“Es muy bueno, tiene el carácter de los más grandes jugadores” me comentaba coach Pavlicevic, después de que le preguntara por el fenómeno Luka Doncic (2.01/1999). Para quien no conozca a Zeljko Pavlicevic, chivarles que es un entrenador croata que tuvo a sus órdenes a leyendas como Drazen Petrovic, Toni Kukoc o Nikos Gallis.
Y es que Doncic, antes de sus 18 años recién cumplidos, ya había dominado en muchos partidos de la Liga Endesa, Copa del Rey y la máxima competición continental. Agita que te agita a los mejores equipos de Europa e, incluido, al titánico y actual campeón CSKA con el que podemos concretar trasladándonos a aquella victoria ante un tal Teodosic y Nando de Colo en el Barclaycard Center de Madrid. No hay liga más exigente, intensa, talentosa y competitiva que la Euroleague después de la NBA.
LUKA FRENTE A PETROVIC Y KUKOC
“Toni Kukoc (18 de septiembre de1968) y Drazen Petrovic (22 de octubre de 1964) eran jugadores destacados con 17 o 18 años, especialmente Drazen, que jugó una final de la Korac pero no con un equipo tan poderoso como Real Madrid. Todos los grandes jugadores son ya grandes a esas edades”. Continua Pavlicevic que también entrenó en España. Kukoc empezó a destacar en la archilegendaria Jugoplastika de Split bien pasados los 18 años y es que el croata empezó tarde a jugar al baloncesto. Como bien apunta Pavlicevic, Petrovic jugó con su KK Sibenka la final de la Korac (equivaldría, aproximadamente, a la actual Eurocup) en el 82 donde sucumbió ante el Limoges de Richard Dacoury y Ed Murphy por 90 a 84 a pesar de sus 18 puntos. “También entrené a un joven Arijan Komazec pero no tuvo esa explosión ni acabó tan alto. Vlade Divac o Fernando Martín también despuntaron pronto pero no tanto”. A los 18 años, Divac (3 de febrero de 1968) fichó por el Partizan en 1986 siendo esa misma temporada piedra angular. Se estrenaba con fuerza en Europa compitiendo en la extinta Copa Korac junto a Djordjevic, Obradovic, Grbovic o Paspalj. Si no que se lo digan al CAI de Manel Comas, los Arcega y Riley a los que les endosó 25 puntos y un buen puñado de rebotes y asistencias en cuartos de final de esa misma competición. En el caso del desaparecido Fernando Martín, empezó a jugar al deporte de la canasta a los 15 años, además, su condición de hombre alto no le permitió desarrollar su juego a un primerísimo nivel hasta edades más elevadas después de llegar del vecino Estudiantes al Real Madrid con 19 años. Tampoco Ricky Rubio a pesar de ser el jugador más joven en debutar en la ACB y sus ya conocidos destellos siendo menor de edad.
Juan Hinojo, especialista en baloncesto balcánico y autor del libro ‘Sueños robados: Baloncesto Yugoslavo’, me confesaba estas Navidades al respecto: “seguramente Doncic es el más adelantado dominando en Europa. Si nos ceñimos a la edad de los 17 años, habría que ver la diferencia exacta que hay entre los meses en el que cumplieron años las leyendas y Doncic, que es del 28 de febrero. Por cierto, hay que destacar algo más a favor de Doncic, antes los equipos yugoslavos (y rusos) contaban con 12 jugadores nacionales, lo que daba muchas más posibilidades a los más jóvenes. Como todos sabemos, en el Real Madrid , como en cualquier equipo de España, o la mayoría de Euroliga, hay muchas nacionalidades dentro de esas plantillas. En los 80, eran sólo los equipos italianos, españoles, franceses… los que tenían un par de extranjeros en la plantilla, el resto eran nacionales. Eso da más valor a lo de Doncic”. Sabonis nació en diciembre, Petrovic en octubre y Kukoc en septiembre, por lo que hemos tenido en cuenta ese dato.
LUKA FRENTE A SABONIS
El gran ‘Chechu’ Biriukov, que jugó en el Dinamo de Moscú hasta el 84 antes de fichar por el Madrid, me explicaba en una reciente llamada telefónica que: “Arvydas Sabonis (19 de diciembre de 1964) no dio tan fuerte como Doncic con 17 años. Por entonces empezó a jugar en el Zalgiris que no competía en Europa y aunque fue seleccionado para jugar con la Unión Soviética en el Mundial de Cali de 1982, el entrenador Alexander Gomelsky no le dio muchos minutos”. En la liga doméstica jugando para Garastas sí que competía como titular contra los mejores de su país, entonces una superpotencia del baloncesto junto a Yugoslavia, pero allí se vio inmerso en un desafortunado incidente que le valió algunas etiquetas negativas y de las que nunca pudo desprenderse a lo largo de su exitosa carrera: la de jugador fácilmente irascible y descentrable. Como apunta el libro de Antonio Gil “Arvydas Sabonis, el Zar lituano”, en las eliminatorias finales ante, precisamente, el Dinamo de Moscú, Sabonis agredió a Vladimir Govalenko y fue sancionado hasta final de temporada. El Zalgiris acabaría perdiendo la eliminatoria y se quedó fuera del título a pesar de haber ganado en su primer partido. Todas las culpas apuntaban al joven gigante que ya rondaba los 2.15 de altura.
LUKA FRENTE A MENEGHIN
Otro crack con el que hablé sobre ‘El Genio de Ljubljana’ fue con Franco Pinotti, ex director de aquella mítica y extinta ‘Nuevo Basket’ y desde hace años en el gabinete de scouting de la ACB. “Dino Meneghin (18 de enero de 1950) fue la hostia, debutó con 16 años con un gran equipo, Varese, y acabó teniendo una gran carrera (45 años). La alargó tanto que llegó a jugar contra su hijo Andrea. Sin embargo, con la edad de Doncic no era tan importante” y es cierto, precisamente la temporada siguiente, la 1966-67, se convirtiría en el primer campeón con el mismo Ignis Varese de la primera edición de la Recopa (luego llamada Copa Saporta) pero sin disfrutar de un papel destacado. “Vincenzo Esposito fue otro adelantado y uno de los primeros italianos en jugar en la NBA pero tampoco tuvo ese protagonismo cuando empezó” continua Pinotti. En la temporada 84-85, ‘Il Diavolo’ ya formaba parte del primer equipo de su ciudad, Caserta, con tan sólo 15 años. No obstante, la siguiente temporada su equipo tampoco jugaría ninguna competición internacional ni él sería pieza fundamental. Con 20 años ya formaba parte del cinco titular de aquel histórico Snaidero Caserta de Oscar Schmidt y Fernando Gentile (padre de Alesandro) que fuera subcampeón de la Recopa ante el Real Madrid donde su ídolo Drazen Petrovic se iría hasta los 62 puntos y su compañero Oscar hasta los 44. Por cierto, Esposito no fue el primer italiano en jugar en la NBA porque, si no me fallan mis apuntes, su compatriota Stefano Rusconi debutó tres días antes pero sí fue el primero que anotó. Fue con un tiro libre.
¿COMPARACIONES ODIOSAS?
–Pablo Laso, en EFE: “Me recuerda a (Dejan) Bodiroga por físico, por su capacidad de visión de juego, leer los espacios y hacer cosas defensivas por inteligencia y ofensivas por la calidad técnica que tiene”. Bodiroga, en su momento, fue el estranjero más joven que se contrató en la LEGA para jugar en Triestre pero tenía 20 años.
–Zeljko Pavlicevic: “Para mí es una mezcla entre Drazen (Petrovic) y Bodiroga”.
–Franco Pinotti: “Lo veo como una especie de Toni Kukoc, puede hacer de todo en la pista”.
Agudas, de una forma u otra, las comparaciones de estos maestros pero en el caso del que orquesta este ensayo, aún lejos de tener tanto conocimiento, cada vez que ve competir a Doncic tiene la impresión de que está ante un nuevo Theodoros Papaloukas. Qué ávido observador del juego, todos recordaréis su premisa: salir desde el banquillo una vez diagnosticadas las intenciones del equipo rival. Siempre empujando a su escuadra a ejecutar la opción más factible para sumar una canasta o evitar la de su rival. Sabía, como nadie, provocar desequilibrios defensivos desde sus dos metros en la posición de base, castigando una y otra vez a sus pares o los de sus compañeros poniéndoles el balón donde querían. Cual gran estratega, jugaba pensando, como lo hace nuestro casi imberbe protagonista, encontrando una asistencia o un robo mortal ¡Qué precisión la suya! Cuando lo veías jugar el baloncesto era muy fácil y sus compañeros mutaban en su mejor versión. Sin embargo, el coleccionista de títulos heleno, como internacional con Grecia o con los más grandes clubes (Olympiakos, Maccabi y CSKA), en comparativa con la mayoría de los nombres que han surgido, explotó de forma tardía en el modesto Abelokipi hasta los 20 años. Doncic es físicamente más atlético y tiene mejor lanzamiento y… teniendo en cuenta la inteligencia y humilidad que atesora el chico, está al principio de un largo camino, por lo que es razonable contar con que mejorará en ambas facetas.
Toda teoría nos lleva a que Doncic acabará siendo una jugador All Star NBA. ¿Quién tendrá un IQ más elevado que este chaval al otro lado del charco? ¿Cuánto mejor puede hacer a los jugadorazos que le rodeen? No obstante, ajenos a especulaciones más o menos justificadas, a día de hoy, hay un hecho irrefutable: El frenético y prematuro éxito baloncestístico que ha paseado a sus 17 años por las canchas de Europa, como saben calzó los 18 tan sólo hace unos días, le colocan como un fenómeno sin igual. No hay referencias… ni siquiera la de nuestros idolatrados Petrovic, Sabonis, Kukoc o Bodiroga. NADIE.