El verano dejó mucha cara nueva en el Real Madrid Baloncesto, desde la dirección hasta la pista. Los cambios, en este caso, fueron sinónimo de ilusión. Las expectativas eran muy altas, incluso viniendo de años de excelencia. En este contexto, los Theo Maledon, Trey Lyles o Chuma Okeke tienen encandilada a la afición. Sin embargo, tanto ellos, como el equipo, tienen algunas manchas en el expediente.

Trey Lyles, no es oro todo lo que reluce en el Real Madrid

El nivel ofensivo de Trey Lyles está impresionando hasta al más escéptico con su fichaje. Su capacidad para anotar y generar ventajas en diferentes situaciones del juego está, incluso, por encima de las ya altas expectativas que había con la nueva estrella del Real Madrid Baloncesto. Sin embargo, en la derrota de los blancos en Euroliga, también volvieron a vérsele algunas costuras.

Trey Lyles sufrió bastante a nivel defensivo en el partido contra Estrella Roja. Ya venía de hacerlo con otros cuatros de la Euroliga, pero la fuga de aguas frente a los serbios y su posterior derrota pusieron de manifiesto algunos aspectos en los que tiene que trabajar. Sus problemas en situaciones de pick and pop, lateralidad en 1x1s exteriores o sus dificultades en defensas zonales hicieron que Chima Moneke y Semi Ojeleye fueran verdugos de este Real Madrid Baloncesto.

La estructura del Real Madrid Baloncesto no ayuda a su adaptación Euroliga

El perfil de jugador que es Trey Lyles históricamente viene funcionando de maravilla en el Real Madrid Baloncesto. Las ACB y Euroligas conseguidas con perfiles como Trey Thompkins, Guerschon Yabusele o Anthony Randolph son buena prueba de ello. Sin embargo, en esos casos, la presencia defensiva de los cincos del equipo facilitaba la existencia de estas piezas. A pesar de que ninguno de ellos era un excelente defensor de situaciones exteriores, las ayudas de jugadores como Tavares o Poirier tapaban en gran medida sus problemas.

El Real Madrid Baloncesto sigue contando con Eddy Tavares en su roster. No obstante, el caboverdiano, lógicamente, ya no es el jugador que era. Dentro de que es un intimidador de primer nivel en acciones cerca de canasta, ha perdido algo de movilidad y eso permite que los rivales le castigue mejor las espaldas cuando sale a ayudar a otro jugador. Además, su rotación, Bruno Fernando, parece aún lejos del nivel Euroliga. En este contexto, un jugador como Trey Lyles puede quedar más expuesto hasta que consiga convertirse en una pieza más autosuficiente.