Luguentz Dort es un berserker. Pocas cosas más claras he tenido en mi vida. Los berserker eran guerreros vikingos que combatían semidesnudos, cubiertos de pieles. Entraban en combate bajo cierto trance de perfil psicótico, casi insensibles al dolor, fuertes como osos o toros, y llegaban a morder sus escudos y no había fuego ni acero que los detuviera. Se lanzaban al combate con furia ciega, incluso sin armadura ni protección alguna; hasta se ha testimoniado el caso de que se lanzaban al agua antes de tiempo desde un drakkar y se ahogaban sin que nada se pudiera hacer. Su sola presencia atemorizaba a sus enemigos e incluso a sus compañeros de batalla, pues en estado de trance no estaban en condiciones de distinguir aliados de enemigos.
En el baloncesto y en la vida siempre ha sido más difícil crear que destruir. Pero, en esta época concreta, me parece que defender resulta más complicado que atacar. Por lo que estamos viendo, por la nueva generación de talento, unido a la normativa vigente, pienso que es más complejo parar a las nuevas estrellas que generar canastas. Si esto fuera un debate más bien teórico, podríamos decir que para atacar se requiere una proporción mayor de talento y para defender, de sacrificio. Y si es difícil defender, aún más en la actual era de explosión ofensiva, con todo el reglamento entregado a un lado de la pista, no es fácil imaginar lo que debe ser, defender hoy día, a los mejores atacantes.
A uno de ellos va dedicado este artículo. A una especie de figura retórica, como pueda ser al defensor anónimo. O mejor, a desgranar la dura experiencia de enfrentarse a las estrellas, a los mejores, a los superdotados técnicos, cuando el defensor acude frente a ellos, mayormente, a solas.
Lu Dort on guarding Luka Doncic mentioned his main thing is to make everything tough pic.twitter.com/pwRleXcD06
— Rylan Stiles (@Rylan_Stiles) May 5, 2024
Su manera de entender el baloncesto, descrita por él mismo como “jugar cada partido como si tu vida fuese a ser juzgada por esa actuación” le lleva a afrontar cada partido, cada balón dividido, como si fuera el último.
EL VALOR DE LU DORT EN OKLAHOMA
El deporte, como casi todo lo no importante en la vida, tiene diferentes maneras de vivirse. Existe la lógica y racional, basada en números y sentido común, que quizá tenga como periodista. Se puede hacer con cierta distancia, como con respeto por el vértigo que implica algo tan grande, incluso algo de desconocimiento y admiración. Pero ninguna de las dos te va a llenar lo suficiente como hacerlo con la irracionalidad de la pasión, necesaria para alcanzar el éxtasis en una noche cualquiera de marzo. Porque cuando uno anima a un equipo, cuando uno apoya a su equipo por encima de cualquier cosa, es imposible vivirlo sin pasión. Y a veces, por cosas del destino, a tu equipo llega un jugador que irradia esa pasión. En los Thunder, en el último lustro, ese fue Luguentz Dort.
Stars against the Thunder this playoffs:
Ingram — Luka —
14.3 PPG 22.0 PPG
34.5 FG% 39.0 FG%
25.0 3P% 31.0 3P%Guess who was their primary defender. pic.twitter.com/d0A4C0y1G6
— StatMuse (@statmuse) May 14, 2024
Porque con Dort, a pesar de no ser seleccionado en el Draft, daba la sensación de que venía algo grande para Oklahoma. No iba a ser All NBA, no iba a ser All Star. Iba a ser el jugador del pueblo, el representante en la pista de los millones de psicópatas de todo el mundo que vemos a cinco jugadores intentar meter una pelota en un aro y sufrimos como si el futuro de nuestra familia estuviera en juego. Con Lu Dort sabemos que puede pasar cualquier cosa, menos dejar de luchar. Es imposible representar o explicar a Luguentz en números o usando adjetivos convencionales. Es uno de esos jugadores, quizás el caso más claro, de pieza que tienes que ver para poder entenderlo. No eran triples sobre la bocina, sino defensas importantes al base rival, un rebote ofensivo, un robo a la desesperada cayendo al suelo, sacrificando su físico por el bien colectivo.
El alma de una franquicia que vive de melancolía y promover el espíritu defensivo que pocos han representado mejor en los últimos años que el propio Dort, quizá por momentos llegando demasiado lejos.
ENTENDIENDO SU ROL
A todos nos gusta cuando las cabezas que arranca son las del enemigo, del equipo contrario. El día que gana un partido porque le roba dos cargas a James Harden todo Twitter (ahora X, sigo sin acostumbrarme) se llena de alabanzas hacia el exterior de los Thunder, se habla de paternidad, se comentan de manera jocosa las declaraciones del que era escolta de los Houston Rockets en las que este rehuye abiertamente el hablar sobre el canadiense. El problema es que esta es un arma de doble filo.
Lu Dort picks Luka Doncic’s pocket and Jalen Williams throws it down on the other end
— ClutchPoints (@ClutchPoints) May 8, 2024
En la definición de berserker que abre este artículo se hace referencia a cómo sus propios compañeros de batalla temían a estas figuras porque había momentos, durante su trance, en el que no distinguían aliados de enemigos y sus hachas podrían acabar en tu cabeza a poco que te descuidases. Y es que Lu Dort, siendo históricamente ineficiente en ataque, es un jugador ciertamente limitado ofensivamente que tiene que tener poco el balón en las manos en un ‘contender’. Y en 2024, en su año de menor volumen en el tiro desde su año rookie, el oriundo de Montreal ha entendido, por fin, cuál debe ser su rol en ataque: un mejor ejecutor desde la línea de tres, recayendo el peso creativo sobre Shai, Jalen, Giddey o Chet.
En 2022, por ejemplo, llegó a lanzar 7.7 triples/partido, acreditando un pobrísimo 33.2% desde la linea de tres puntos. Dos años después, ya con un equipo competitivo alrededor, Lu Dort ha finalizado la actual temporada firmando cinco triples por noche, con un sensacional 39.4% de acierto en el perímetro. Menor volumen, mayor efectividad.
LA SERIE ANTE LUKA DONCIC
“Es realmente un gran defensor. Para mí está entre los tres mejores de la liga. Es muy duro enfrentarse a él”, decía Luka Doncic sobre Luguentz Dort en octubre de 2022. Ese perfil feroz de supervivencia, que con los años, su perfil defensivo ha sido uno de los más nobles. Siempre he estado convencido que la mejor versión de Dort es una versión de Bruce Bowen sin terrorismo, y con los años ha ido fortaleciendo esa convicción. “Sólo así podía compensar una falta de talento, entregarme a tareas que a otros disgustan o no pueden realizar, arrojarse a por un balón suelto, cuerpear a tipos más grandes, ser golpeado, caer, levantarme, y seguir peleando, así aprendí yo a jugar”, dijo Lu en una entrevista.
“I think he’s one of the top 3 defenders in the NBA”
Luka Doncic on Lu Dort back in October 2022.
Going to be very fun to see the chess match between these two . pic.twitter.com/T1P4hc2uu2
— Thunder Film Room (@ThunderFilmRoom) May 4, 2024
Y él no incurre en ningún tipo de soberbia, él no asegura poder detener a cualquiera, lo único que hacía era reconocer que a quien tuviera delante lo iba a hacer sufrir, lo va a hacer trabajarse cualquier canasta. Y eso mismo es el mejor resumen de la serie entre Lu Dort y Luka Doncic. Y es que es un jugador que aguanta muy bien por piernas al esloveno y su desplazamiento lateral le permite igualar sus cambios de ritmo y dirección. Solo con una mezcla así se entienden secuencias como estas.
Como siempre estos datos hay que cogerlos con pinzas, pero cabe destacar que Dort está haciendo un gran trabajo sobre Doncic atrás pic.twitter.com/otbMckjLGj
— Sergio Rabinal (@S_Rabinal) May 14, 2024
La serie de tiro de Luka en los primeros cuatro partidos ante los Thunder: 6/20 con 7 pérdidas de balón, 7/17 con 4 pérdidas, 11/21 con una y 6/19 con 5 pérdidas. Durante los primeros partidos fue la pesadilla de Luka Doncic, metiéndose en la mente del esloveno sin dejarle respirar ni un segundo. Es el principal protagonista de que hayamos visto algunos de los peores partidos de Luka en playoffs. Ya no es solo que sea un grandísimo defensor, que lo es, estando encima, pasando bloqueos, molestando sobre todo por corpulencia, es que ha estado cerca de quitarle el Oscar a mejor actor de la NBA a Marcus Smart. La cantidad de contactos que finge, y que sacaron de quicio a Doncic…
LA DEFENSA INDEFENSA
Ayuda una escena arquetípica en edad escolar. El niño al que han sustraído un objeto, pongamos una mochila o un balón, trata de recuperarlo mientras varios compañeros en corro se lo van pasando de mano en mano. Cuanto más desesperado está por rescatar el botín, más lo rehúye, llegando tarde a cada intento y agotando al perseguidor, que ni habrá podido rozar a uno solo de sus verdugos. Si la víctima está acompañada de un segundo o un tercer apoyo con que adelantarse al destinatario, bastará al corro separarse y moverse para perpetuar la maniobra.
Lu Dort on the mutual respect between he and Luka Doncic.
I also asked Lu how he feels playing against Luka made him and made Luka a better player after 6 games against each other.
Lu said he wished Luka luck after the game and told him to do what he could to chase his goals. pic.twitter.com/UqGXoJKsrC
— Michael Martin (@MichaelOnSports) May 19, 2024
Esta simple metáfora que anida en el recuerdo de cada uno ilustra bien el baloncesto de hoy, y, en particular, el desamparo que padecen los jugadores en defensa, porque mientras puedan desvivirse por recuperar el balón, seguirán obligados a proteger el aro. Y no es otro el elemento que decanta la desventaja numérica.
CON UNO NO ES SUFICIENTE
Y es que Doncic empieza a ser el mayor quebradero defensivo de la liga. Y en los últimos dos partidos de la serie lo ratificó. Cuando de un movimiento lo conviertes en acto reflejo. Porque botando ante el defensor, en el 1 v 1, la estrella de los Mavs es un magma técnico insondable, te lleva donde él quiere. La escena es muy reconocible: bote, bote, cambio de dirección, cambio de ritmo, de aceleración, más frenada, más paso atrás, y en medio segundo te gana metro y medio. Y es que con estos jugadores de máxima vanguardia, que tienen tamaño, coordinación, bote, pase, tiro…todo a niveles muy altos, la mejor solución, muchas veces, es que defiendan dos.
Y lo reconocen los propios especialistas, que no es posible parar a una estrella moderna actual con toda su baraja de recursos sin un plan colectivo. Y eso que Dort es un soldado que desempeña un trabajo tremendo en los dos extremos del campo. Es como ver a un Ron Artest de bolsillo e hipertrofiado. Su defensa tiende a hacer más trabajo de desgaste que otra cosa, y es un jugador que se sacrificará siempre en ese cometido. “Hay un foco sobre nosotros”, dijo Luka sobre el plan de OKC contra él y Kyrie tras el cuarto partido. “Cuando vamos a canasta, colapsan la pintura casi cinco jugadores. Está siendo difícil para nosotros. Tenemos que encontrar compañeros abiertos”. Y lo hicieron. Doncic cerró la serie en el sexto partido en Dallas, dejando su mejor actuación ante Dort (29+10+10).
Anthony Edwards on Lu Dort: “I thought he should’ve been on one of the Defensive Teams, for sure.”
Ant was asked if Dort’s defense on Luka Doncic would be a blueprint for the Wolves: “Yeah for sure.”
(h/t: @jga41agher) pic.twitter.com/25O2mdhWG7
— Brandon Rahbar (@BrandonRahbar) May 22, 2024
No es que no se defienda en la NBA. Es que es muy complicado frenar a los ataques más efectivos de la historia.
ROMANTICISMO EN OKLAHOMA
El deporte, como cada elemento de esta sociedad turbo capitalista en la que vivimos, hace tiempo que dejó de ser un punto de cohesión para convertirse en una fría hoja de Excel más. En un mundo en el que hasta la producción de comida ha dejado de realizarse para la que debería ser su única finalidad, alimentarnos, para simplemente lograr beneficios económicos posibilitando absurdos como que regiones enteras subsistan y pasen hambre pese a que su principal actividad es la agricultura, pensar que aún quedaba algo más que nos moviese que los fríos números es algo que solo se podían permitir los más idiotas. O los más románticos, que viene a ser lo mismo.
Lu Dort es, para todos los aficionados de los Thunder, que aún dedican más tiempo a vivir que a aparentar, que aún creen que una tarde de cervezas en tu barrio con los de siempre valen más que una escapada de fin de semana en Copenhague, que siguen usando Twitter y rechazan Instagram, ese héroe que se ha ganado el puesto entre tanta ‘estrellita’.
Es legítimo que no te guste Lu Dort (especialmente si eres fan de los Mavs y de Luka Doncic). Que su perfil no te haga sentir cómodo, que las victorias que consigue Oklahoma City Thunder gracias a su demencia no compense esas veces que deja al equipo colgado cuando más lo necesitan o esa falta que regala en el clutch por ir pasado de vueltas (aún por registrar). Lo que no es legítimo en absoluto es idolatrar al guerrero loco el día que te da la batalla y llamarle p*** psicópata el día que te afeita las barbas.
En mi caso, yo quiero un berserker a mi lado cada noche.