Al Partizan ya solo le queda en juego su prestigio después de caer en la final de la Liga ABA contra el Estrella Roja. Los de Obradovic tienen por delante los playoffs de la KLS, un torneo menor, ante el Mega pero que tienen que ganar para no confirmar una temporada más que decepcionante. Los despacho en Belgrado echan humo de cara al verano y la directiva ya estña trabajando en la planificación de la próxima plantilla. En este artículo vamos a repasar un último movimiento que podría llevarse a cabo en los siguientes días. 

EL PARTIZAN QUIERE RENOVAR A JAMES NUNNALLY 

El nombre de James Nunnally ha estado en boca de todos en las últimas semanas por una pelea con Stefan Lazarevic donde el jugador rojiblanco acabó con signos de violencia. A pesar de todo el lío que ha envuelto al estadounidense, el Partizan de Belgrado ha querido evadirse de toda la polémica y, según ha informado el periodista Arel Ginsber, el club le va a ofrecer extender su contrato

James Nunnaly se podría definir como un hombre de confianza para Obradovic. Con el técnico serbio ya coincidió previamente en el Fernerbache y fue clave su relación para que el estadounidense firmara hace dos verano por el Partizan de Belgrado. Bajo sus órdenes, el base americano ha sido un habitual en sus quintetos iniciales en la Euroliga y ha logrado ser determinante en una temporada en la que los objetivos no se han conseguido

EL CONTRATO DE PARTIZAN A JAMES NUNNALLY 

En lo que llevamos de temporada, el estadounidense ha promediado un total de 9,5 puntos, 2,3 rebotes y 2,8 asistencias en todas las competiciones. James Nunnally ha sido clave en los esquemas de Obradovic y las estadísitcas así lo muestran, llegando a ser el segundo máximo anotador del equipo en Euroliga, tercero con más asistencias y uno de los que más minutos acumulan en sus piernas, siendo un titular habitual. 

En la renovación que le ha puesto encima de la mesa el Partizan hay una variación. Según ha confirmado el periodista Arel Ginsber, en el nuevo contrato hay un pequeño recorte salarial. En estos momentos, la pelota está en el tejado del jugador, que deberá decidir si acepta bajarse el sueldo y renovar, o buscar nuevo destino.