Dion waiters, sobreviviente de philadelphia
Era muy habitual que las canchas callejeras del Chew en el sur de Philadelphia estuvieran llenas hasta altas horas de la mañana en verano. Los chicos que jugaban ahí a baloncesto se retaban intentando demostrar quien era el mejor de todo. Entre los partidos, para refrescarse, saltaban la valla que separaba el campo de unas piscinas municipales. A ellos no les importaba la hora que fuese, solo querían bañarse tras horas y horas de sudor en la cancha. Había uno en particular que afirmaba saltar desde lo más alto de la verja directamente al agua; su nombre era Dion Waiters.
Una infancia de pérdida constante
Dion Waiters nació el 10 de diciembre de 1991 en Philadelphia, Pennsylvania y es el mediano de tres hijos que su madre, Monique Brown tuvo con su padre. Éste estaba en la cárcel cuando Dion nació y Waiters apenas le tuvo cerca durante su infancia. Una infancia plagada de pérdidas para el joven Dion. Apenas cuatro horas después de nacer él, su abuela fallecía. En los siguientes años, Waiters perdió a tres primos y a su mejor amigo a causa de la violencia callejera y los tiroteos habituales del sur de Philly.
Dion Waiters en South Philly

Para Dion Waiters el baloncesto siempre fue su vía de escape. Ni siquiera era su deporte favorito, que a día de hoy sigue siendo el fútbol americano, pero sus mágicas actuaciones en las canchas de la ciudad, donde era conocido antes de cumplir los 15 años, suponían para él una forma de abstraerse de la cruda realidad; Waiters se pateaba cada día media ciudad buscando partidillos callejeros en los que poder participar.
Cuando Waiters tenía alrededor de 10 años, su madre recibió un disparo cuando volvía a casa de pasar la tarde con sus amigas. Waiters se acostumbró a ello, se insensibilizó ante las situaciones de violencia con las que creció en Philadelphia. Sobrevivir en las calles era toda la confianza que Dion necesitaba para seguir luchando; y el baloncesto el medio para ello.
Hizo muchos amigos en Junior High, compañeros que bajo la tutela de su entrenador Aaron Abbott ayudaron a forjar el carácter y la personalidad del Dion Waiters que asombra cada noche en la NBA. En ese equipo Waiters era el más leal, el líder, el guía de sus compañeros en la cancha. Fuera de ella era el DJ, siempre a cargo de mantener a los demás motivados de cara al partido.
Reclutado para syracuse a los 15 años
Su historia no es la de la mayoría de jóvenes talentos que llegan en la NBA. Waiters se había comprometido con un programa universitario de la NCAA incluso antes de jugar un solo minuto de baloncesto en High School. Esa universidad era Syracuse, que nada más conocerle se aseguró de contar con él cuando llegara su periodo de college. Mike Hopkins, entrenador asistente de los Orange, quedó maravillado cuando en una visita a Philadelphia para reclutar a otro jugador descubrió a Waiters, de quien dijo que había “nacido para jugar a baloncesto”.
Los años de High School no fueron como Waiters hubiese querido. Cambió de colegio hasta en cuatro ocasiones por distintas razones y nunca terminó de sentirse a gusto con la situación. Pese a todo esto, Dion terminó su periodo de secundaria como un top-30 recruit del panorama nacional estadounidense, para las delicias de los scouts de Syracuse.
Sus inicios en college también fueron duros. Su entrenador Jim Boeheim, una leyenda universitaria, decidió contar con Waiters desde el banquillo. Al jugador de Philly no le hizo ninguna gracia y amenazó en numerosas ocasiones con pedir el transfer a otra universidad si su entrenador no le garantizaba más protagonismo. Waiters formó parte de la segunda unidad de los Orange durante sus dos años en Syracuse y aún hoy sigue afirmando que Boeheim fue su mejor entrenador antes de dar el salto a la NBA.
Durante su periplo universitario, Waiters fue de menos a más. En su segundo año en la NCAA promedió 12.6 puntos y más de 2 rebotes y asistencias desde el banquillo, estadísticas que le valieron el premio a Sixth Man of the Year de la conferencia Big East. Habiendo aceptado su rol en el equipo, Waiter formó parte del grupo de Syracuse que alcanzó los cuartos de final del torneo NCAA en 2012, perdiendo finalmente con Ohio State.
la nba; el sueño
Horas despues de la derrota en el Madness, Waiters tomó la decisión de inscribirse al Draft de la NBA del verano de 2012. De cara al Draft, nadie esperaba que Dion fuera elegido entre los cinco primeros. Los expertos hablaban del juego de Waiters y realizaban comparaciones con otro jugador NBA de su perfil, Ben Gordon. Destacaban su habilidad de anotar pero también su capacidad para crear juego y distribuir el balón. La conclusión de los analistas era clara: Waiters tendrá futuro en la liga con el mismo rol que tiene en la NCAA.
Ese verano los Cavaliers sorprendieron a todos cuando eligieron a Waiters con la cuarta elección del Draft. Para los de Ohio fue una apuesta clara, con la idea de juntar a Waiters e Irving, que se conocían de los circuitos AAU y distintos campus de baloncesto. Su idilio con los Cavs tampoco fue un acierto y tras dos temporadas llenas de altibajos, Waiters puso rumbo a Oklahoma.
Con los Thunder apenas llegó a disputar dos años enteros antes de recalar en Miami. En el equipo de Spoelstra parece que Waiters ha encontrado su sitio y su rol. La temporada pasada promedió casi 16 puntos, más de 3 rebotes y más de 4 asistencias por encuentro, todas ellas marcas personales en su carrera NBA.
Hace poco Waiters declaraba en una entrevista en Bleacher Report que no cambiaría nada de todo aquello por lo que ha tenido que pasar. “Joder, si estuvieran aquí para ser testigos de todo lo que pasa, de lo que he conseguido. Solamente verme un partido, vivir mi sueño. Eso es lo único en lo que pienso”, concluía Dion Waiters. Sin duda, las tragedias de su infancia han hecho de Waiters quien él es hoy en día, y son parte del camino recorrido desde las canchas callejeras de South Philly hasta el parqué de Miami; son la historia de Dion Waiters, un sobreviviente.
Notas de autor:
La anécdota del Chew y la piscina, así como las declaraciones de Waiters sobre su infancia, son prestadas del reportaje sobre Waiters de ESPN en 2015
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