Nuevos movimientos están por darse en el mercado Euroliga. Mientras las últimas novedades han estado protagonizadas por la firma de Saras Jasikevicius con el Fenerbahçe y la consecuente posible salida de Nick Calathes, al igual que ocurre con otros bases de primer nivel en la competición, surge otro inminente traspaso, ahora bajo los tableros.

El Estrella Roja es uno de los equipos más señalados en este primer tercio de temporada, tanto por los medios y aficionados, como una de las decepciones del curso. Su pésimo inicio en Euroliga llevó al despido de Dusko Ivanovic y a la contratación Ioannis Sfairopoulos y ahora buscarían en Belgrado un refuerzo para las posiciones interiores.

FREDDIE GILLESPIE, NUEVO JUGADOR DE ESTRELLA ROJA

Estrella Roja ya ha anunciado oficialmente que ha llegado a un acuerdo para incorporar a Freddie Gillespie a sus filas hasta final de temporada. El pívot estadounidense de 26 años aprovecha esta oportunidad tras no destacar demasiado bajo las órdenes de Pablo Laso en el Bayern Munich.
 
Según la normativa de la competición, los jugadores inicialmente registrados en la Euroliga obtienen elegibilidad para firmar con otro club de la Euroliga del 30 de diciembre al 7 de febrero y la situación de Gillespie es la ideal para que todas las partes se vean beneficiadas, pues el pívot tenía un contrato a punto de expirar con el Bayern de Múnich. De hecho, el Estrella Roja ya trabajó en su día en mover a Gillespie.
 
 
A lo largo de esta temporada de la Euroliga, Gillespie ha estado bajo la sombra de jugadores como Serge Ibaka y Devin Booker y es el segundo interior del equipo germano que menos tiempo pasa en pista en Euroliga, habiendo reducido a la mitad sus minutos respecto a la campaña pasada. El pívot promedia 2.2 puntos y 2.4 rebotes en 9 minutos por partido y en la Bundesliga se desempeña un poco mejor, con 3.8 puntos y casi 4 rebotes de media.
 
Siendo uno de los jugadores de los que se esperaba que cambiará de equipo durante el periodo de traspasos, el curso pasado, en su temporada de novato en la máxima competición continental, Gillespie se erigió como una potencial fuerza defensiva, pero mantuvo una discreta media de 3.7 puntos y 5.0 rebotes en 18 minutos por partido.