Orden y caos en Jalen Williams

Nacido y criado en un ambiente militar, de normas estrictas, Jalen Williams es un jugador NBA poco habitual. Estoico, cartesiano e incluso frío en ciertos momentos. Una pieza esencial, vertebral, de uno de los mejores equipos del mundo. Ha abrazado ese papel, el de soldado, pero no uno cualquiera, sino una especie de prototipo ideal. Hay secundarios tan importantes, tan valiosos, que yo diría que ocupan una especie de plano intermedio, muy fino, entre el complemento y el estrellato. De hecho, ahí diría yo que podría instalarse Jalen Williams. Su impacto va mucho más allá de sus números. En su caso, muy particularmente. Están relacionados, esos números o ese impacto, con su identidad. La suya, personal, casi dactilar. Basta comprobar la forma en la que encuentra sus tiros, cómo se producen. Pueden ser tanto triples en ‘catch and shoot’, canastas en transición, cortes al espacio abierto, media distancia, y una conquista de cada fisura rival siendo él, además, destinatario.

 

Y esto no es más que el emblema del baloncesto que practican los Thunder: el ritmo, movimiento, y una frenética actividad sin balón donde Jalen puede ser la guinda.

 

 

 

 

Su producción cuenta…y mucho. Porque, simplemente atendiendo a la actual temporada, cuando Williams se va a más de 20 puntos, el récord del equipo es de 23-8. Y en contraposición, si el alero de Santa Clara se queda por debajo de los 15, en Oklahoma el récord desciende hasta un mediocre 9-9. Individualmente, puede parecer un valor relativo, probablemente lo sea, pero cuando el patrón es el mismo, importa y mucho. Su amenaza es constante, real, viva. Incluso puede llegar a ser mayor en voz baja, que muchas otras estrellas. Y fijaros que mediáticamente Jalen parte por detrás de dos de sus compañeros, Shai Gilgeous-Alexander y Chet Holmgren. Y por influencia en el juego del equipo puede que también. Al final, Chet puede considerarse un arma más dañina por lo que representa su perfil físico y esas cualidades para abrir la pista y proteger el aro.

 

Pero eso no significa que Jalen no sea peligroso en ataque. Que lo es, y mucho.

JALEN, UNA ESTRELLA SIN FOCO

 

Williams es uno de los mayores especialistas en atacar desde el lado débil, y en un grupo que abusa del pick and roll (equipo en el que el manejador más puntos genera por posesión), con motivo, ese lado débil es muy importante. Y no es muy bueno solo porque se coloque bien y pueda ejecutar el triple abierto, que también (46.8% en catch and shoot), es bueno por lo listo que es moviéndose sin balón, cortando y atacando el aro, bloqueando al resto para provocar salidas mucho más liberadas de un compañero. En definitiva, es una pieza fantástica para el otro baloncesto, el que no se ve tanto, pero es igual de vital. Una cosa es ser un fantástico 3&D y otra es ser eso y algo más. Porque no se limita a esperar abierto, sino que en transición y desde la media distancia es un cuchillo. El caso es que, en una liga en la que prima la búsqueda de grandes estrellas, este perfil de jugador, multiposicional, híper versátil, y de una enorme inteligencia táctica, es, a su modo, otra estrella más.

 

 

 

 

El desparpajo y la confianza que Jalen Williams demuestra en cada partido le da a los Thunder el perfil que tanto se necesita con dos estrellas del calibre de Shai y Chet. Una pieza que, dentro de lo anárquico que pueda resultar a veces, es tremendamente ordenado. Un caos controlado que emerge desde un tiro en suspensión pulcro, el cual se traduce en un 48.8% desde la media distancia y un 59.7% de eFG% en pullups (mejor dato de la liga).


Con una efectividad ofensiva del 59.4% (eFG), únicamente hay cuatro jugadores en la NBA más eficientes que él en ataque (mín. 750 tiros intentados): Sabonis, Jokic, Giannis y Chet.


En líneas generales, esta temporada está acreditando 19.2 puntos (53.8% en TC, 44.9% en T3), 4.5 asistencias, 4.1 rebotes y 1.1 robos por noche. Se supone que los jóvenes no son tan eficientes, pero da la sensación de que esto es solo el embrión de lo que puede llegar a ser un jugador monstruoso y dominante en la liga.

 

 

 

UN BASE DENTRO DEL CUERPO DE UN ALERO

 

De su año rookie a este Jalen ha ganado cinco kilos de puro músculo, pasando de ser un escuálido guard a todo un portento capaz de defender a jugadores más grandes. Y no era la primera vez que Williams acudía al primer día del curso como si se tratase de un jugador distinto. Más bien esa era la historia de su vida. En el paso de freshman a sophomore en instituto pasó de medir apenas 176 centímetros a rozar los dos metros de estatura. Un crecimiento sin precedentes que, junto a su interminable envergadura, hizo de aquel chico uno de los nombres a seguir en Arizona. Su relación altura-largo de brazos fue la más amplia entre los jugadores testeados en el Draft de 2022.


Victor Wembanyama, Kevin Durant, Zion Williamson, Kyrie Irving…en defensa no se arruga ante nadie. E insisto en esa forma en la que asfixia a los manejadores en las postrimerías de los partidos, cuando ya no pueden con sus piernas, verlo cambiar del base al alero, o un interior, y recular otra vez hacia el base, es que es un androide. Si es que llega a recordar coberturas del mejor Kawhi.

 

 

 

 

Está culminando su adaptación a un nuevo rol, una forma de jugar con más físico y en los resquicios que dejan Shai y Holmgren. Williams declaró para el medio The Oklahoman que gran parte de su trabajo se ha dirigido a potenciar sus habilidades como pasador y lograr el mejor ajuste posible al lado de Shai y Holmgren. “Lo más importante para mí es detectar las zonas de la cancha donde soy más constante e incidir en ellas, como ya hice de forma continua durante el verano”, dijo. 

MANEJADOR Y DIRECTOR ÉLITE

 

No hay opción de pase que no vea y ejecute. No le cabe la IQ. Aporta cabeza como patito feo en la joyería Thunder. Es la prueba de que la medición de ASTS solo cubre una parte del lote. Él lo completa entero. El pasado 9 de enero los Thunder visitaron el Capital One Arena de Washington para medirse a los Wizards. Ese día los de Mark Daigneault registraron 37 asistencias (el dato más alto de la temporada en ese momento). Jalen Williams y Josh Giddey completaron más de la mitad (19). Una oda al juego de pase, al pase y corte, al movimiento de todos sus jugadores y al aprovechamiento de espacios y del lado débil. Dos días después, en Miami, Williams completaría 12 asistencias, para un total de 22 en dos partidos.

 

La conexión con Holmgren. Jalen ha repartido ya 88 asistencias para Holmgren (mejor dato del equipo, según PBP Stats): 

 

 

 

 

No es una novedad la generosidad de Williams. Se diría que lo ha iluminado la filosofía de Jodorowski: “Lo que doy, me lo doy, lo que no doy, me lo quito”. Por eso impresiona observar en una visión del baloncesto que escruta el campo y encuentra la mejor solución. No significa que haya abdicado de sus estadísticas de anotación y rebotes -serán necesarias en la fase decisiva del campeonato- pero el salto cualitativo aporta a Jalen la mejor y mayor aceptación del 'playmaking'.

JALEN WILLIAMS Y EL CLUTCH

 

Apuro, aprieto, momento crítico. El concepto de clutch podríamos definirlo como el rendimiento bajo máxima presión en un escenario concreto: tramo final de partido igualado y ligerísima (si es que la hubiera) ventaja en el marcador. Es la cima de la emoción en el baloncesto. La táctica es la civilización del juego, pero escapar de ella no es de salvajes, sino de jugadores. Y hay jugadores elegidos para tiros así. Y si no los hubiera esto no sería baloncesto. Asumir este tipo de acciones límite es una facultad inherente a las estrellas, no a todas, pero sí a algunas. Pero a la vez, aquellos que anotan esos tiros, viven en el alambre. Y asumiendo el hecho de que los anotan, los fallan, y que de hecho es mucho más común lo segundo que lo primero. El que vive para anotar esos tiros, también vive para aceptar el hecho de fallarlos. Y Jalen Williams parece haber nacido para estos momentos.

 

Lo de Shai, con un 58.8% en TC en el clutch (mejor dato de la liga), y JDub es una cosa muy seria. Juntos o por separado, Daigneault se permite el lujo de alternarlos primario/secundario porque son devastadores. Brillan exactamente igual. Cuando el canadiense descansa en los comienzos de segundo y último cuarto es Jalen el que se adueña del partido.

 

 

 

 

El alero de los Thunder es el sexto jugador que más anota en los últimos cuartos (7.3), el quinto con mejor dato de acierto en el tiro (57.1% en TC) y el primero en acierto desde el perímetro (54% en T3). Además, y hablando ya particularmente del clutch time, Williams es el guard más efectivo en este tipo de situaciones, con un acierto del 66.7% en tiros de campo. En líneas generales, Jalen posee el tercer mejor dato, por detrás de Jarrett Allen y Jalen Duren, quienes apenas tienen incidencia ofensiva en los finales de partido.

SEGUNDA OPORTUNIDAD EN OKLAHOMA

 

Aquel experimento de juntar a Kevin Durant, Russell Westbrook y James Harden duró un pestañeo. El destino acudió cruel a apagar aquella esperanza. El viejo sueño de Sam Presti de alerizar su equipo al extremo, fomentando un valor creciente del jugador de élite, la multifuncionalidad, fue quedando atascado los siguientes años debido a la obligada reconstrucción tras la traumática y polémica salida de Durant. Hasta que el destino ha aparecido de nuevo, esta vez dispuesto a ofrecer una segunda oportunidad. Esta temporada, una serie de cambios en la jerarquía del equipo alteraron las formas en la hoja de ruta. La aparición de Holmgren, las apuestas por Wallace, Dort y Giddey, el afianzamiento de Shai y la irrupción de Jalen Williams contribuyeron al nuevo impulso, ofreciendo a los Thunder una vía hacia la gloria. Una que lidera el joven e inexperto trinomio (Shai-Jalen-Chet), coexistiendo sin problemas flexibilizando ataque y defensa.

 

Y así aquella vieja aspiración de Presti, de construir un equipo campeón en base a un explosivo backcourt que simbolizaba la modernidad del juego, cobra ahora máximo valor cuando él, todavía en los despachos al frente de la nave, observa a sus pupilos acercar la posibilidad de título a Oklahoma. Cerrando el círculo de una identidad en pista que él pudo imaginar hace una década y que ahora alcanza plenitud, para deleite de la parroquia azul.

 

Sobre el autor

 
Imagen de Toni Pons Toni Pons @19toniponsNació en Mallorca un 10 de septiembre del 2000. Estudió Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid. Su pasión por el deporte provocó que una vez terminada la carrera cursara el Máster de Periodismo Deportivo en la Universidad CEU San Pablo. Estuvo como becario en la web de Onda Cero y en marca.com, donde cubrió durante meses la actualidad de la NBA, Euroliga y Eurobasket femenino. Su amor por el baloncesto floreció con Los Angeles Lakers de Kobe Bryant y, sobre todo, y por encima de todas las cosas, de Pau Gasol. No obstante, fue en 2012 y de la mano de Oklahoma City Thunder cuando empezó a seguir la liga de cerca. Fanático de Russell Westbrook, 'hater' de Kevin Durant y periodista a sueldo de Sam Presti. En 2024 inició su camino en Solobasket para hablar de la pelotita naranja
Antiguedad: 
9 meses 3 semanas
#contenidos: 
21
#Comentarios: 
0