Si en 2010 el lanzamiento de tres apenas suponía el 20% de la anotación, una década después el volumen se ha duplicado en una línea ascendente a la que no se avista cima. Ante esta brusca afluencia, que destapó los espacios como nunca, los equipos empezaron a ampliar su caudal de tiro, lo que unido al incremento de posesiones, el obligatorio movimiento de balón y la precisión de la distancia, dio como resultado la mayor hoguera ofensiva desde el establecimiento del reloj de posesión a mediados de los cincuenta.
Y como en toda revolución se precisa de una resistencia. En este caso, la de Mark Daigneault y sus muchachos. Oklahoma City Thunder es el equipo que más penetraciones registra por juego (63.3), siendo los que más puntos generan (37.1), con el tercer mejor dato de acierto de la liga (53.8%). Y claro, siendo el decimosexto equipo en volumen al T3 (ojo, con un sensacional 39.8%) y primeros en puntos tras recuperación (19.7), cuando los ‘drives’ solo computan en posicional, otro camino es posible. Colíderes en la Conferencia Oeste, con el segundo mejor récord de toda la NBA (40-17).
El factor ritmo y los índices de eficiencia resultan claves a la hora de entender el ataque de los Thunder. La productividad es un punto crucial en este aspecto, ya que para evaluar cómo de poderoso es su ataque no debe ser computado únicamente el valor más obvio, los puntos anotados/recibidos, sino que es necesaria una adecuación de ese dato al contexto. Es decir, al ritmo. Oklahoma es el décimo equipo que más rápido juega (100.65 de PACE), pero eso no supone un bajón en la eficiencia, todo lo contrario, ya que ostentan el mejor registro de la NBA en ‘true shooting’, con un soberbio 61.2%. Lo que supone, en última instancia, el tercer mejor ataque de la competición (119.6 de offensive rating).
UN LÍDER DE LABORATORIO
SGA drives in the half-court 23.8 times per game. No other player is over 19.2.
17.0 PPG on drives
6.2/10.9 FG—56.6%
Draws fouls on 9.4%
3.9/4.4 FTA—88.3%
Passes on 37.9% of his drives
Assists on 9.2%
Only turns it over on 3.7%Historic half-court driver pic.twitter.com/kDLLwqC8HV
— NBA University (@NBA_University) February 12, 2024
daigneault y la importancia de la movilidad
Una de las ideas troncales en el sistema ofensivo de los Thunder es atacar el aro sin balón, cortando para generar líneas de pase y puntos fáciles. El juego de cortes es una maravilla, lo que acaba ayudando mucho al manejador, que con tantos cortes es más sencillo demostrar su playmaking. Y de eso Oklahoma va sobrado. Además de Shai, otros como Jalen Williams, Josh Giddey o el propio Chet Holmgren son auténticos prodigios a la hora de leer una defensa. Este grupo de jóvenes rebeldes son la prueba de que la medición de ‘ASTS’ solo cubre una parte del lote. Ellos lo completan entero.
Así ganaba el partido Daigneault desde la pizarra: utilizar a Shai como cebo para que Wiggins pueda recibir cerca de canasta
This play draw-up from Mark Daigneault with game on line
Raptors have been going above-and-beyond to get ball out of SGA’s hands all night. Only 12 FGA
So Daig uses it against them. Runs the double team on SGA into Wiggins, comes back to screen for him, who slips for the layup. pic.twitter.com/QW0kXbvmvz
— Rob Perez (@WorldWideWob) February 5, 2024
MEDIA DISTANCIA: LA VIEJA ESCUELA NUNCA MUERE
Oklahoma, siendo el segundo roster más joven de la liga (22.9 años), se entrega a una filosofía de la vieja escuela. La de sus estrellas: Shai y Jalen, con la pintura y media distancia como principales zonas de acción. A contracorriente, no juegan a toda velocidad ni tienen un salto poderoso ni enlazan triples con los ojos cerrados. Es baloncesto de otra época. Llevan el juego a su ritmo, piensan más rápido de lo que se mueven y anotan en situaciones que para otros son imposibles, en escorzos yendo hacia el aro o desde esa media distancia que tan poco gusta ahora a los amantes de la estadística avanzada.
La media distancia sigue ganando partidos:
JALEN WILLIAMS GAME WINNER
— Hoop Central (@TheHoopCentral) January 24, 2024
Se ha aceptado como ley dentro del mundo de las pizarras NBA que la media distancia está en riesgo de peligro de extinción. Obligados a reciclarse las zonas de anotación se han polarizado siguiendo el modelo Morey que solo entiende dos: zona y triple. Una reacción natural del jugador ante un contexto en el que se sabe que solo existen dos posibilidades de anotación cuando ha de defender a un jugador, penetración o triple, es relajarse en las medias distancias, saber a ciencia cierta qué va a hacer su rival. Las defensas a día de hoy están pensadas para proteger el aro en la zona restringida y el binomio de Oklahoma ha sido capaz de entender que hay un nicho de puntos con los que hacerse y seguir produciendo para ellos y su equipo.
El canadiense esta temporada ha anotado 116/239 (48.5%) desde el ‘mid-range’, mientras que el alero de Santa Clara registra un excelente 51/104. Un caos controlado que emerge desde un tiro en suspensión pulcro, el cual se traduce en un 49% desde la media distancia y un 59.7% de eFG% en ‘pullups’. Nadie en toda la NBA es más eficiente en ese tipo de acciones.
El mapa de tiro de Shai esta temporada (vía statmuse):

Josh Giddey with an underhanded DIME to Aaron Wiggins for the layup
— ClutchPoints (@ClutchPoints) February 1, 2024
EL SAGRADO VALOR DE LA EXPERIENCIA
La clave de este proyecto es el sistema de desarrollo de la franquicia. Es un equipo muy joven, con dos rookies en rotación (Chet y Wallace), dos jugadores de segundo año (los Williams) y otros muchos que habían jugado un máximo de cuatro-cinco temporadas en la NBA antes de empezar esta campaña (Shai, Giddey, Dort, Wiggins, Joe…). Pero casi todos son piezas que la franquicia ha encontrado, vía draft o traspaso, y ha desarrollado pensando en el largo plazo.
En una liga que vive un rejuvenecimiento generalizado, la presencia y valor de estos jugadores experimentados han ganado enteros para muchos cuerpos técnicos, que aspiran a contar en sus filas con estos guardianes de la cultura de equipo y protectores/tutores de los más inexpertos. Los únicos veteranos que hay en el equipo a día de hoy son, precisamente, las dos últimas incorporaciones: Bismack Biyombo, en su decimocuarta temporada en la NBA, y un Gordon Hayward que, poco a poco, va superando los problemas físicos que arrastra de su etapa en Charlotte. Su labor será aportar experiencia en un vestuario que ha dicho adiós a varios integrantes en el ‘trade deadline’.
La gran duda será saber si cuando lleguen los Playoffs, las plantillas se acorten y la experiencia se vuelva un requisito indispensable, podrán aportar. El tiempo lo dirá. Oklahoma City Thunder, algo más parecido a la esencia. El hueco que el pasado se ha hecho en un presente que reniega de sus raíces.