Lo primero que habría que tener en cuenta para analizar el futuro del CAI Zaragoza es ponerse de acuerdo en cómo ha sido la temporada que recién termina. Si ha sido buena, mala o regular, dependerá en buena medida de las aspiraciones que se hubiera hecho cada uno allá por el mes de septiembre cuando el balón naranja empezó a rodar. Desde la entidad, se considera que la temporada ha sido buena; con un registro de victorias más que aceptable, el pase al Last32 de Eurocup, una nueva presencia en Copa del Rey y las victorias en feudos inexpugnables hasta ahora. Sin embargo, al ojo del aficionado, queda el regusto agridulce de la no presencia por una parte en el playoff y por otra, la sensación de que la plantilla mejoraba la de años anteriores y se podían haber conseguido resultados incluso mejores. En especial, una regularidad que nunca llegó a producirse.

Una de las principales novedades del CAI para la temporada 2015-16 será que no hay novedad. Al menos en el banquillo. Joaquín Ruiz Lorente seguirá al frente de la nave rojilla un año más. El técnico aragonés tomó las riendas del equipo tras la enfermedad de José Luis Abós, cuyo fallecimiento, de alguna manera condicionó el comienzo de la temporada. Ruiz Lorente, que ha sido cuestionado en numerosas ocasiones por la afición -que despidió al equipo con pitos frente al Barça-, no ha tenido ese problema con los dirigentes del equipo rojillo (al menos en apariencia), quienes desde el primer momento tuvieron claro que él sería el entrenador del CAI la próxima temporada. Así llegó la renovación apenas unas semanas después de que finalizara la temporada y ahora Ruiz Lorente tendrá la oportunidad de ser el principal protagonista en la planificación del equipo junto a Willy Villar.
Como suele suceder, el CAI Zaragoza se ha movido rápido una vez concluida su temporada y la plantilla ya ha quedado perfilada de cara a la próxima. El primer movimiento fue la renovación de Henk Norel, el pívot neerlandés que había declarado su deseo de jugar en Europa, pero cuya continuidad se anunció el mismo día en que finalizó la Liga Endesa para el equipo, frente a Gipuzkoa Basket. Su rendimiento durante la temporada fue de menos a más, condicionada quizá por la lesión de rodilla de la temporada anterior y acabó como uno de los mejores del equipo maño. El siguiente en renovar fue Joan Sastre. En el caso del jugador balear, su rendimiento durante la temporada puede definirse como irregular, tanto como el del equipo, pero algunas actuaciones permiten pensar en que su progresión continúa y puede convertirse en un jugador importante para el CAI de cara al futuro. Algo similar podría decirse de J.J. García, el ala-pívot que llegó en la recta final de la temporada y que apenas dispuso de minutos, pero cuyo trabajo en el día a día le ha ofrecido la oportunidad de renovar y ganarse un puesto en la plantilla del equipo aragonés. Por último, el caso de Stevan Jelovac. Aunque a nivel numérico ha sido indiscutiblemente el mejor jugador del CAI durante la temporada, su actitud durante algunos momentos, ha hecho que se dudara de su presencia en el próximo proyecto caísta. Parecía que estaba destinado a salir -incluso Willy Villar lo dejó caer en una entrevista al 'Periódico de Aragón'-, sin embargo, ambas partes han parecido entenderse y el ala-pívot serbio seguirá en Zaragoza, al menos, una temporada más.

Superado el capítulo de los renovados, habrá que estar atento a lo que pasa con otros tres jugadores. Un caso es el de Isaac Fotu; el ala-pívot neocelandés, que llegó meses atrás y que ya conoce la experiencia de jugar en Liga Endesa gracias a la cesión en Manresa. Parecía estar llamado a sustituir a Jelovac, pero en este momento lo más probable es que ambos compartan juego interior. Diferente es la situación de Pere Tomàs y Pedro Llompart, ambos con contrato. Lo más lógico es que ambos siguieran en la disciplina del club, pero en ambos casos hay cierta sombra de duda. Llompart ha sido irregular debido a distintos problemas físicos, pero conoce bien la casa y en el club se conoce lo que puede aportar, por lo tanto, no debería salir salvo sorpresa. El caso de Tomàs es algo diferente. Se contaba con él como un jugador con progresión, pero parace haberse estancado y su papel durante la temporada ha sido muy secundario. Lo más probable es que siga, aunque una salida no estaría del todo descartada. A partir de aquí, la lista de salidas.
Fontet ya dejó el club hace meses en vista de que no contaba con ninguna oportunidad de jugar, ni siquiera, como suplente del suplente. La de Robinson también fue confirmada al no ejercer la cláusula para su renovación. Y en los casos de jugadores como Goulding, Landry o Katic, la salida es la opción más probable en un porcentaje que se encuentra bastante cerca del 100%. En el caso de Goulding, su destino más probable es la vuelta a Australia, en concreto a Melbourne, donde podría coincidir con otro ex-caísta, David Barlow. Si hay un jugador que alberga algún tipo de duda, es Kevin Lisch, el norteamericano, cuya temporada no ha sido brillante ni mucho menos y que se ha visto lastrado por ciertos problemas físicos pero su trabajo e implicación gustan, lo que le podría servir para quedarse.
Los que a buen seguro también saldrán para continuar su progresión son la nómina de jóvenes jugadores que destacan en categorías inferiores. Es el caso de Marcos Portález, Laszlo Dobos o Javier Marín; a los que se les buscará acomodo en Adecco Oro. Luego está John DiBartolomeo, el base norteamericano que ha destacado en las filas del Palma Air Europa, equipo que anunció que se hacía con los derechos del jugador, obligando al CAI a dar respuesta a través de un comunicado. Un culebrón de primavera que ha finalizado con el jugador en Israel, después de fichar por dos temporadas por Maccabi Haifa, previo pago al CAI.

¿Y qué pasa con los fichajes? Pues que todo parece estar paralizado hasta que dentro de unos días, a final del mes de junio, se sepa definitivamente si el CAI Zaragoza llega a jugar competición europea o no. El club confiaba en la opción de Eurocup, bien a través de la renuncia de alguno de los equipos clasificados o a través de la invitación por parte de la organización. De hecho, incluso se ha llegado a plantear la posibilidad de disputar la Eurochallenge, competición dependiente de FIBA en la que el año pasado no hubo representante español. Es, pues, Europa el gran condicionante de la planificación del CAI, para que hasta el momento apenas ha sonado un nombre, el de Pablo Aguilar, cuya vuelta sería un sueño para muchos, una vez confirmada su marcha de Valencia Basket.
Queda claro pues, que por el momento el CAI se gobierna con más dudas que certezas.