El entrenador turco Ergin Ataman, actual técnico del Panathinaikos, ha compartido su visión sobre el futuro del baloncesto europeo y los riesgos que enfrenta la Euroliga ante la posible creación de una liga respaldada por la NBA en Europa. En declaraciones sobre este asunto, Ataman no solo mostró escepticismo sobre este proyecto, sino que además ofreció tres propuestas concretas para fortalecer y estabilizar el modelo actual de competición en Europa. A continuación, las tres claves que, según él, podrían salvar a la Euroliga.

1. Una Euroliga con más marketing: “Si la NBA apoya solo en marketing, será beneficioso”

Ataman reconoce el valor técnico de la Euroliga, incluso por encima de la NBA en cuanto a espectáculo:

“La Euroliga es una competición más disfrutable de ver, incluso comparada con la NBA. Pero no ha conseguido crear ese valor en términos financieros.”

En este sentido, el entrenador considera que una de las principales debilidades de la Euroliga es su incapacidad para explotar comercialmente su producto. La entrada de la NBA en Europa, si se limita a un apoyo en términos de marketing, podría ser un impulso positivo sin necesidad de crear una liga paralela. Ataman lo deja claro:

“Creo que el poder de marketing que la NBA puede aportar sería beneficioso para la Euroliga.”

El enfoque no es reemplazar el modelo europeo, sino profesionalizar su imagen, generar más ingresos y ampliar su audiencia sin perder su esencia.

2. Calendario unificado entre Euroliga, FIBA y NBA: “Sería más beneficioso para todos”

Uno de los mayores problemas actuales del baloncesto europeo es la fragmentación del calendario internacional, con conflictos constantes entre clubes y selecciones. Ataman remarca que esta división perjudica tanto a la Euroliga como a FIBA:

“Hay muchos partidos de liga doméstica durante la temporada que causan serios problemas. Los jugadores de Euroliga y NBA no pueden participar en estas competiciones.”

Para el técnico, una solución clave sería establecer un calendario único que permitiera a los jugadores estar disponibles en todas las ventanas FIBA sin perjudicar a sus equipos.

“Si se pudiera acordar un calendario más realista en el que tanto los jugadores de NBA como los de Euroliga pudieran jugar todos los partidos con sus selecciones, sería mucho más beneficioso para todos.”

3. Poner fin a la rivalidad FIBA–Euroliga: “FIBA debería centrarse en las selecciones”

La tercera clave que propone Ataman es política: eliminar la tensión histórica entre la Euroliga y FIBA, dos organismos enfrentados desde hace años.

FIBA y Euroliga han tenido una rivalidad durante años. Creo que si FIBA abandonara esta rivalidad y se centrara completamente en las competiciones de selecciones, sería mejor para todos.”

El entrenador cree que cada institución debería enfocarse en su ámbito natural: la Euroliga como competición de clubes y FIBA como organizador de torneos internacionales de selecciones. Este reparto claro de competencias permitiría mayor estabilidad y coherencia dentro del calendario global del baloncesto.

¿Qué impacto tendría aplicar las claves de Ataman?

Las tres claves que plantea Ataman apuntan a resolver los principales puntos de fricción del baloncesto europeo: el desorden organizativo, la escasa rentabilidad comercial y el conflicto institucional. Si se aplicaran estas medidas, la Euroliga podría consolidar su posición sin ceder terreno a un modelo NBA que, por ahora, Ataman ve poco realista.

“No creo que la liga separada que la NBA planea establecer vaya a ser válida.”

Además, su crítica a los rumores de incluir clubes de fútbol como PSG o Manchester United en una posible NBA Europa es tajante:

“Veo eso como una utopía. Son clubes de fútbol. No hay jugadores en Europa para alimentar tantos equipos.”

El mensaje final de Ataman es claro: profesionalización, cooperación y sentido común. Si se alinean esos tres elementos, la Euroliga no solo podrá salvarse, sino crecer.