipo que quiere dar la campanada y meterse entre las grandes selecciones de América.

Claves del partido: ¿Feliz vs Brasil?

El partido tiene un nombre propio: Andrés Feliz. Si el base del Real Madrid logra imponer su ritmo y conectar con Soriano bajo los tableros, Dominicana tendrá opciones de romper la hegemonía brasileña. La presión defensiva, el control del rebote y la inspiración de sus tiradores serán determinantes para que el invicto equipo dominicano siga vivo en la AmeriCup 2025.

Lo que no sabes de los República Dominicana vs. Brasil

Los enfrentamientos entre República Dominicana y Brasil en torneos continentales tienen mucha historia. Aquí algunas curiosidades que no todos conocen:

  • Primera vez: se enfrentaron en el Preolímpico de 1984, con victoria para Brasil, que entonces contaba con varios jugadores NBA.
  • Rachas largas: Brasil suma 11 triunfos en 13 partidos oficiales, incluyendo una racha aún vigente de cinco victorias consecutivas.
  • La excepción: las únicas victorias dominicanas fueron en torneos preolímpicos jugados en Argentina (1995 y 2011).
  • AmeriCup 2022: en cuartos de final se vieron las caras y Brasil ganó 80-65, en un partido que tuvo a Caboclo como figura.
  • Partidos cerrados: en 2009 se enfrentaron en un duelo que terminó con solo tres puntos de diferencia, la vez que Dominicana estuvo más cerca del triunfo.
  • Contrastes de estilo: históricamente, Brasil ha dominado con el juego exterior y el triple, mientras Dominicana ha apostado a la velocidad y el físico.

Todo lo que debes saber de los cuartos de la AmeriCup 2025

Canadá vs Colombia

El torneo presenta tres enfrentamientos más de cuartos cargados de historia y rivalidad. El primero lo protagonizan Canadá y Colombia. Los canadienses llegan como grandes favoritos tras firmar la mejor tarjeta ofensiva coral (89,7 puntos por partido) y la defensa más férrea (tan sólo 58,7 puntos recibidos). Kyshawn George lidera a un equipo con cinco jugadores en dobles dígitos y un diferencial de +31 por partido. Colombia, por su parte, ha hecho historia al estar por primera vez en el Top8 de la AmeriCup y lo ha conseguido gracias al talento de Braian Angola, cuarto jugador más eficaz del campeonato (21,7 valoración) y quinto en anotación (19,7 puntos por partido). Canadá es favorito pero el espíritu colombiano promete dar mucha gerra.

Puerto Rico vs Argentina

El duelo de más rivalidad y tensión competitiva de estos cuartos enfrentará a Puerto Rico y Argentina. Los boricuas mostraron una ofensiva sólida con José Alvarado, Gian Clavell e Ismael Romero en plan estelar, además de un diferencial de puntos superior al de la albiceleste. Argentina, actual campeona, ha tenido varios altibajos en la fase de grupos y dependerá del liderazgo de Gonzalo Corbalán y Juan Fernández para sostener sus opciones. Pablo Prigioni lo tiene claro: la defensa será el eje del plan argentino para contener el talento boricua.

Estados Unidos vs Uruguay

El último cruce será entre Estados Unidos y Uruguay, en lo que promete ser un duelo de estilos: el ataque total ante la capacidad de sacrificio en pista. Los norteamericanos han demostrado su poderío anotador en la fase de grupos (93,3 puntos por partido) y dominaron en asistencias (25 por partido), con Langston Galloway y Zach Auguste como referentes. Uruguay, en cambio, llega “con la flechita hacia arriba” tras vencer, precisamente, a Estados Unidos en fase de grupos (86-85) y con Bruno Fitipaldo como líder en asistencias del campeonato (9 asistencias por partido). El equipo de Gerardo Jauri combina ilusión y capacidad de sacrificio, pero tendrá que rozar la perfección para hacer la doble-machada ante los yankis.