Esta editorial se remonta al mes de Diciembre, momento en el que, por casualidad este redactor que escribe estas letras, escucha hablar a un tipo alto, desgarbado, con acento latino, sobre el proyecto que está realizando con chicos jóvenes y mujeres con cierto riesgo de exclusión social…. captó mi atención, y no porque guardara alguna similitud con la historia “Campeones” que acercó el baloncesto inclusivo al gran público, sino por la pasión con la que hablaba de su aventura.

Tras varias conversaciones con Amado Hernández, quedé convencido de que este proyecto, RHULE Basket, era necesario que fuera dado a conocer, y más particularmente RHULE Woman.

¿QUÉ ES RHULE WOMAN?

El Club Deportivo RHULE Basketball, entidad deportiva sin ánimo de lucro con sede en Granada, destaca por su filosofía inclusiva y su compromiso con la comunidad. Fundado con el propósito de promover la integración social, la igualdad y la sostenibilidad a través del baloncesto, el club ha creado el programa RHULE Woman para abordar específicamente las necesidades de las mujeres en situaciones de vulnerabilidad y exclusión social. A pesar de los aires de cambio en el baloncesto femenino, hay mucho que hacer en la base.

EXPERIENCIAS VITALES

Como he dicho anteriormente, RHULE Woman representa un compromiso a través del baloncesto, más que un programa de actividad deportiva de unos 8 meses al año, he encontrado una experiencia integral de desarrollo personal y deportivo dentro de una cancha de baloncesto.

RHULE Woman son un grupo de mujeres, de muy diversas edades, que luchan por hacerse un hueco en la vida, complicada para algunas de ellas, con un bagaje socialmente pautado para otras, pero sobre todo que quieren avanzar como persona y evolucionar como deportista. He encontrado historias que han buscado volverse a enganchar a una pasión, la del balón naranja, huyendo de la toxicidad que, en demasiadas ocasiones, acompaña al baloncesto, profesional o de base, y desafortunadamente, a la sociedad de hoy en día en general.

MIRIAM, DE LAS ARTES MARCIALES AL BALÓN NARANJA

Miriam destaca los valores arraigados en el club RHULE, los cuales trascienden la cancha y se aplican en su vida cotidiana. El apoyo recibido durante su embarazo es un claro ejemplo de la solidaridad y la inclusión que caracterizan al club. Para ella, formar parte de RHULE significa más que simplemente jugar al baloncesto; implica ser parte de una comunidad que la respalda en todas las etapas de su vida, incluyendo su próxima experiencia como madre.

LAS REDES SOCIALES COMO PUNTO DE PARTIDA

Aneta descubrió el club por casualidad al encontrar una publicación en redes sociales. Aunque había practicado deportes de equipo a nivel semi profesional como el voleibol y el vóley playa en su juventud, sentía la necesidad de embarcarse en una nueva experiencia deportiva. Para ella, el deporte no debería quedar relegado al matrimonio y la maternidad, sino que también es crucial para el bienestar emocional y personal

Carmen comenzó su relación con el deporte en el instituto y se unió al club por casualidad, aunque sentía que no tendría sitio porque “no era lo suficientemente buena”. Amado le ofreció a través del baloncesto la oportunidad de desconectar y disfrutar fuera de las redes sociales, esas que muchas veces ridiculizan los errores ajenos, pero que a Carmen le dieron la oportunidad de hacer un deporte competitivo muy alejado del gimnasio, le ofrecen un reto personal que le motiva a superarse. 

DEL GIMNASIO A LA CANCHA

La benjamina del equipo tiene tan sólo 16 años, ha pasado la mayor parte de su tiempo entrenando en el gimnasio, pero no llegaba a calar en su amor por el deporte. Reconoce que su mayor desafío ha sido trabajar en equipo en cualquier aspecto de su vida. Por esta razón, decidió unirse al equipo de baloncesto, ya que percibe en este deporte una oportunidad para mejorar su habilidad para trabajar en grupo. Esta motivación diferente la impulsa a sumergirse en una nueva experiencia deportiva con entusiasmo y determinación, ha encontrado un equipo que confía en ella y la motiva a devolver dicha confianza, como tantas historias profesionales hemos visto estos años.

SALDAR CUENTAS CON UN BALÓN NARANJA, LA HISTORIA DE ROCÍO, ALMUDENA Y PAOLA

Rocío tenía una espinita clavada con el baloncesto desde adolescente. Aunque había jugado al baloncesto en su juventud, su entorno familiar la orientó hacia el tenis de mesa, ya que su padre era responsable del mayor club de tenis de mesa de Granada, La General. Convertirse en madre joven la alejó del deporte, ya que no podía comprometerse con los horarios exigentes de un club. Cuando quiso retomarlo, a pesar de intentarlo en otros clubes, fue rechazada por su falta de compromiso competitivo.

En RHULE Woman, Rocío encontró un grupo de personas nobles con las que disfruta y se divierte. Después de 20 años sin jugar, aprendió a jugar sin miedo al fracaso y a perder el temor a cometer errores. Encontró equilibrio en un aro de metal con una red, la psicología y el baloncesto van de la mano.

Almudena, estudiante de Bellas Artes de tan sólo19 años, natural de Algeciras, ha sido una apasionada del baloncesto toda su vida. A pesar de jugar en varios equipos, nunca se sintió cómoda con la presión competitiva y a menudo prefería jugar sola. Vivió algo parecido a Ricky Rubio, la agobió el baloncesto. Sin embargo, al unirse a RHULE Woman, encontró un ambiente diferente, sin presión y enfocado en disfrutar el juego en equipo, lo que le ha permitido aprender a compartir responsabilidades con otros y sentirse parte de un grupo afín.

El baloncesto ha sido una fuente de transformación y bienestar para Paola, una estudiante canaria en Granada. Originaria de Corralejo en Fuerteventura, donde las opciones deportivas eran limitadas, Paola decidió probar el baloncesto debido a su altura. Sin embargo, su experiencia inicial fue desalentadora debido a un ambiente de equipo poco acogedor, con demasiada presión y crítica hacia los errores. Sin embargo, al descubrir el club en Granada, su perspectiva cambió por completo. El baloncesto le proporciona ahora un espacio seguro donde puede relajarse y recargar energías después de largas jornadas de estudio

SUPERACIÓN BAJO UN ARO: EL DURO CAMINO DE MACARENA Y ANA

Macarena es una de las historias más increíbles debido a su ansiedad social. Su problema de ansiedad la hacía sentir abrumada por la presencia de muchas personas y le dificultaba jugar, pero la peculiar forma de trabajar de Amado Hernández, utilizando el humor para ayudarla a afrontar sus dificultades y permitiéndole encontrar un enfoque positivo, le ha hecho experimentar una notable superación personal. En seis meses, ha aprendido a controlar su ansiedad social, permitiéndole concentrarse en el juego sin sentir la presión de estar rodeada de gente. 

La historia de Ana es un relato de redención y renovación personal a través del baloncesto. Inicialmente, su experiencia en equipos mixtos fue difícil, en estos equipos hay pocas oportunidades para las niñas, corren mucho y no les pasan el balón, a pesar de todo, el balón naranja la enamoró. Una lesión en la rodilla la apartó del juego y la hizo perder el amor por el baloncesto, hasta que encontró a Amado.

En un momento de profunda oscuridad personal, el baloncesto se convirtió en su luz guía, su escape de la realidad. A pesar de enfrentar problemas relacionados con la salud mental y desconectar de la vida, el apoyo incondicional de Amado y el equipo la ayudaron a encontrar su camino de regreso. Ana valora profundamente el vínculo familiar que ha formado con sus compañeras y reconoce el esfuerzo de Amado por acompañarla en su lucha. 

yolanda, objetivo claro: TRANSFORMAR EL BALONCESTO

Como colofón a este artículo que ha explorado las diversas experiencias y motivaciones dentro del proyecto RHULE Woman, la historia de Yolanda emerge como un testimonio inspirador de compromiso con el cambio.

Originaria de Sant Boi, Cataluña, Yolanda dejó atrás su vida anterior para unirse a la aventura en Granada junto a Amado, con el objetivo de transformar el enfoque del baloncesto. Su visión es clara: el baloncesto debe ser primero un juego, una herramienta para disfrutar y crecer como personas, antes que una competición despiadada.

Con RHULE Woman, Yolanda y su equipo buscan integrar a mujeres que han sido pasadas por alto, tanto en el ámbito educativo como deportivo, y trabajar con ellas para construir una comunidad inclusiva y enriquecedora. Su experiencia personal, al jugar junto a mujeres de diferentes edades y tras superar desafíos físicos propios de la edad, es un testimonio vivo de cómo el baloncesto puede ser un agente transformador en la vida, derribando barreras y generando un sentido de igualdad y compañerismo dentro y fuera de la cancha.

Objetivos del proyecto rhule woman

  1. Promover la inclusión y el empoderamiento de las mujeres en situación de vulnerabilidad, ofreciendo oportunidades de participación en el baloncesto.
  2. Fomentar la igualdad de género en el deporte.
  3. Deporte como herramienta para neutralizar desigualdades y promover la salud física y mental.
  4. Difundir los valores del baloncesto.
  5. Programas integrales de desarrollo personal a través del deporte.

RHULE Woman ofrece actividades regulares de baloncesto y talleres que buscan elevar la autoestima, promover la socialización y crear un ambiente de diversión y libertad para las participantes. ¿Qué van a encontrar las personas que se acerquen a este espacio? Ni más ni menos que entrenamientos de baloncesto, tanto físicos como técnicos, así como la posibilidad de competir con el club y eventos sociales. Por tanto podemos decir que es un club deportivo al uso, pero no es un club competitivo al uso, se busca el crecimiento, no el éxito. La característica que más define a este equipo es su plazo de inscripción, 7 días a la semana, 365 días al año, ¿temporadas deportivas? para divertise en una cancha de baloncesto no hay que ajustarse a un calendario, eso ya vendrá después.