España abrió su camino hacia el Mundial de 2027 con una victoria funcional en Dinamarca. No fue un partido brillante, pero sí dejó señales claras del sello de Chus Mateo, que debutó como seleccionador introduciendo matices tácticos propios. Y entre las novedades, un nombre destacó con fuerza: Great Osobor, el interior que mejor sostuvo al equipo en un encuentro espeso en ataque y muy físico en defensa.

Chus Mateo apuesta por una España con dos bases y más control defensivo

El estreno de Chus Mateo mostró una variación evidente respecto a la etapa de Sergio Scariolo. España jugó durante muchos minutos con parejas de bases complementarios, combinando a Álvaro Cárdenas con Alberto Díaz y también con Lluis Costa. Uno aportaba chispa y creación, el otro lectura defensiva y contención en primera línea.

Esta estructura permitió sostener un ritmo defensivo más alto, con cambios rápidos en bloqueos, ayuda inmediata cuando un pequeño quedaba emparejado con un grande y una presión constante sobre la circulación rival. España no estuvo especialmente fina, Dinamarca tejió una maraña táctica difícil de desentrañar, pero sí dejó claro que Mateo quiere un equipo que empuje, moleste y cierre espacios sin descanso.

Great Osobor impone su físico y se convierte en el referente español

En medio del ataque espeso, una figura sobresalió por encima del resto: Great Osobor. El jugador firmó un partido serio, poderoso y constante, siendo la vía más fiable de España en ambos lados de la pista en su debut oficial con La Familia.

Osobor ganó posiciones, cargó el rebote y fue el único capaz de generar ventajas interiores pese a los bajos porcentajes del equipo. En defensa ofreció ayudas limpias, cerró la pintura y sostuvo la estructura cuando Dinamarca apretó con más agresividad. Su rendimiento fue la mejor noticia del estreno y confirma que puede tener un papel relevante en la era Chus Mateo.

Un ataque espeso y una defensa que sostiene: lo mejor y lo peor del debut

La defensa funcionó. España controló a Dinamarca gracias a un trabajo coral: ayudas tempranas, reasignaciones bien medidas y una actividad constante para no quedar atrapados en los bloqueos. El cambio de ritmo respecto a ciclos anteriores fue evidente.

El ataque, en cambio, se quedó corto. Malos porcentajes cerca del aro y poca claridad en la circulación interior impidieron que los bases brillaran más en la generación. La diferencia pudo ser mayor, pero España nunca logró romper definitivamente el partido. Aun así, Mateo obtiene victoria y señales claras para construir una nueva era con una base clara en la juventud sin perder de vista la aportación de los más veteranos.