Las pupilas de Lucas Mondelo, que viajaron a Río de Janeiro con el objetivo de montar el lío, se colgaron del cuello una histórica medalla de plata que sabe a oro. En una primera fase donde las españolas ya mostraron su enorme potencial, lograron un fantástico balance de 4 victorias (Serbia, China, Senegal y Canadá) y una derrota (Estados Unidos) que les llevó a ocupar la 2ª posición de la tabla clasificatoria por detrás de Estados Unidos. Lejos de conformarse con estar entre las 8 mejores, una canasta sobre la bocina de Anna Cruz ante Turquía metió de lleno a la selección española en la lucha por las medallas y una nueva victoria ante Serbia terminó por asegurarla. Como premio, una final por delante contra el todopoderoso ‘Dream Team’ femenino.
Los nervios de los minutos iniciales propiciaron varias imprecisiones por parte de ambos bandos en forma de pérdidas de balón y lanzamientos fallados. El respeto sobre el parqué era mutuo. Con el paso de los minutos se empezaron a enchufar los dos equipos, de tal manera que mediado el primer cuarto se empezaron a ver más canastas de forma sucesiva y, dispuesta a poner las cosas difíciles al rival, Alba Torrens ejerció de referente ofensiva con 10 puntos aguantando así en el marcador a un combinado estadounidense muy superior físicamente, tanto en la faceta reboteadora como en la taponadora (21-17).
Lucas Mondelo optó por proponer distintas variantes defensivas a las que Estados Unidos respondió con un parcial de 10-0 lideradas por Diana Taurasi, autora de 2 triples, para poner la ventaja por encima de la decena. La 3ª falta personal de las interiores titulares de España, Astou Ndour y Laura Nicholls, obligó al seleccionador nacional a parar el partido hasta en dos ocasiones con el objetivo de que las suyas no bajaran los brazos. Maya Moore (12+4+5), por su parte, dejó claro por qué es una de las mejores jugadoras del mundo y guió a las suyas a una ventaja que se antojaba definitiva (49-32).
El combinado norteamericano siguió mostrándose intratable en la pintura y en la vuelta de los vestuarios terminó por sentenciar el choque. Dos triples consecutivos de Astou Ndour mantuvieron por un momento la diferencia en el marcador, pero el sinfín de recursos ofensivos y la mayor profundidad de banquillo de las estadounidenses resultó clave a la hora de decidir el campeón. Cuando no era una jugadora, era otra. Véase por ejemplo el caso de Lindsay Whalen, que también se quiso sumar a la fiesta en un tercer cuarto que se cerró con un triplazo sobre la bocina de Sílvia Dominguez desde el centro del campo (81-49).
Con el encuentro ya decidido, las españolas afrontaron los últimos diez minutos de juego con el claro objetivo de disfrutar de la final olímpica, ese merecido premio al fantástico trabajo de los últimos años. Más allá del resultado y a pesar de la superioridad del rival, las españolas no pudieron ocultar unas enormes sonrisas de sus rostros ante lo que acababan de hacer. Oro en el Eurobasket 2013, plata en el Mundial 2014, bronce en el Eurobasket 2015 y plata en los Juegos Olímpicos 2016. Son históricas. Y seguro que no será la última medalla. Gracias a todas las jugadoras y cuerpo técnico por poner a España en lo más alto del baloncesto femenino. Sois nuestras campeonas (101-72).

Lucas Mondelo (seleccionador nacional):
(Sensaciones) “Ha sido todo muy emocionante. Estoy súper feliz por todo lo conseguido, por España, por toda la gente que nos apoya, por mi familia… no puedo empezar a nombrar a todos porque no acabaría.”
(Estados Unidos) “Son el Dream Team del 92, trasladado a las chicas. Son las actuales 12 mejores jugadoras.”
(Éxitos del equipo) “Hace dos años estábamos jugando la final del Mundial, algo impensable hace no mucho. Y dos años después nos hemos plantado en la final olímpica. Hemos competido hasta donde hemos podido. Y las norteamericanas se han tomado el partido muy en serio.”
(Trabajo de cantera) “Se hace un gran trabajo de formación desde los clubes y las federaciones. Las selecciones de formación consiguen verano sí, verano también, éxitos… algo que no lograron ni la antigua Yugoslavia ni la Unión Soviética.”