¿Qué pasa cuando un club como el Real Madrid tiene más talento del que puede repartir minutos? La pregunta se hace inevitable al mirar el puesto de base esta temporada. Con Facundo Campazzo consolidado como cerebro y líder, aunque un inicio de temporada algo irregular, dos jóvenes con hambre pugnan por su hueco: Théo Maledon, el base que deslumbró a Europa, y Andrés Feliz, el base dominicano que parecía preparado para dar un paso adelante… pero que ha visto su protagonismo reducirse.
Théo Maledon, ¿obligado a consolidar el brillo de Francia?
Tras perderse el inicio de temporada por una lesión muscular, Théo Maledon reapareció a mediados de septiembre y lo hizo dejando claro que no ha venido a esperar su turno. En apenas tres partidos de Euroliga, el francés ha promediado 11,3 puntos y 2,5 asistencias en menos de 18 minutos, con actuaciones que devolvieron chispa al ataque blanco. Su mejor versión se vio ante Partizán: 16 puntos, 3 rebotes y 3 asistencias, mostrando la fluidez y el control que enamoraron al cuerpo técnico.
Sin embargo, su juego todavía despierta preguntas. ¿Podrá sostener ese nivel físico durante una temporada tan larga? Ya pudimos ver sus problemas físicos la pasada campaña ¿Y qué pasará cuando los rivales ajusten a su ritmo? Maledon ofrece lo que Campazzo ya no necesita demostrar: verticalidad, explosión y descaro. Pero debe demostrar también que puede dirigir sin precipitarse y defender con la misma intensidad con la que anota. Su perfil encaja con la modernidad que busca el Madrid, aunque todavía no con la solidez que exige su historia.
Andrés Feliz: la oportunidad que se le escapa con el Real Madrid
La situación de Andrés Feliz es más incierta. El dominicano arrancó el curso con minutos de confianza en Liga Endesa, pero su rendimiento ha sido irregular. En los últimos encuentros promedia poco más de 4 puntos y 2 asistencias, cifras discretas para un jugador que aspiraba a consolidarse como segunda opción tras Campazzo. La no convocatoria frente a Maccabi en Euroliga ha sido interpretada como un mensaje del cuerpo técnico: debe ponerse las pilas.
Feliz tiene talento, intensidad defensiva y un carácter competitivo que gusta en el vestuario, acabó muy bien la pasada temporada, pero el comienzo del nuevo curso parece haberle pillado sin los deberes hechos. No ha logrado conectar sus minutos de calidad con regularidad, y en un club como el Real Madrid eso se nota enseguida. La pregunta es si podrá reinventarse, mantener su sitio en la rotación o si Maledon terminará por adelantarlo definitivamente.
Sustituir a Campazzo: un dilema de futuro
El Real Madrid vive una especie de laboratorio táctico en el puesto de base. Por un lado, Maledon aporta chispa y ambición; por el otro, Feliz representa la confianza en un proyecto que crece desde dentro. Ninguno de los dos está aún en el punto de equilibrio perfecto, pero ambos encarnan algo valioso: el relevo necesario para cuando Campazzo ya no esté, o pase por un mal momento.
¿Debe el club apostar por la proyección inmediata del francés o confiar en la precoz madurez pausada del dominicano? ¿Es mejor arriesgar en el presente o construir a medio plazo? En la sala de máquinas blanca, la competencia está abierta. Y, como siempre en el Real Madrid, solo el rendimiento real tendrá la última palabra.